El colectivo de empleadas del hogar Territorio Domestico y del Observatorio Jeanneth Beltrán, acaba de publicar el primer cuaderno sobre estrategia de lucha y forma de sindicalismo que necesitamos llevar a cabo las empleadas del hogar para acabar con la precariedad y la esclavitud moderna del siglo XXI.
Viernes 9 de julio de 2021
EL cuaderno conlleva un título sugerente: Biosindicalismo desde los territorios domésticos, nuestros reclamos y nuestra manera de hacer. Un cuaderno con ilustraciones incluidas que nos ayuda a adentrarnos en la representación de la vida cotidiana y de lucha que llevamos a cabo las trabajadoras del hogar, un colectivo feminizado y racionalizado en su mayoría de mujeres con historias compartidas.
📆 No os perdais hoy a las 18 hrs, la presentación del #Cuaderno1 #FeminismoSindicalista en @traficantes2010, con la participación de nuestra compañera Rafaela Pimentel. ✊🏿✊🏿
También podeis seguirlo en el Youtube de @LaLaboratoria en el siguiente enlace👉🏿 https://t.co/QQfRzlZy1m pic.twitter.com/CsCN9cL3Hv— SINTRAHOCU (@sintrahocu) June 23, 2021
Este libro se ha podido llevar a cabo con los relatos de las compañeras de Territorio Domestico, Rafaela Pimentel Lara, Constanza Cisneros Sánchez, Amalia Caballero Richard y Ana Rojo Delgado, ellas explican como otro sindicalismo es posible, ´´ las reflexiones de las trabajadoras de este sector con los sindicatos no es nueva, en todos años de lucha, por unos derechos laborales dignos para el empleo del hogar y los cuidados, hemos estado en contacto con diversos sindicatos”.
´´El trabajo doméstico se desarrolla en un marco diferente a aquel en el que los sindicatos están acostumbrados a moverse, no hay una gran empresa, sino hogares dispersos entre sí. Y por lo tanto, no existe una gran patronal, sino un montón de familias, cada trabajadora trabaja sola y aislada del resto, y no hay espacios de reunión donde las trabajadoras puedan encontrarse´´.
Con esta reflexión llegamos a la conclusión de que las organizaciones sindicales tienen que dar un paso adelante y escuchar a estos sectores, asumiendo que la lucha no pasa por ser solamente sindical, sino que tienen que implicarse de fondo en las principales cuestiones políticas que nos afectan, como exigir acabar con la ley de extranjería y el cierre de los cíes. Solo así se podrá mitigar el abuso por parte de la patronal con las personas migrantes, permitir la libertad de movimiento sin la persecución y tiranía por parte de la policía y poder acceder a una sanidad universal y a una educación pública y de calidad.
Se tiene que asumir la lucha por acabar con los desahucios y en su lugar apostar por la construcción de viviendas sociales donde no se permita que llegue el brazo de los fondos buitres y el abuso de los alquileres impagables. También es necesario exigir medidas como la nacionalización de las empresas energéticas bajo el control obrero para acabar con el abuso de subidas injustificables que atacan a nuestras condiciones de vida más elementales.
Por último, una de las reivindicaciones centrales de las trabajadoras domésticas es la de poder acceder al subsidio del desempleo, un derecho básico que tanto gobiernos del Psoe como del PP nos han negado.
En estos últimos años las trabajadoras de distintos sectores han dado un paso adelante y se han organizado creando diferentes sindicatos, como las Kellys, las trabajadoras de servicio a domicilio, o el reciente sindicato de empleadas del hogar SINTRAHOCU.
Las compañeras protagonistas nos cuentan que a lo largo de´´ nuestro camino de lucha, nos hemos encontrado con muchas dificultades, muchas compañeras trabajan de internas y solo libran un día a la semana o incluso uno al mes, otras tienen largas jornadas, se les acumulan las preocupaciones y el dinero no les llega para pagar el billete y venir a la reunión. Hay mucha movilidad porque los trabajos cambian y de repente a una compañera que venía mucho le cambian los horarios o se tiene que ir a otra ciudad para encontrar empleo´´. Y es que son muchas las dificultades que tienen que sufrir día tras día las trabajadoras en la lucha para defenderse del despotismo patronal, más aun en un sector tan precarizado como el nuestro.
Al final de este cuaderno en páginas de color Salmon nos encontramos con relatos de algunas mujeres contando sus experiencias, sus dramas, cuentan como migraron a nuestro país en busca de una vida mejor y como sus sueños se rompieron cuando cruzaron nuestras fronteras.
Por eso, desde aquí solo puedo animar y decir a todas estas mujeres que son mis compañeras que solo la lucha organizada nos liberara de las cadenas de la explotación, de la opresión, del patriarcado, del racismo, de la homofobia. Sois un ejemplo de cuál es el camino que todas y todos tenemos que seguir para avanzar en nuestra lucha contra este sistema que solo nos ofrece miseria.