Empresarios obtuvieron ganancias en el sector por más de ocho mil 104 millones, a los trabajadores les dieron un aumento salarial de dos centavos la hora. Los dos sindicatos más grandes del país realizaron una huelga en Panamá.
Viernes 20 de abril de 2018
Frente a una industria multimillonaria que acumula mayor ganancia a costa del esfuerzo de los trabajadores de la construcción de Panamá, éstos decidieron paralizar cientos de obras con una poderosa huelga nacional indefinida para exigir aumentos de salarios acordes al margen de ganancias.
Los trabajadores vienen de realizar una serie de jornadas de protestas, que se han acentuado desde el pasado 18 de marzo cuando unos 140 mil obreros paralizaron labores en más de mil 500 proyectos en todo el país. La dirigencia sindical ha declarado que se mantiene en mesa por la convención colectiva con la Cámara Panameña de la Construcción Capac) y están dispuestos a negociar a partir del 60 % de aumento escalonado en 4 años, mientras que la industria no cede del 2 %.
El sector de la construcción en Panamá es uno de los principales bastiones de la economía, por lo que la huelga fue anunciada para este jueves de forma indefinida, lo cual podría poner en jaque a empresarios con pérdidas millonarias y atrasos en importantes obras como la ampliación del aeropuerto internacional de Tocumen y la línea dos del metro, entre otras.
Mientras continúa la mesa de negociación, el movimiento popular panameño se ha unido a las protestas en solidaridad con los trabajadores de la construcción. Cabe señalar que el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs) se mantiene negociando la convención colectiva desde hace 6 meses con la Capac.
El plan de lucha de los trabajadores tiene contemplado un paro general para este viernes en la provincia norteña de Colón, donde se pretende que el gobierno formalice una negociación y “diálogo” para tomar en cuenta el criterio de la comunidad, ya que los colonenses sostienen que no han sido incluidos en asuntos que los afectan por el programa gubernamental de inversiones sociales en la ciudad caribeña.
Como respuesta, el propio presidente del país, Juan Carlos Varela, suspendió las mesas temáticas de conversaciones hasta que los colonenses desistan del llamado a huelga, al tiempo que múltiples amenazas fueron lanzadas de que mantendrán las escuelas y comercios funcionando.
Las posiciones están actualmente en los extremos: la Cámara Panameña de la Construcción (Capac) ofreció a los trabajadores un aumento de dos centavos la hora en el salario a convenir hasta 2021 y el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) exige el 15% anual sobre la remuneración actual.
En auxilio de esos empresarios salió la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura (Cciap) que en su columna dominical señaló que ‘nuestra economía no resiste un ajuste drástico que provocaría un encarecimiento escalado de los bienes inmuebles’.
Durante la negociación Capac-Suntracs, que ha durado varios meses, la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Promotores de Vivienda, Elisa Suárez, declaró a los medios que existe una caída del 19% en las ventas inmobiliarias de 2017, como resultado de lo que está pasando a lo interno del país. Explicó que la mayoría de los promotores indican que el descenso se debe a los requisitos más estrictos de los bancos y el aumento de la tasa de interés de la Reserva Federal estadounidense, por lo que menos clientes clasifican para créditos.
La cúpula empresarial ha declarado que “Los anuncios de huelgas del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) y de organizaciones cívicas de Colón fundamentan la preocupación de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) y de otros diversos sectores sobre el impacto de dichas medidas en el desempeño económico de Panamá”, indica una declaración.
Al cierre de esta nota, miembros del gobierno se reunieron con empresarios, representantes de la Cámara de Comercio y de la Asociación de Usuarios de la Zona Libre en donde evaluaron la situación sobre el llamado a huelga. Por su parte, el Ministro de la presidencia Álvaro Alemán ha declarado que la huelga en la provincia de Colón es ilegal y aunque ha hecho un llamado a realizar un día normal de trabajo con una fuerte presencia policial, las protestas no ceden durante la jornada.
La huelga de los trabajadores de la construcción en Panamá puede fortalecerse no sólo con la comunidad y sectores populares, sino con la solidaridad efectiva de otros sectores de trabajadores que han levantado la voz frente a las injusticias del actual gobierno; tal es el caso del magisterio panameño y otros sectores en lucha.