Como hemos reflejado desde La Izquierda Diario, durante este fin de semana se desarrolló el 30° Encuentro Nacional de Mujeres, que finalizó en el día de ayer. La sede en 2016 será Rosario. Aquí una breve crónica del acto de cierre y un dossier con toda la cobertura del ENM.
Florencia Sciutti @FlorSciutti
Verónica Zaldívar @verodivar
Martes 13 de octubre de 2015
Fotografía:Malena/Enfoque Rojo
Fotografía:Malena/Enfoque Rojo
En la mañana de ayer finalizó el 30° Encuentro Nacional de Mujeres con el clásico acto de cierre que se realiza todos los años, en el cual se define la sede donde se realizará el año siguiente.
Acto de cierre
La jornada arrancó a la mañana con un cambio del lugar del cierre. La cita en un principio era en el microestadio de Mar del Plata, mismo lugar que la apertura.
Arbitrariamente, la Comisión Organizadora cambió de locación durante la mañana y la cita, finalmente, se dio en Juan B. Justo y Canosa (Centro municipal de Hockey). Pañuelos verdes y violetas, pecheras de sindicatos y agrupaciones fueron tiñendo de colores el predio.
Una columna del Frente de Izquierda intentó ingresar para así debatir el lugar donde se realizará el próximo Encuentro, pero una columna de mujeres ligadas a la Comisión, algunas pertenecientes a la Iglesia y otras a La Cámpora, impidió su ingreso. El acto fue pequeño en proporción a la cantidad de personas que asistieron al Encuentro. ¿Los motivos? El cambio de ubicación y el tamaño del lugar, así como el poco entusiasmo que genera que la sede ya esté decidida de antemano.
Los cuatro destinos propuestos fueron: Chaco, Rosario, Chubut y la Ciudad de Buenos Aires. Ante cada propuesta, diferentes grupos entre las presentes, estallaban en aplausos y gritos hinchando por cada opción. Vale aclarar que la modalidad en la que se define la próxima sede es mediante un “aplausómetro” y no una votación a mano alzada.
Una vez más no será Buenos Aires
La propuesta de realizarlo en la Ciudad de Buenos Aires fue ovacionada por gran parte de las asistentes, entre las cuales se destacaba parte de la gran delegación del Frente de Izquierda que aún permanecía en las afueras del predio, trabajadoras y agrupaciones de mujeres. Esto es así porque la insistencia de proponer que se haga en Capital dista de ser un capricho; es un deseo muy sentido que el contundente reclamo de miles de mujeres que se reúnen cada año para debatir y reclamar por sus derechos se hagan escuchar en la ciudad que es, nada más y nada menos, el centro político del país. Y que las organizadoras del Encuentro vuelvan una y otra vez a negarnos ese derecho no es casual: desde hace años, y especialmente los últimos doce, se negaron a enfrentar seriamente al gobierno nacional, llevando el reclamo por la legalización del aborto cerca de la Rosada.
Tanto el gobierno de Néstor Kirchner como los de Cristina impidieron sistemáticamente que avance el proyecto de ley presentado por la Campaña sobre la legalización. Durante todos estos años la Comisión Organizadora fue funcional al acuerdo entre el kirchnerismo y la Iglesia, que se profundizó desde que llegó al papado Bergoglio. Esto no puede más que continuar con el próximo gobierno.
Miles diremos presente en Rosario 2016
Por todo esto, es que las organizadoras del Encuentro volvieron a impedir votar cual será la próxima sede y decidieron arbitrariamente que será Rosario. El método del "aplausometro" para avalar la decisión de la Comisión Organizadora es categóricamente confuso y antidemocrático. Esto no será impedimento igualmente para que en 2016 lleguen a Rosario miles de mujeres dispuestas a luchar por sus derechos.