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Red Internacional
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Mundo Obrero. Trabajadoras y usuarios denuncian peligrosas condiciones en el Metro

El nuevo director del Metro es dirigente del Panal-DF y un ex militante priista. Este Sistema de Transporte enfrenta grandes problemas en atención a usuarios y de corrupción en el Sindicato, pero parece que el recién nombrado director llega a cubrirlos, no a solucionarlos.

Gabriel Bagundo

Gabriel Bagundo México | @g_bagundo

Sábado 15 de agosto de 2015

El día jueves 13 de agosto un grupo de trabajadoras y trabajadores del Metro, en donde destacan las taquilleras, se manifestaron en las puertas del edificio de Gobierno Capitalino donde despacha Miguel Ángel Mancera. Los trabajadores denunciaron la corrupción que impera en el Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Algunas trabajadoras tienen hasta 30 años de servicios y no han podido acceder a una mejora en la plaza laboral que ocupan, debido a la falta de claridad en el reglamento y en el proceso escalafonario. Esto se debe fundamentalmente a que las plazas son otorgadas a discreción por el dirigente charro del Sindicato: el diputado local priista Fernando Espino Arévalo.

Para que un Sindicato represente y defienda los intereses de la base trabajadora, los representantes sindicales deben de ser rotativos y revocables, y las decisiones deben tomarse de manera democrática en asambleas de base. Esto no ocurre en el Sindicato encabezado desde hace años por diputado Fernando Espino, quien ha puesto en la nómina del Sindicato a familiares y allegados suyos. El último escándalo en este tema fue cuando tuvo que cesar a Michael Gabriel Lozada Álvarez, un boxeador ligado al crimen organizado, cercano al dirigente sindical del Metro.

Ante la falta de apoyo de su Sindicato, y el desprecio de las viejas y nuevas autoridades, las trabajadoras y los trabajadores anunciaron que de no recibir respuesta iniciarían una serie de movilizaciones. Los trabajadores han sido señalados por las autoridades de ser los responsables de las malas condiciones del sistema y de los accidentes que en él han ocurrido.

Jorge Gaviño asume la dirección del STCM

El pasado 2 de julio, Miguel Ángel Mancera pidió la renuncia e hizo cambios en todo su gabinete. Días más tarde también cesó a Joel Ortega y anunció que Jorge Gaviño Ambriz sería el nuevo titular del Metro, en sustitución de Joel Ortega, ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública del D.F. cuando ocurrió el asesinato de jóvenes en el “News Divine”. Bajo su administración en el metro se subió la tarifa de 3 a 5 pesos, dejó de funcionar la Línea 12 y ocurrió el accidente de la estación Oceanía.

El nuevo titular del STCM, Jorge Gaviño, es un político, ex militante del PRI, Presidente del Partido Nueva Alianza (Panal) en el D.F., y también Presidente de la Comisión Investigadora de las fallas de la línea 12 en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

El anuncio de quién sería el nuevo titular del Metro lo hizo por adelantado el propio Fernando Espino con bastante complacencia. El nuevo titular del Metro y el dirigente sindical compartieron sus diputaciones locales en la saliente Legislatura Local del DF, y ahora también lo harán en la dirección del transporte público más importante de la capital.

“Todo falla en el Metro, pero los usuarios no peligran”

El 11 de agosto, Jorge Gaviño presentó el “Diagnóstico del Sistema de Transporte Colectivo Metro”, en donde señala que existe una importante falta de trenes, se presentan fallas cada mil 700 kilómetros, existen hundimientos en la zona oriente de la capital (donde se ubican los sectores más populares), hay importantes fallas en los sistemas de freno, y se tiene la urgencia de cambiar la señalización y el pilotaje automático en por lo menos 8 líneas del Metro. Señaló que “hasta los trenes nuevos fallan en el Metro”.

Pero en sus conclusiones señaló que “todo falla en el Metro, pero los usuarios no peligran”, mostrando la poca importancia que este nuevo director le da a la vida de los trabajadores del STCM y a la de los usuarios que diariamente usamos este transporte para llegar a nuestros trabajos y escuelas. Tan sólo de abril a junio de este año, el STCM tuvo una afluencia de 398,766,085 usuarios, según las cifras oficiales, y con las pésimas condiciones del Metro estamos expuestos cotidianamente a un nuevo accidente como el que ocurrió en la estación Oceanía.

La Línea 12 se “parchó”, no se reparó

Jorge Gaviño fue presidente de la Comisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que investigó los problemas de la Línea 12. Los resultados de esta Comisión no rindieron frutos para los usuarios, quienes después de 17 meses seguimos sin poder utilizar la última la Línea Dorada.

El Informe Final de esta Comisión tuvo importantes tintes políticos. En sus resultados, la Comisión trató de ajustar cuentas con el ex Jefe de Gobierno Marcelo Ebrad Casaubon, al señalarlo como uno de los principales responsables junto a alguno de sus colaboradores, evitando que pudiera tener un cargo de elección popular en las pasadas elecciones.

Pero ni Marcelo Ebrad, ni los directivos de las multimillonarias empresas constructoras que participaron en el fraude de la Línea 12, enfrentaron seriamente a la justicia.

De hecho, Jorge Gaviño asume el cargo consciente de que la Línea 12 debió de ser demolida y reconstruida en varios tramos, porque sus curvas están mal planificadas y constituyen un serio riesgo a la seguridad de todos los usuarios. Su nuevo cargo es quizá un pago por no enfrentar a estas poderosas empresas y por mantener en la impunidad a varios de los responsables.

Los trabajadores son quienes pueden garantizar la seguridad en el Metro

Las trabajadoras y los trabajadores de base que hoy denuncian y pelean en contra de la corrupción que impera en el Sindicato, así como la falta de material, mantenimiento y presupuesto en el STCM, son los únicos que conocen las deficiencias que ponen en riesgo la seguridad de los usuarios.

Todos los días ponen su esfuerzo en reparar y mantener en el sistema de transporte, pese a las limitantes con las que los funcionarios y el sindicato los hacen trabajar. Si expulsaran a los charros del Sindicato y tuvieran un lugar en la administración del Metro, los usuarios viajaríamos en mejores condiciones de seguridad, comodidad e higiene. Esto no ocurre así porque el Metro hoy por hoy se utiliza como un botín político y económico tanto del Gobierno del Distrito Federal, como del diputado local priista Fernando Espino.

Desde las páginas de La Izquierda Diario, mandamos toda nuestra solidaridad con las trabajadoras y los trabajadores en resistencia contra la burocracia sindical y por mejores condiciones de trabajo en el Metro, que redunden en una mejor atención a los millones de usuarios.