El coronavirus ya fue declarado pandemia por la OMS y está azotando al mundo. ¿Qué medidas proponemos discutir desde la Agrupación Violeta en las telecomunicaciones? ¿Qué deberían hacer los sindicatos?
Lunes 16 de marzo de 2020 20:56
Esta pandemia se da en el marco de una crisis estructural de la salud pública, en el caso de Argentina agravada por el gobierno de Macri en los últimos cuatro años; y también en otros países donde hubo fuertes recortes como en Italia, donde en la última década se recortó 37 mil millones de euros, lo que significa menos camas, menos personal y menos capacidad para afrontar una crisis. Hay una emergencia, recursos hay, pero no pueden ir para la deuda fraudulenta ni para los buitres, sino a las necesidades de las mayorías.
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Las y los trabajadores de las telecomunicaciones somos parte de quienes hacemos funcionar las comunicaciones de todo el país, desde la telefonía fija, móvil/celulares e internet el cual cientos de trabajadores con el teletrabajo van a darle mayor uso desde sus casas frente a la crisis sanitaria.
Con esta pandemia, las empresas de telecomunicaciones no van a perder ganancias, por el contrario, van a aumentarlas con la conectividad del teletrabajo, o por el propio aislamiento o cuarentena que lleva a un mayor uso de internet o de cable. Pero nuestras condiciones laborales van a continuar afectadas por los altos ritmos de producción, por el bourn out o “síndrome del quemado” en los call center, o con las propias vidas de los técnicos que se mueren por desidia patronal al caer de un poste porque las empresas no les garantizan las condiciones de seguridad que se necesitan.
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Hace unos días, trabajadores técnicos de Isidro Casanova de Telefónica resolvieron un cese de tareas durante dos horas a causa de la falta de medidas de seguridad e higiene, al estar expuestos en la calle o en los domicilios de los usuarios, exigieron repelentes por la pandemia del dengue y los insumos básicos de prevención frente al coronavirus. Producto de la organización y de esta medida es que lograron que la empresa respondiera con las medidas e insumos que exigían.
Que las empresas tienen sed de ganancia, no es novedad, esto es a costa de usuarios que pagan tarifas altísimas; y de trabajadores que dejamos nuestra salud y vidas en el trabajo.
Hoy, las telecomunicaciones son un sector clave de la economía mundial, además de haberse convertido en fundamentales en esta era de la híper-conectividad. De los trabajadores de las telecomunicaciones dependen no solo nuestras comunicaciones cotidianas sino también las transferencias de datos entre los bancos, los aeropuertos, los satélites, la radiodifusión. Somos una parte importante del engranaje de la economía.
Como parte de la clase trabajadora que hacemos funcionar el mundo, muchas de nosotras además hacemos funcionar nuestros hogares, con el trabajo doméstico gratuito. Familias trabajadoras ven suspendidas las clases de sus niñas y niños, ¿cómo van a garantizar las empresas privadas el cuidado de los niños/as?
Para garantizar las medidas de prevención y cuidado de les trabajadores de las telecomunicaciones, proponemos impulsar comisiones de seguridad e higiene en cada edificio, integrada por trabajadores efectivos y tercerizados, trabajadoras de limpieza, y en común con los delegados de los sindicatos de la MUS, como Foetra, Satsaid, entre otros.
Lorena Billone, delegada de FOETRA, edificio Clínicas Telecom
Para que estas comisiones promuevan y controlen las medidas de prevención, y se discutan en asambleas con mandato de la base, para reducir al mínimo el impacto de la pandemia y garantizar la salud y la defensa de los intereses de las y los trabajadores. Tal como lo hicieron les trabajadores aeronáuticos de GPS impulsados por su comisión interna y votado en asambleas masivas, junto con profesionales de la salud y técnicos. Junto con esta principal medida, proponemos:
Sabemos que los call center que trabajan de forma tercerizada para Telecom, Telefónica, Cablevisión y otras empresas de telecomunicaciones lo hacen en condiciones de hacinamiento, con poca ventilación, en galpones en muchos casos y con ritmos de atención infernales que predisponen a los trabajadores a enfermarse más. Y por estas mismas condiciones laborales están aún más expuestos para infectarse. Se tienen que garantizar las condiciones de salubridad.
Los y las militantes de la Violeta de las telecomunicaciones, además de pelear por este programa de emergencia, luchamos para que las telecocomunicaciones estén al servicio de los intereses de las grandes mayorías. Las empresas solo gestionan para sus propias ganancias. En cambio, trabajadores y usuarios somos los únicos interesados en un buen servicio público. Por eso es que planteamos nacionalización de las telecomunicaciones, gestionada por les trabajadores junto con comités de usuarios y técnicos especialistas que puedan planificar en función de las necesidades de la mayoría, y no del lucro empresario.
¿Cómo podría cambiar a vida para el conjunto de los sectores populares si estas millonarias empresas fueran públicas? Por ejemplo, cada escuela, por más alejada que se encuentre, podría tener internet y acceso a contenidos multimedia ilimitados. O si todos los hospitales y centros de salud públicos pudieran acceder a la historia clínica digitalizada de los pacientes, en cualquier lugar ¿cómo podría mejorar la salud pública? Esto solo es posible si las telecomunicaciones no están sujetas al lucro empresarial y se ponen a disposición de las necesidades de las mayorías populares.
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