Estando en su tercera semana de huelga los trabajadores lograron que la patronal minera Austral Gold diera su brazo a torcer. Un gran triunfo que demuestra que sí se pueden conquistar las justas demandas de los trabajadores.
Domingo 7 de junio de 2020
La huelga comenzó el 10 de mayo con la toma de las dependencias de la compañía minera Guanaco, ubicada en la comuna de Taltal, debido a la intransigencia de la empresa para responder a sus demandas.
La pelea estaba difícil, ya que la minera, presidida por Eduardo Elztain, uno de los empresarios más millonarios de Argentina, prefería perder millones antes que ceder a los trabajadores.
Los trabajadores reclamaban diversas mejoras salariales, pero también denunciaban la complicidad de la Dirección del Trabajo que les pretendía imponer una jornada de turnos excepcionales de manera ilegal.
Durante el transcurso de la huelga los trabajadores buscaron aliarse con los trabajadores de Minera Franke, con quienes conformaron un comité de huelga para unir ambos conflictos de ambas empresas.
Para empujar a la empresa a negociar realizaron cortes de caminos los cuales fueron reprimidos por la policía dejando a un compañero herido, pero no desmoralizó a los trabajadores quienes se negaron a dar pie atrás.
Así mismo, mientras pasaban los días se hizo fundamental la solidaridad, sobre todo debido a un prejuicio antiminero, pero bastaba mirar el apoyo de las familias para ver que lo mineros son del pueblo.
Finalmente, esta semana se cerró el conflicto de manera favorable para los trabajadores quienes demostraron que no hay que agachar la cabeza ante los empresarios en tiempos de pandemia, sino que sí sirve luchar.
Desde La Izquierda Diario seguimos atentamente su lucha debido a que los mineros de Guanaco venían de diversas experiencias de solidaridad, por dar un ejemplo fueron parte de la confección de mascarillas y alcohol gel en coordinación con trabajadores de la salud y de educación, al alero del Comité de Emergencia y Resguardo de Antofagasta.
Más recientemente aportaron recursos para levantar una olla común en la población Miramar, a la que además donaron los recursos dispuestos para sostener la huelga que les sobraron.
La victoria de los mineros debe ser una victoria de todo el pueblo trabajador, son un ejemplo de solidaridad y de lucha.