Según trascendidos la empresa nacional de telecomunicaciones Arsat, podría comenzar a cotizar en la Bolsa porteña desde el año que viene mediante la venta del 49% de las acciones. Es decir, el Estado mantendría la mayoría accionaria, pero sería compartido con capitales privados a su estructura. Un modelo similar al de YPF, que no dejaría de significar una privatización hacia una empresa mixta. Nuestra defensa hacia Arsat y sus trabajadores es irrestricta.
Miércoles 9 de octubre 16:00
El presidente de Arsat, Mariano Greco, en las “34° Jornadas Internacionales ATVC 2024: “Innovación para un futuro sostenible”, que se realizaron ayer en Buenos Aires, aseguró que Arsat es una “empresa consolidada a la que le falta abrirse” y que buscará “complementarse con la industria”. Si bien Greco habló de un 49% que comenzaría a cotizar desde el año que viene, también expresó que el porcentaje se definirá en los próximos meses, y agregó “trabajamos por un Estado que asegure un clima propicio para que las empresas inviertan en Argentina. Construyendo reglas claras, generando condiciones de previsibilidad y promoviendo la colaboración público-privada”. Lo que de ninguna forma dijo es que nuestros compañeros y compañeras, trabajadores de Arsat que están encuadrados en el sindicato de telecomunicaciones Foetra, mantienen un congelamiento de sus salarios desde que asumió el gobierno de Milei, generando vaciamiento y forzando a los trabajadores a aceptar los retiros “in-voluntarios” para poder mantener su nivel salarial en medio de una crisis económica y social, que hace imposible vivir con un salario congelado mientras la inflación, los alquileres y todo lo necesario para vivir, sigue en alza. Tal como lo dicen los propios trabajadores de Arsat en este hilo de tweet:
1 - 📜 La afirmación de que en ARSAT “estamos en un proceso de reordenamiento y puesta en valor de los activos” es una gran falacia. Aclaramos que la empresa aún mantiene una deuda paritaria que inicia en diciembre de 2023 y una situación de vaciamiento de su infraestructura.
— Trabajadoras y Trabajadores de ARSAT (@trabajadorarsat) October 8, 2024
Todo indicaría un plan con intenciones de privatizar Arsat. Una clara maniobra a pesar de que el Congreso ya había excluido a Arsat de la lista de privatizables durante el debate del proyecto de Ley de Bases. Sin embargo, el gobierno de Milei defiende este tipo de medidas como parte de su política de reducción del ajuste fiscal. Un déficit cero que implica más ajuste en los salarios y jubilaciones, en los programas sociales, en la educación y salud pública, aplicando tarifazos, atacando a las y los trabajadores estatales y pretendiendo un plan de privatización de Aerolíneas Argentinas y Arsat. Un plan de guerra y de ajuste a las grandes mayorías mientras otorga mayores beneficios a los ricos del país subsidiando a empresas como Mercado Libre y Globant y bajando el impuesto en Bienes Personales a los que se enriquecen a costa de nuestro trabajo, mientras a nosotros y nosotras nos ponen un impuesto a las ganancias, cuando nuestro salario no es ganancia.
La defensa de Arsat no es solo una cuestión estratégica para Argentina, sino que podría ser la garantía de acceso a servicios básicos de comunicación para el conjunto del pueblo trabajador que hoy se ve agobiado con tarifazos. Recordemos que Arsat brinda servicios de transmisión de datos, telefonía y televisión, que contiene la Red Federal de Fibra Óptica, una estructura anillada de enorme ancho de banda y 38.000 km de extensión lineal que garantiza conectividad a más de 16.300 escuelas (3 mil escuelas rurales), a más de 2 mil centros de salud primario, hospitales, etc y posee espectro radioeléctrico de 4G y 5G.También garantiza el servicio de la Televisión Digital Abierta (TDA) que, pese al desfinanciamiento de los medios públicos, permitió a millones que no tienen acceso a la TV por cable o satelital, ver a la selección nacional de fútbol jugar la Copa América o ver a los distintos representantes argentinos participar de los Juegos Olímpicos.
Los servicios brindados por el Datacenter ubicado en Benavidez, uno de los más grandes de Latinoamérica y que cuenta con diversas certificaciones internacionales de calidad, que entre otros brinda los servicios de procesamiento y almacenamiento necesarios para el funcionamiento de la SUBE; aloja todos los servicios brindados desde argentina.gob.ar; brinda servicios de procesamiento, almacenamiento y comunicación para diversos organismos públicos como INDEC, INCUCAI, ANDis (Agencia Nacional de Discapacidad), ENACOM, ministerios y secretarías del estado nacional (Salud, Trabajo, Educación, Seguridad, etc.), Universidades nacionales (UBA, UTN), CoNEAU y un largo etcétera. No solo es el canal de comunicaciones a lo largo del país que utilizan las empresas privadas de telecomunicaciones, sino que exporta a empresas de EEUU, Venezuela, Chile y Bolivia entre las principales áreas de acción de Arsat se encuentran el segmento satelital, con los satélites geoestacionarios Arsat 1 y 2 en órbita (con el que se brinda conectividad en sitios a los que no se puede llegar con la fibra, como las bases antárticas o parajes remotos de frontera), y la Red Federal de Fibra Óptica, que cuenta con una red troncal de más de 35.000 kilómetros que llega a lugares donde a los privados no les conviene llegar (vale mencionar el corte que se produjo hace unos días en el sur que dejó incomunicadas a varias localidades cordilleranas).
Arsat tiene que transformarse en una pelea del conjunto del gremio
El nuevo plan del gobierno nos llama a dar una respuesta que esté a la altura de su plan de ataque. No hay que perder de vista que en estos momentos el gobierno está en su momento de mayor debilidad, su imagen cae y la bronca se acumula y lanza ataques cada vez más impopulares, aunque también en lo que logra avanzar es gracias a los sectores que le están dando gobernabilidad como el Pro, y sectores de la UCR y el peronismo, ni hablar de las burocracias sindicales que van a la casa rosada a zafar sus beneficios mientras entregan los derechos de los trabajadores y no llaman a ninguna acción para enfrentar los vetos y nuestro saqueo.
La conducción de la Azul y Blanca de Foetra a lo largo de estos meses convocó en Arsat medidas de quites de colaboración, asambleas por sector, algunas acciones callejeras, y un reciente paro sólo de Arsat con movilización, pero, sobre todo hubo una apuesta a una salida por medio de la Justicia, a través de cautelares, las cuales no fueron favorables. La vía judicial ya se demostró que está agotada. Por otro lado, se presentó desde la directiva un proyecto de ley en el Senado, para que las provincias puedan tener injerencia en ARSAT a través de Acciones Tipo Clase B. Algo que tampoco resuelve el problema de fondo tanto del vaciamiento como de la paritaria acumulada que les adeudan a nuestros compañeros y compañeras. Además, en las propias provincias, los gobernadores también están aplicando un ajuste brutal.
Hasta el momento la conducción de Foetra propuso una defensa de Arsat que implicó sólo a los trabajadores del sector. Algunas lecciones nos dejaron los ‘90 con el menemismo cuando las direcciones sindicales dejaron pasar los ataques, peleando por separado. Para desatar toda nuestra fuerza de las y los trabajadores de telecomunicaciones, Arsat tiene que transformarse en una pelea central del conjunto de nuestro gremio.
Desde la Agrupación Violeta venimos planteando la importancia de que se convoque un plenario de delegados con mandato de asambleas, y una Asamblea general de todo el gremio para discutir un plan de lucha con medidas contundentes en las telecomunicaciones, iniciando con un Paro nacional con movilización de toda la Consitel -Confederación nacional de las telecomunicaciones- unificando las peleas que hay en Foetra y que derrote el ataque del gobierno sobre Arsat, para pelear no solo por las paritarias y los salarios adeudados, sino también, para enfrentar el vaciamiento y este nuevo plan privatizador. Se vuelve más necesaria la pelea en todo el gremio que continúe en un paro nacional y la coordinación en las calles con los sectores que están luchando defendiendo la salud, la educación y a nuestros jubilados. El ejemplo del hospital Bonaparte que con la organización democrática y asamblearia desde abajo logró un triunfo frenando el cierre del mismo, es el camino a seguir, lo lograron además impulsando la mayor coordinación y unidad. Ese camino es el que necesitamos, coordinando con Aerolíneas Argentinas y Satsaid en las calles y todos los sectores en lucha en perspectiva de transformar la defensa de Arsat en una causa nacional.