Después de casi 8 meses de huelga las y los trabajadores de Tubacex han conseguido paralizar los despidos de la empresa. Ha sido un conflicto marcado por duros enfrentamientos con la patronal y la Ertxaintza, que bajo las órdenes del Gobierno vasco han desatado una feroz represión contra los huelguistas. Desde Izquierda Diario conversamos con una de las trabajadoras de esta empresa, que participó activamente de la huelga y los piquetes, para que nos cuente como fue esta lucha y cuáles son las lecciones que sacan los trabajadores.
Miércoles 13 de octubre de 2021
Cuéntanos, ¿cómo han sido estos 236 días de huelga? ¿Cuáles han sido los momentos más duros, cómo era el día a día en los piquetes, la solidaridad de los vecinos de la zona?
Han sido días muy intensos a varios niveles, para bien y para mal. Por la incertidumbre, por el miedo, pero también por el apoyo entre compañeros y todo el valle de Aiara.
No ha sido desde luego fácil porque veíamos como todo esto iba minando a compañeros, a familiares en una lucha a contrarreloj. Pero a la vez nos llenaba de orgullo saber que estábamos enseñando a nuestros hijos y a toda la clase trabajadora que hay que levantarse contra la injusticia, que no podemos someternos a la voluntad del egoísmo desmesurado del capital sin decir nada.
Sin duda el día mas duro fue el 11 de marzo, el día en que conocimos la lista de despedidos, el día en que la dirección nos apuntó con el dedo. También han sido muy duros los días en los que las que se llaman “fuerzas del orden” provocaban los desordenes y enfrentamientos. Da rabia saber que defiendes algo justo y que vas a ser apaleado, identificado e incluso detenido, solo porque un uniforme y la fuerza tienen licencia para acallar a la razón.
En ese sentido a muchos nos golpeó ver como un puñado de currelas que creías compañeros terminaban por sucumbir a las presiones de los jefes y se subían al ratabus ( bus de la empresa).
La empresa a su vez a cada movimiento solidario que hacíamos entre compañeros respondía con una maniobra, incluso alegal, para ahogarnos aún más económicamente.
Mientras tanto, comprobábamos con impotencia como algunos medios de comunicación han manipulado la información a dictamen de la empresa. De esta manera una y otra vez, empresa, medios de comunicación e incluso el Gobierno vasco, nos señalaban con dedo acusador de que estábamos llevando al cierre a la empresa mientras se subían el sueldo los consejeros, más de 23 milllones que no es poco.
Finalmente, a pesar del éxito de la huelga, ha sido duro ver las prisas y secretismos de las últimas negociaciones, la impotencia de que no todas las voces han sido oídas al final del recorrido.
Sin embargo, a pesar de todo esto, ha sido una experiencia inolvidable. La vida en los piquetes ha sido increíble, hemos conocido a personas increíbles, a las que solo veíamos las caras, todos hacemos tubos, pero allí había cocineros, reposteros, poetas, escritores, fotógrafos, montadores de vídeos, animadores, organizadores de eventos, secretarios, economistas, y sobre todo luchadores.
La solidaridad ha sido increíble, todo el mundo aportaba lo que podía, desde los paseantes al pasar por la kutxa, los pequeños comercios, las colectas entre trabajadores de otras empresas, y de alimentos de todo tipo, de los comercios de la zona...
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¿Por qué crees que finalmente conseguisteis derrotar los planes de la empresa?
Bueno, la empresa ha comprobado que no se iba a entrar con los despidos encima de la mesa, pero no creo que se hayan derrotado sus planes. Con las prisas y las premuras de la recta final, han quedado muchas cosas en el aire. No debemos bajar la guardia y seguir preparando la lucha.
¿Cuál ha sido la actuación del Gobierno vasco en vuestro conflicto?
La actuación del GV ha sido penosa, ha seguido las directrices de la empresa, con su mismo discurso. En ocasiones con el texto exacto de Esmorís ( directivo de Tubacex). No es de recibo que tras las dos sentencias dando por nulos los despidos, se oiga a representantes del GV pidiendo que se negociase el numero de despedidos, ¿en qué cabeza cabe con esas sentencias?
Hay que tener en cuenta que el GV es el cuarto accionista de esta empresa, y que son varios los que han encontrado su puerta giratoria en la misma, y más los que miran con deseo los sillones del consejo para seguir los pasos de sus antecesores.
No es de recibo que desde el departamento de interior se mande a la Ertzaina a una concentración pacífica y autorizada en los piquetes con el único fin de romperla a base de provocación y confrontación. Es fácil apalear detrás de un escudo y a porrazos contra personas con las manos desnudas y en alto. Hay infinidad de vídeos que demuestran lo que realmente pasó. Y simultáneamente, ver aglomeraciones de personas sin cumplir medidas covid, en eventos, partidos de fútbol... y oír al representante del departamento de interior decir que la Ertzaina no intervino para evitar un conflicto mayor. Eso enfada y mucho.
En el congreso se llegó a exponer nuestro caso, e incluso se sacó nuestra bandera, han sido contados los políticos que se han hecho eco de nuestro caso, Bilbu, ERC, Podemos… por desgracia las grandes empresas, el capital y los gobiernos van de la mano.
Diputados de Bildu nos han acompañado en piquetes y manifestaciones, pero hemos recibido apoyo de varios políticos en las redes sociales.
Por último, la victoria que habéis obtenido ha tenido una gran repercusión no solo en el Euskadi sino a nivel de todo el Estado. ¿Cómo crees que vuestra victoria puede afectar a otros conflictos? ¿Creéis que puede suponer un poderoso ejemplo a la hora de pelear en contra de los despidos?
Nuestra victoria demuestra que el único modo de luchar contra el egoísmo y avaricia cada vez mayores de una gran parte de las empresas es levantarse contra ellas y demostrarles que nos necesitan a la clase obrera para tener esos beneficios.
La sociedad no es consciente de lo que está sucediendo, escudados detrás de las crisis de todo tipo, infundiendo el miedo al cierre, hemos ido perdiendo derechos y sueldos a la par que los beneficios y repartos de dividendos crecen inmensamente.
Pero bien, esta es una victoria agridulce, entramos todos, pero no en las condiciones que teníamos al ir a la Huelga, la prisa, el secretismo de las últimas negociaciones, nos ha llevado a un acuerdo que no es bueno. Nuevamente las presiones y maniobras políticas, la necesidad de medallas y protagonismo nos ha llevado con prisas y sin saber la letra pequeña a una firma de un acuerdo por parte de los representantes sindicales que no reflejaba la voluntad de los huelguistas.
Así que por delante tenemos un futuro incierto, de continuas luchas y de entereza ante las represalias que ya se han empezado a notar. Lo que sí ha quedado claro en las porterías, es que el futuro es de quien lucha contra el poder del capital, esta situación general del país nos va a llevar tarde o temprano a una protesta colectiva donde la clase obrera se plante ante el capitalismo.