A raíz de la iniciativa de la fábrica recuperada Madygraf, para producir alcohol en gel y mascarillas sanitarias, los trabajadores de la tercerizada Secco iniciaron una colecta interna entre los trabajadores.
Sábado 28 de marzo de 2020
Ante la pandemia producida por el Covid-19 resurge con más fuerza la solidaridad de clase: la fábrica recuperada Madygraf, junto a los estudiantes de la universidad de San Martín, decidió volcar su fuerza productiva a elaborar sanitizante y mascarillas para enfrentar la pandemia desde su fábrica.
A raíz de esta iniciativa, los trabajadores de Secco iniciaron una colecta interna para colaborar con los recursos materiales para esta causa. Desde sus puestos de trabajo, los trabajadores eléctricos ven la necesidad de la más amplia solidaridad para paliar esta crisis sanitaria, ya que las medidas tomadas por el gobierno resultan insuficientes con un sistema de salud vaciado.
El ejemplo de Madygraf muestra la fuerza de la gestión obrera en una fábrica y que se trata de revertir las prioridades, es decir poner la fábrica a producir en beneficio del pueblo laborioso y no de mantener las ganancias en un contexto de crisis como lo sostienen las empresas privadas. Este ejemplo se está replicando a lo largo y ancho del país, como las obreras de la cooperativa textil Traful Newen, que tiene la capacidad de producir más de 200.000 barbijos para el sistema de salud provincial. Los trabajadores del Astillero Río Santiago se pusieron a fabricar alcohol en gel. En Mendoza distintos trabajadores y trabajadoras fabrican mascarillas con impresoras 3D, los docentes en todo el país se pusieron al hombro los merenderos y estos ejemplos siguen.
La salida a esta crisis es de la mano de la clase obrera en Argentina y en todo el mundo, por eso desde Secco nos sumamos a este movimiento que nace al calor de la crisis.
