Este artículo está siendo escrito por un grupo de empleados, actuales y activos, que hablamos en representación de todos quienes se sientan identificados, ya que el sindicato vendido y blando jamás defiende nuestros derechos básicos.
Jueves 1ro de marzo de 2018
Es bien sabido que en generaciones pasadas ser banquero era sinónimo de respeto, de admiración y de vidas ejemplares. Hoy en día ser banquero, sobre todo en Banorte [1] que se jacta de ser unos de los mejores lugares para trabajar en Mexico, es sinónimo de esclavitud. Esclavitud adaptada al nuevo siglo en donde las interminables 12 horas laborando te privan de una calidad de vida a la que todos tenemos derecho.
Además de tu jornada laboral de “8 horas”, en las que tienes que aguantar la soberbia de jefes insatisfechos, gritos de clientes insatisfechos, defraudados, acosados o desilusionados que tienes que sacar de problemas, debes enfrentar problemas ocasionados por sistemas deficientes y tecnología barata en la que invierte esta institución, ya que a pesar de ser "El Banco Fuerte de México" no se compara en innovación a otros bancos como Bancomer, HSBC o Banamex.
Este artículo está siendo escrito por un grupo de empleados, actuales y activos, que hablamos en representación de todos quienes se sientan identificados, ya que el sindicato vendido y blando jamás defiende nuestros derechos básicos.
En Banorte es característico que si tienes un nivel salarial de cajero, vayas ascendiendo. Por consiguiente, ascienden tus responsabilidades y funciones, pero todo pagado con la misma moneda. Es decir, ¡es ofensivo solicitar un aumento que vaya en función a tus responsabilidades! Prácticamente el solicitar el ajuste de sueldo es vetarte dentro del banco.
Eso sí, las metas cada año son más altas, cada vez exigen más, cada vez nuestros esfuerzos son insuficientes, cada vez se avorazan y avorazan más. El banco busca en su programa 20|20 ser el mejor banco de México con la mayor utilidad a costa de empleados que apenas si les queda tiempo de ver a su familia, de pasear a su perro, de ir al cine. Empleados que se olvidan de comer en todo el día, por quedar bien con el jefe y que al final de todo nadie te lo agradecerá, ya que entregas toda tu vida. Dejas toda tu vida en un escritorio gracias a las ambiciones de quienes manejan esta empresa [2].
Vamos a hablar de números del grupo financiero Mexicano más grande, sí, del "Banco Fuerte de México", quienes cada año reportan utilidades de miles de millones de pesos y a sus empleados les toca un miserable mes de sueldo. Vamos a hablar del Bono Anual, un bono que muchos de nosotros esperamos con ansias, quizá para poder comprarle ropa a tu hijo. $4,000 pesitos.
Todo el año esperando por 4 mil pesitos que se van en una semana por los compromisos y gastos familiares, las vacaciones. Todo esto condicionado a que cumplas tus metas como si no fuera un derecho como trabajador recibirlas. Te amedrentan, te amenazan, te pendejean en juntas a las que tienes que asistir, además, ¡después de tu jornada laboral!
Creo que es injusto que todo esto pase por alto. Ya somos demasiados convocados en una red social interna a nivel nacional, quienes en próximos días convocaremos a través de ese medio un paro nacional de labores. Que sepa el banco lo que pierde por un día que no abramos, que se ejerza presión o en su defecto que se pronuncien los directivos con mejoras en sueldos, prestaciones, bonos y utilidades. ¡Estamos hasta la madre!
Continuará...
Olvidaba un detalle. En las cenas navideñas, los regalos de la rifa son: las vajillas y los vasos que sobraron de sus campañas de regalos para los clientes. Es decir, las sobras.
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[1] Banorte es el segundo grupo financiero más importante de México. Fundado en 1889 como un banco regional, fue adquirido durante la privatización de la banca en México de 1992 por Roberto González Barrera (también fundador de MASECA y Mission Foods). Actualmente está en manos de Carlos Hank González, nieto de González Barrera y de Carlos Hank González (patriarca del PRI y del grupo Atlacomulco, gobernador del Estado de México de 1969 a 1975), hijo del empresario Carlos Hank Rhon, incluido por Forbes en su listado de multimillonarios de 2012.
[2] Banorte cerró 2017 con ganancias por más de 24 mil millones de pesos.