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Red Internacional
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Hospital regional de Antofagasta. Trabajadores de la Urgencia denuncian falta de médicos y sobrecarga laboral

Por orden del Servicio de Salud retiran a 1 medico de cada turno de Urgencias, para reubicarlo en una nueva unidad recién creada. Con esto perjudican tanto a trabajadores como a usuarios.

Sábado 4 de mayo de 2024

Días después del 1ero de mayo, Día Internacional de las y los Trabajadores, surge la denuncia por parte de trabajadores del Hospital Regional de Antofagasta al concretarse el anuncio de disminución del personal médico en el servicio de urgencias. Esto debido a órdenes del Servicio de Salud, administrado por el gobierno de Gabriel Boric, a través, director del hospital, Antonio Zapata, que instruyen a la jefatura de urgencias sacar de manera arbitraria a 6 médicos en orden de habilitar una nueva área de Unidad de cuidados Intermedios cardiológicos, UTI cardiológica.

Sin lugar a dudas la apertura de nuevas áreas o de más camas en el hospital de referencia de la macro zona norte implicaría una mejoría en la atención a la población, sin embargo, esto se hace sin invertir más recursos, sin contratar el personal necesario para levantar nuevas áreas, sino que se hace en detrimento de la atención en otras áreas, en este caso un área crítica que ya cuenta con sobrecarga y largos tiempos de espera para la atención de sus usuarios como es el servicio de urgencias.

Un malabarismo de recursos frente al que las y los trabajadores del hospital ya se encuentran cansados. “Nos piden números, nos agobian con más trabajo, y al mismo tiempo nos quitan personal”, se escucha por los pasillos de la urgencia, luego de que el día de ayer en plena mañana retiraran a uno de los médicos del turno para que comenzara funciones en otra área.

Los tiempos de espera que ya son largos en la urgencia, debido entre otras razones, como al colapso del número de camas por pacientes con problemas de salud mental, serán mucho mayores si consideramos que, de manera permanente, contarán con menor cantidad de médicos por turno, enlenteciendo y entorpeciendo más aún la pronta atención a gran número de la población que acude a este recinto, es decir mayor precarización para la atención de usuarios.

Ante esta situación se hace clave cuestionarnos ¿Dónde se van los recursos y cómo se administran estos recursos en el hospital? ¿Quién toma las decisiones que afectan a trabajadores y usuarios?

Sabemos que recursos hay. Por poner un ejemplo, Escondida BHP, a diciembre del 2023, tuvo ingresos anuales que alcanzaron los US$6.925 millones, aumentando un 8% sus ganancias respecto del año anterior.

Todas esas ganancias las obtienen de recursos naturales que no deberían estar en manos de unos pocos empresarios nacionales y transnacionales, sino que puestos en función de las grandes mayorías, en lugar de irse al bolsillo de magnates internacionales como los dueños de BHP o nacionales como Luksic que además es el responsable de las zonas de sacrificio en la región. Todas estas ganancias contrastan con los apenas US$90.000 de Rotalty para todo Chile, y los US$2.900 que llegan a antofagasta, siendo migajas que no alcanzan para las enormes necesidades sociales. Por esto, es clave nacionalizar los recursos naturales como el cobre y el litio, gestionado por las y los trabajadores y de esta forma frenar con el saqueo y poder solventar las necesidades de la población.

Por otra parte, está el problema de quien administra los escasos recursos que se entregan para hacer andar el hospital más grande de la zona norte, donde recae todo en manos del director quien desconoce lo que se vive en estos lugares críticos de atención y no es él quién debe enfrentarse a la precarización a la que arroja a las trabajadoras y trabajadores de la salud. Por esto, la gestión y administración debería estar en manos de trabajadores y usuarios puesto que son quienes realmente saben cuales son las necesidades para sacar día a día a flote la salud pública que está totalmente desmantelada gracias al modelo de salud de marcado que heredamos de la dictadura.

Las trabajadoras y trabajadores de la salud debemos organizarnos, puesto que hemos visto cómo este gobierno de Gabriel Boric, que se dijo del pueblo y las demandas sociales, no ha hecho más que continuar con la profundización de la precarización de la salud, tal como lo vimos como con los despidos a honorarios COVID y como lo vemos ahora que para solventar la necesidad de más camas precariza otros servicios en vez de contratar al personal necesario. No podemos seguir esperando más golpes, ni confiando pasivamente en los gremios de la salud que como hemos visto, ponen paños fríos y trabajan de la mano del gobierno. Es tiempo de que comencemos a organizarnos desde abajo para tener una alternativa política que nos represente y poder dar una respuesta que enfrente la precarización de la salud pública que conlleva agobio laboral, contratos inestables y además una atención precaria a la mayoría de la población.