Trabajadores de base fueron convocados este jueves y viernes desde las 6:00 horas a presentarse en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Sin embargo, no se han presentado ni protección civil ni la comisión de control y vigilancia para determinar el estado de los edificios.
Yara Villaseñor Socióloga y latinoamericanista - Integrante del MTS - @konvulsa
Sábado 23 de septiembre de 2017
En asamblea, los trabajadores de base definieron, a pesar de las indicaciones del Comité Ejecutivo, que no hay condiciones producto de múltiples grietas y desprendimientos en paredes y techos de los edificios.
El edificio H, el más nuevo de la facultad y que costó apróximadamente 80 millones de pesos, es uno de los que más daños presenta.
Debido a la falta de dictamen que asegure la viabilidad del ingreso a los edificios, trabajadores de base se resisten a volver a sus funciones frente al desconocimiento sobre el riesgo que implican los daños producto del sismo. La administración de la facultad ha forzado a abrir las instalaciones como en todas las dependencias.
A pesar de la oposición de la base, que votó por unanimidad no volver hasta una dictaminación efectiva, no hubo oposición de la dirección del STUNAM a las medidas de las autoridades universitarias.
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Es contradictorio que la orden para el personal de base sea volver a las instalaciones cuando a estudiantes y académicos no se reintegrarán hasta el día lunes, según instrucciones de Rectoría, una clara muestra de que la vida de los y las trabajadoras no importa a la administración ni a las autoridades universitarias y que su interés es totalmente afín a la política del gobierno de presionar para la "normalización" de la ciudad tras el sismo, pasivizando el descontento, evitando que trabajadores y jóvenes se sumen a las tareas de rescate y reconstrucción.
Además, la tarde de este viernes la administración de la FCPyS amenazó a los trabajadores con levantarles actas administrativas si no volvían a sus labores. Los trabajadores denuncian el hostigamiento de la administración de la directora Angélica Cuéllar y el secretario general Arturo Chávez, que expone a los trabajadores y en lo que va de su gestión ha sancionado y despedido a más de dos decenas de trabajadores administrativos y académicos de asignatura.
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En estos momentos de crisis humanitaria, contra las medidas del Gobierno, el sindicato debe ponerse al frente de convocar otras organizaciones tendrían que promover la participación de trabajadores, estudiantes y académicos en las labores de rescate y reconstrucción de la ciudad, donando víveres y recursos para comprar material de construcción, equipo e insumos que permitan minimizar los daños que sufren los damnificados del sismo y poniendo a disposición los recursos materiales y humanos de la universidad al servicio del pueblo pobre y trabajador.
