Frente a la situación que se vive en el sector educativo, hoy más que nunca es urgente tener un espacio del conjunto del sector educativo para poder discutir entre docentes, trabajadores y trabajadoras de la educación, estudiantes y padres y madres de familia.
Miércoles 28 de abril de 2021
Desde la Asamblea InterUNAM, generada a raíz del conflicto de las y los docentes de la Universidad Nacional Aautónoma de México, se acordó convocar al Encuentro Nacional en Defensa de la Educación Pública. Este se propuso como un espacio que pretende aglutinar a diversos sectores que componen el gremio educativo (estudiantes, docentes, trabajadores, intelectuales del sector, padres y madres de familia) para discutir la situación actual de la educación.
Desde hace décadas, la educación pública ha estado en la mira de los organismos políticos y financieros internacionales como la OCDE y el Banco Mundial, que instaron a los gobiernos de distintos países a reformar las leyes en materia educativa promoviendo un enfoque empresarial, competitivo y privatizador alineado con los intereses de las transnacionales.
En México, esto se expresó a través de la mal llamada Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto y los partidos del Pacto por México. Con la llegada de López Obrador al poder, que había prometido echarla atrás, muchos docentes pensaban que la situación del sector cambiaría, pero no ha sido así.
Desde el inicio del sexenio hemos presenciado un serie de ataques al sector educativo, desde la continuidad de la reforma educativa, la quiebra de las once universidades por la “estafa maestra”, la aprobación de la nueva Ley General de Educación Superior, la suspensión de nuevas contrataciones y el congelamiento de plazas vacantes en la mayoría de las escuelas y universidades, la reducción de personal producto de la política de “austeridad republicana” y la aprobación de pagar en UMAS las pensiones y jubilaciones, entre otros.
Todo esto empeoró bajo la pandemia y la crisis económica. El gobierno federal redobló la “austeridad republicana” con recortes a todas las dependencias estatales y decretos de extinción de programas educativos, dejando a cientos de trabajadores de la educación en la incertidumbre y el recorte a los presupuestos de distintas universidades como la UPN, la UAM, la ENAH y al conjunto de las normales.
Por otro lado, las clases en línea han significado un aumento de la carga laboral para el conjunto de las y los docentes, así como adaptarse a la vida virtual sin ningún tipo de capacitación ni garantía de recursos materiales para garantizarlo; esto también impactó a estudiantes de todos los niveles, generando una enorme deserción escolar y un fuerte rezago educativo.
Ahora el gobierno federal y los gobiernos locales presionan para la vuelta a clases presenciales, pero sin que este sea seguro, vacunando únicamente al personal escolar, pero no al conjunto de la población; sin condiciones materiales, medidas ni protocolos realmente seguros que velen por la salud de las familias trabajadoras.
Por un plan nacional de lucha unificado
Todo este ataque no se ha dado sin resistencia por parte de las y los trabajadores de la educación. Hemos visto decenas de luchas en este sentido: desde los académicos de la UACM despedidos por exigir basificación, la lucha de los docentes del Telebachillerato Comunitario a nivel nacional que exigen su reconocimiento como parte del sector educativo, los docentes del Conalep por mejores condiciones laborales, los estudiantes de la Escuela de Derecho Ponciano Arriaga contra los despidos y la precarización laboral, las trabajadoras de intendencia del IEMS tras decenas de despidos, los maestros de la CNTE contra los efectos de la reforma educativa peñista exigiendo la reinstalación de los despedidos y basificaciones, así como más recientemente contra el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que las jubilaciones sean calculadas en UMAS y no en salarios mínimos, los estudiantes de Colima, Coahuila, Tesco, UACJ y UNITEC entre otras escuelas que enfrentan el alza de cuotas.
En conferencia de prensa los sindicatos educativos ligados a la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) como el SIIINIFAP, SINTCOP, STUACh, STINCA, SIACOP y STAUACh anunciaron una serie de movilizaciones y emplazamientos a huelga para demandar el fortalecimiento de sus instituciones, aumento salarial, respeto s sus contractos colectivos de trabajo y el derecho a huelga.
Bajo este panorama, consideramos fundamental que el Encuentro Nacional en Defensa de la Educación Pública sea un espacio de coordinación de todos los sectores educativos para enfrentar en común todas estas políticas que apuntan a la profundización de los planes de los organismos financieros internacionales en materia educativa, degradando todavía más la educación pública y fortaleciendo su privatización, así como al desmantelamiento de los derechos laborales más elementales, profundizando la precariedad laboral y la exclusión de miles de estudiantes aprovechando que bajo la pandemia tuvieron que desertar en todos los niveles educativos.
Es urgente nutrir este espacio con todos los docentes, trabajadoras y trabajadores de la educación, estudiantes, madres y padres de familia, así como con todas las agrupaciones y organizaciones del sector, sindicatos democráticos, intelectuales, etc. para poder definir un plan de lucha unificado a nivel nacional.
Para ello es indispensable que el encuentro se convoque de forma amplia, democrática y expansiva, desde todos los sectores posibles, retomando las preocupaciones de todas y todos los que estamos padeciendo y enfrentando la situación para que pueda emanar un plan de lucha que podamos discutir escuela por escuela, zona por zona en asambleas que incluyan a toda la comunidad escolar.
Desde la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase-Pan y Rosas te invitamos a sumarte al Encuentro y a impulsarlo ampliamente.
Sulem Estrada, maestra de secundaria
Maestra de secundaria