Un nuevo caso de abuso policial en la comarca andina. Como en todo el país, el abuso de las fuerzas represivas con el aval del poder político tiene consecuencias brutales para la juventud, los trabajadores y sectores populares.
Miércoles 12 de agosto de 2020 19:59
El domingo 2 de Agosto a las nueve de la mañana según relató su mamá a Radio Nacional El Bolsón, León habría tenido un entredicho con los efectivos que se mantienen reglamentando el paso en el paralelo 42. Patear un cono que marca la detención de los autos que transitan la ruta 40, fue suficiente motivo para detenerlo, torturarlo y dejarle secuelas físicas.
“Los policías lo sacaron de casa y yo les decía que es menor, que yo me hacía cargo, que venimos de una situación familiar difícil, como es la muerte de un familiar, pero que él no es así. Está atravesando un momento difícil en su vida”
“Les pedí llorando que no se lo llevaran… Yo no tengo ni vehículo para buscarlo. Pero los policías no escucharon y se lo llevaron. Imaginate la desesperación de ver que los policías se llevan a tu hijo de 16 años de tu casa, esposado, por nada ¿Que vas a pensar, que le van a hacer un té? Me dijeron que lo llevaban a Lago Puelo y cuando llegué me dijeron que no sabían nada. Les tuve que pedir que se comuniquen con El Hoyo y recién ahí supe dónde estaba. En el Hoyo me dijeron que León no tenía documento y que para poder retíralo, llevara una partida de nacimiento, por lo que me tuve que volver a Bolsón. Imaginate la angustia, las horas de viaje. A la una y media, cuando lo pude ver, estaba muy mal, todo golpeado, en la cara en el cuello, en todo el cuerpo y tenía el documento. Me dijo que le habían puesto una bolsa en la cabeza y le dieron culatazos, lo que le produjo fractura de dos vértebras y los golpes en los riñones, problemas urinarios. Teníamos miedo de hablar pero contamos con el apoyo de varias organizaciones. Somos gente humilde que teníamos una vida y ahora tenemos otra. Todavía no caigo en toda la situación que viví.”.
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Las localidades de El Bolsón y Lago Puelo se encentran separadas por unos pocos kilómetros entre ellas. El paralelo 42 es el límite geográfico entre Rio Negro y Chubut. Muchas personas de la zona desarrollan su vida cruzando a diario este límite. El aislamiento complicó muchísimo las cosas. Desde familias que no pueden verse hasta trabajadores que no pueden concurrir a su trabajo o realizar trámites bancarios.
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El caso de León, lamentablemente no es un hecho aislado. Con la excusa de la pandemia y con el visto bueno del poder político, se dio un salto exponencial de casos de abuso de autoridad, torturas, detenciones arbitrarias y asesinatos, por parte de las fuerzas represivas.
No son “excesos” o hechos aislados como lo plantean desde distintos los sectores del Gobierno, sino que se trata de una práctica sistemática de amedrentamiento hacia los sectores populares. Pero contamos con nuestras propias fuerzas y nuestra capacidad de organizarnos, para que estos hechos no queden impunes y para cambiar de raíz este sistema.
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