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Red Internacional
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Trabajadora del “hospitalito” de VGG: “los platos rotos los pagan siempre los de abajo”

Desde La Izquierda Diario dialogamos con una trabajadora del hospital “Anselmo Gamen” de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, quien nos cuenta en primera persona sobre la precariedad de los contratos “COVID”, cómo la afectan a ella y a sus compañerxs.

Miércoles 8 de diciembre de 2021 16:47

Comienza contándonos que desde el momento mismo de la entrevista laboral ya les avisaban de esta situación: “Te tomamos por ’contrato COVID’", aclarándole que “no tenía ningún beneficio, que no tenía vacaciones, y que no tenía siquiera posibilidad de faltar por enfermedad”. Y que aceptó este trabajo porque “tenía la necesidad de trabajo, lo tenía que aceptar… soy mamá”, sumándose a los otros dos trabajos que ya tiene. La suma y coordinación de todo esto dificulta mucho su cotidianeidad y le exige "estar muy organizada", lo que, nos cuenta, solo lo puede lograr gracias a que tiene acompañamiento familiar, pero que sabe que hay otras chicas que no lo tienen y que “tienen que estar a las apuradas viendo con quién dejan a sus hijos o cómo se pueden organizar”. También nos cuenta que para poder organizarse se van ayudando entre sus compañeras.
Su realidad y la de sus compañeras es la realidad de miles de trabajadoras de la salud de todo el país que tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes por los contratos basura, la falta de derechos de quienes son monotributistas, los ritmos extenuantes impuestos por la pandemia y la falta de personal, y además, en muchos casos, teniendo que hacerse cargo de las tareas del hogar, la crianza de los hijos o el cuidado de algún familiar mayor. Todos los gobiernos se llenaron la boca diciendo que eran esenciales, pero las siguen tratando como descartables, y no dan ningún tipo de respuesta a su situación.

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Opina que los contratos COVID “son una porquería, que no tienen absolutamente ningún tipo de derecho de nada” y que a mucha gente que ya era contratada desde hacía 2 o 3 años, se los cambiaron por éste para quitarles todos sus derechos. Que hay un montón de personas que quieren pasar a planta, pero que no las pasan con excusas como que no tienen el secundario completo, o porque adeudan dinero del monotributo. Que el sector de mucamas está muy preocupado, también, por sus puestos de trabajo y por sus hijos.
Esto muestra cómo a través de los ’contratos COVID’ el Estado avanzó sobre la precarización de quienes estuvieron en la primera línea, combatiendo la pandemia, arriesgando sus propias vidas, y que son esenciales para la comunidad, ya que fueron quienes nos cuidaron durante todo este tiempo, aunque se ve que para el gobierno de Omar Perotti esto no es así, ya que hace unos días el gobierno provincial anunció el descuento de los días de paro del mes de octubre, lo que se suma a que el 31 de diciembre se finalizan estos contratos y corren riesgo miles de puestos de trabajo. Sobre todo esto, el gobierno provincial todavía no ha dicho una palabra.

Consultada acerca del sindicato, nos dijo que quienes son monotributistas no están afiliados a ninguno. Que están UPCN y ATE: sobre los primeros opina que hacen cosas “para hacerse ver, para hacerse notar’’. Y que “esto (las condiciones de los contratos COVID) ellos lo sabían desde un principio, esto podría haberse previsto antes”, pero que UPCN “como que nos mantiene ahí calmados”. Y que ATE agarra un poco más la posta de “che, vamos a hacer esto”, aunque opina que “UPCN transó un poco más que ATE en el hospital”.
Hace unos días, en el Gamen se votó en asamblea el paro del día lunes de 10 a 15 horas. Siguiendo este ejemplo, es necesario que en todos los hospitales de la provincia, centros de salud y dispositivos, se hagan asambleas para decidir democráticamente el destino de nuestra salud. Tanto SiPruS como ATE y UPCN se tienen que poner a la cabeza de organizar esto.

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En estos días el gobierno nacional está llevando a cabo las negociaciones con el FMI. El pago de esa deuda significa mayor hambre y ajuste para el pueblo trabajador. El riesgo de pérdida de miles de puestos de trabajo, así como el avance en la precarización de los trabajadores de la salud no se puede pensar por fuera de esto. Es el ejemplo concreto de que, como dice nuestra entrevistada: “los platos rotos los pagan siempre los de abajo”.

Pero hay otra salida: este sábado 11 de diciembre, el Frente de Izquierda Unidad junto a más de 100 organizaciones sociales, políticas y sindicales de todo el país, convocan a una gran movilización para iniciar la resistencia a la Argentina del FMI, como un punto de partida de las luchas que vendrán al calor del infierno del Fondo. La cita es en Rosario, en la plaza Sarmiento a las 16hs. ¡Tenemos que ser miles que digamos NO al pago de la deuda y al ajuste del gobierno!

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