Desde las 00:00 horas del viernes cuando el presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento social obligatorio, los medios de comunicación han insistido con el "quedate en tu casa" pero han estado evitando hablar de la precariedad y la escasez de insumos con la que tienen que trabajar día a día los trabajadores de la salud y limpieza en hospitales, salitas municipales y clínicas. Han difundido ampliamente los hospitales de campaña que arman los militares en Campo de Mayo para ocultar el estado calamitoso en que se atienden los barrios más carenciados de la zona Norte.
Martes 24 de marzo de 2020
Norma delegada del hospital mercante - YouTube
La Izquierda Diario dialogó con aquellos que están en la primera línea de trabajo y peligro de contagio de la pandemia del SARS-COV2.
Una enfermera municipal del distrito de Malvinas Argentinas afirmó: “La situación es pésima. Tuvimos una charla de lineamiento y todo queda en la teoría. A medida que daban la charla nos decían que no es necesario guantes ni camisolín, que no necesitábamos profilaxis. Solamente si nos tose en la cara el paciente se corre riesgo". Por otro lado, aseguró que no hay insumos básicos suficientes "en lo personal me entregaron 3 barbijos que tenemos que usar a lo largo de todos estos días hasta el 31 de marzo”.
“Acá, en Malvinas, el Municipio dice que de la puerta para afuera está cumpliendo al "pie de la letra" los protocolos de Provincia y Nación. Pero de la puerta para adentro, donde estamos nosotras, no hay nada, no tenemos nada. Usamos un desinfectante de una botella de 250ml para una sala grande, de nuestros bolsillos sale la plata para comprar un bidón de 5 L de lavandina” finalizó.
Una trabajadora de limpieza del Hospital Mercante de José C. Paz contó a este medio cómo enfrentan la emergencia sanitaria en su sector: “Nosotros no tenemos las cosas para trabajar y los servicios no nos pueden dar porque dicen que no tener insumos. Hoy nos dejaron alcohol, pero muy poco, y un pedacito de jabón chiquitito cortado de jabón en pan. No tenemos barbijos, ni camisolín, ni botas, ni cofia, para entrar a los servicios a limpiar”.
Y agregó: “Nuestro jefe no se acerca hablar con nosotros, es un desastre. Al franquero lo tienen descuidado, nadie viene hablar con nosotros sobre cómo tenemos que trabajar o cómo tenemos que prevenir todo esto. Todavía no tuvimos ni una charla con infectología para saber cómo trabajar y prevenirnos del virus”.
Los trabajadores de los sectores de análisis clínicos tampoco están exentos de las dificultades y carencias que sufren el resto de sus compañeros. Así nos contaba una trabajadora del sector de análisis clínicos de Hospital Mercante: “En el laboratorio hacemos 3 análisis que ayudan a la detección del COVID 19. Nos faltan los materiales y nos tenemos que arreglar con cosas viejas y rotas. También faltan guantes que es lo primordial, alcohol en gel, alcohol medicinal... Creo que las primeras medidas que se tendrían que tomar es invertir en salud para estas cosas básicas. Creo que el gobierno tuvo meses para planificar la situación. Tendrían que haber comprado reactivos o haber fabricado nacionalmente para hacer test masivos a toda la población y asegurar el aislamiento de los infectados”.
Como estos hay miles de relatos de los trabajadores del sector que evidencian el abandono de la salud pública por parte de los gobiernos Nacional, Provincial y Municipales hace décadas. Estos se dicen unidos para enfrentar esta pandemia,y las medidas que toman son de financiar a las Fuerzas Armadas para patrullar las calles pero no garantizan las condiciones mínimas de seguridad sanitaria, ni de los trabajadores de la salud ni de los pacientes que se van a atender en los hospitales.
En las mismas zonas donde ocurre todo esto se están poniendo en pie comités de solidaridad de docentes, estudiantes y trabajadores de José C. Paz, Malvinas Argentinas y San Miguel, para juntar productos de limpieza y productos necesarios para los trabajadores de los hospitales. Los integrantes de estos comités aseguran que la forma de salir de esta crisis no va ser individual, sino colectiva; donde la solidaridad y fuerza de los trabajadores le gane a los padecimientos que imponen los gobiernos y empresarios.
Para esto hay que invertir las prioridades, con la unificación del sistema de salud pública y privada, bajo control de sus trabajadores. Llevando adelante test masivos para la población, para conocer la situación real de la cantidad de enfermos en el país. Método que la OMS recomienda para la mejor prevención contra el virus. Son las medidas básicas que se deben tomar para afrontar la crisis social y sanitaria.