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Red Internacional
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Contra el cierre y la privatización. Trabajadora del Correo: “Creo que el pueblo argentino tiene que levantarse contra la Ley Bases”

Griselda Ivovich es paciente oncológico y trabaja en la sucursal de Tres Lagos en Santa Cruz hace 24 años. La empresa le dijo que si no acepta el retiro voluntario, le llegará el telegrama de despido y cerrará la oficina en la que desempeña funciones, la única de la localidad. El testimonio en primera persona de su doble lucha: para que su pueblo no sea aislado y para no quedarse sin obra social

Lunes 3 de junio de 2024 12:15

El abrazo a la sucursal del Correo Argentino que realizaron los vecinos de Tres Lagos en Santa Cruz.

El abrazo a la sucursal del Correo Argentino que realizaron los vecinos de Tres Lagos en Santa Cruz.

Nos llamaron por teléfono y nos dijeron que la fecha límite para aceptar los retiros voluntarios era el 24 de mayo. Hubo un comunicado en la página oficial que tenemos de capacitaciones, ahí podíamos mirar cuánta plata nos ofrecían”, relata a La Izquierda Diario Griselda Ivovich. Tiene 46 años, hace 24 trabaja en el Correo Argentino en la sucursal de Tres Lagos, Santa Cruz.

Ella y su compañera de oficina son las únicas trabajadoras en la única oficina del correo de bandera en la localidad. “A nosotras se nos dijo que en un mes o dos se cierra la sucursal. Que contempláramos la opción del retiro voluntario porque si no, nos iban a llegar los telegramas de despido”, cuenta, y denuncia: “Me pareció súper desatinada la forma en que se nos trató”.

Ni Griselda ni su compañera aceptaron el retiro. Quieren trabajar, mantener sus puestos en las oficinas de Tres Lagos y garantizar que la sucursal se mantenga abierta. De lo contrario, los vecinos de la localidad quedarán aislados, como pasó en Corcovado, Chubut, con el despido del único trabajador, Javier Villoldo. Esto no es admisible para Griselda.

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“¿Qué significa que se cierre la sucursal de Tres Lagos? Que los vecinos van a tener que hacer 160 kilómetros ida, 160 de vuelta, hasta Calafate, que es la oficina más próxima, para ir a buscar lo que se necesite, para hacer un trámite”, explica. Esta es una realidad que se repite en decenas y decenas de pueblos en todo el país. Con el cierre de las sucursales en pequeñas localidades, los vecinos se quedarán sin los servicios esenciales que presta el Correo, como el pago de jubilaciones, Asignación Universal por Hijo, ayudas sociales y otras prestaciones.

Por eso, Griselda no se quedó de brazos cruzados. Se negó a aceptar el retiro voluntario, se encuentra en contacto con trabajadores del Correo de distintos puntos del país, impulsan junto a su compañera una juntada de firmas contra el cierre de sucursales, denuncia la situación que atraviesan en radios y medios, y busca tender lazos de unidad con otros sectores populares y trabajadores para frenar las políticas de ajuste que quiere implementar el gobierno de Milei. Además, con orgullo cuenta: “El pueblo de Tres Lagos autoconvocado organizó un abrazo simbólico para justamente manifestar el dolor que le causa a la gente del pueblo que se cierren las oficinas”.

“En lo personal me afectaría bastante porque con 46 años no me siento capaz de buscar trabajo en otro lado. Tres Lagos es chiquito, no hay oportunidad laboral. Para mí es una tristeza enorme que tantos años de trabajo hoy no sean contemplados”, explica. Ella sufrió cáncer de mama y todavía lucha contra la enfermedad. No es lo primero que cuenta en las entrevistas que da en radios y medios para denunciar la situación del Correo. “La lucha me centra en dejar lo mío afuera, a veces me olvido que soy paciente oncológico -cuenta- Todavía estoy medicada. Si cierran acá y me dejan sin trabajo, me quedo sin obra social”.

Quieren repetir la historia

El plan de retiros voluntarios es un primer paso por parte del gobierno para avanzar en la privatización del Correo Argentino. Así lo demostró Camilo Baldini, el actual presidente del Correo Argentino, ex dirigente de La Cámpora y actual funcionario del gobierno de Javier Milei. Aseguró que su plan para la empresa es “la reorganización para modernizarla y hacerla más redituable para el país”, en un comunicado emitido hace unas semanas. Actualmente, se calcula que el plantel quedó reducido a 12 mil u 11 mil que aún resisten en sus puestos laborales.

“Nos dicen que nos van a echar porque, supuestamente, el Correo da pérdida. El Correo no da perdida. Mercado Libre sanciona al Correo por no entregar los paquetes en tiempo y forma, pero es imposible cumplir con expectativas de que el paquete llegue a destino en tres o cuatro días, hay paquetes que llegan mal a propósito, hay que volver a hablar con el cliente, volver a enviarlo y eso es costoso”, denuncia Griselda. ¿Un spoiler? Entre los empresarios que suena fuerte para quedarse con el Correo aparece Marcos Galperín, dueño de Mercado Libre y uno de los empresarios más ricos del país.

Quieren repetir la historia. El Correo, (antes, ENCOTESA) fue privatizado en 1997, dejado en manos del empresario Franco Macri. ¿El resultado de aquella experiencia? Se despidieron a más de 10 mil trabajadores, se cerraron 100 sucursales y el grupo Macri se fue con una deuda de 900 millones de dólares al Estado que nunca pagó. Una página más en la historia de favores a grandes empresarios que ya habían sido perdonados de las deudas de sus empresas durante la dictadura.

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Una lucha que crece

El Correo Argentino es una de las empresas estatales que será privatizada si se aprueba la Ley Bases, que ya recibió dictamen y que en las próximas semanas se votará en el Senado de la Nación. Entre la lista de empresas públicas a privatizar aparecen, además del Correo, Aerolíneas Argentinas, Trenes Argentinos, Radio Nacional y TV Pública, entre otras.

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Por eso, trabajadores en todo el país se encuentran organizándose contra los despidos y cierres de sucursales en pequeñas localidades. Quieren frenar la privatización que el gobierno y sus aliados pretenden sancionar. No están solos. Las comunidades donde prestan servicios han realizado distintas actividades para apoyar su reclamo porque mantener las sucursales abiertas y defender los puestos de trabajo es también pelear para que su derecho a tener un correo de bandera de calidad sea garantizado.

Algunos ejemplos de ello son el importante festival en Trelew que se realizó el 1 de junio, el 7 de mayo hubo un abrazo de vecinos a la oficina postal de Trelew, para acompañar a la empleada despedida Olga Norambuena y exigir su reincorporación ya que, de esa manera puede garantizar el tratamiento por discapacidad de su hija. Lo mismo ocurrió en Corcovado, donde sus vecinos montaron guardia para impedir el cierre de la pequeña sucursal que existe allí. Además presentaron un amparo colectivo para declararla como servicio esencial. Las denuncias aumentaron en los medios de prensa de todo el país. De hecho ya se presentaron recursos de amparos en provincias como Córdoba y Río Negro para impedir el cierre de sucursales en pequeñas localidades.

Por eso, como planteamos desde La Izquierda Diario, el reclamo que crece es también la exigencia a las cuatro federaciones sindicales AATRAC, FOECYT, FOECOP y FEJEPROC para que presenten un plan de lucha serio que impida el escandaloso desguace que el gobierno nacional de Javier Milei aplica en el Correo Argentino. Son cientos los testimonios en todo el país que demuestran que hay voluntad para enfrentar esta situación.

“A los trabajadores del Correo les digo que nos tenemos que juntar, nos tenemos que hacer escuchar. Pido el apoyo del pueblo argentino” agrega, por su parte, Griselda, y plantea sobre la próxima votación de la Ley Bases: “Creo que el pueblo es el soberano, el pueblo es el que tiene el don de dar vuelta todo esto atrás. Creo que es el pueblo de argentino que tiene que levantarse contra una ley que va a ir contra 30, 40 años de trabajo, que si se aprueba esa ley no va a beneficiar a los trabajadores”.