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Red Internacional
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Mundo Obrero. Trabajadores del Archivo General de la Nación continúan peleando por sus derechos

La izquierda Diario entrevistó a trabajadores del Archivo General de la Nación (AGN) que acaban de frenar un importante ataque desde el Ministerio de Modernización del Gobierno de Macri.

Sábado 22 de abril de 2017 09:03

Ezequiel Haro, trabaja en el departamento de archivo intermedio desde hace 8 años y es delegado de ATE. Alejandro Yaverovski, en el sector de documentos escritos desde hace 6 años y también es delegado de ATE. Conversaron con La Izquierda Diario sobre el importante paso que dieron en frenar el avance de modernización en el intento de aplicar una normativa de funcionamiento del archivo y, cuentan su experiencia y sus perspectivas de lucha.

¿Cómo funciona el AGN, cuál es su función específica, tienen una función social?

Eze: El AGN es el archivo principal del poder Ejecutivo Nacional, es el archivo más importante del país, aquel que custodia mayor cantidad de volumen documental y es uno de los archivos más grandes de Latinoamérica.

Ale: Contamos con archivos que van del período colonial hasta la actualidad. Este archivo está declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, la sala 9 es la que contiene documentos de mucho valor histórico, desde el Virreinato y los territorios de la época y su transformación social. Como organismo somos solo una dirección nacional, con muy bajo presupuesto aunque nuestra tarea es de principal jerarquía, somos 120 trabajadores, realizando diversas tareas técnicas que van desde la conservación de los documentos, Archiveros, bibliotecarios, licenciados en historia, todas profesiones ligadas directamente al trabajo que hacemos acá.
Eze: Los archivos en general y algunos en particular en los países tienen una triple función social. Por un lado son un reservorio documental y la memoria del estado, es decir que todas las instituciones que conforman la Administración Pública Nacional y de todos los niveles, consultan al archivo justamente para observar el funcionamiento de las dependencias, revisar cuestiones históricas, etc. Además es garantía de derechos porque cualquier ciudadano puede consultar el archivo, por ejemplo: “Tu familia es Europea y necesitas tramitar la ciudadanía: nosotros contamos con los archivos del libro de entradas de pasajeros al país, tenemos los registros de los barcos, de las personas de distintas nacionalidades que llegaban al país.” Desde eso hasta las causas de asesinatos y desapariciones de lesa humanidad, contamos con todo el material que existe sobre lo sucedido en la última dictadura militar. Hemos colaborado con cientos de expedientes que se encuentran digitalizados por nosotros que aportaron al desarrollo de esas causas. Y el tercer aspecto de función social tiene que ver con el interés científico y cultural que sirven para difundir los elementos fundamentales de la memoria colectiva de un país donde distintas ramas de investigadores de todas las índoles pueden recurrir al archivo para desarrollar sus actividades culturales, intelectuales y científicas. En síntesis la triple función se basa en: La memoria del estado, el ejercicio del cumplimiento de derechos ciudadanos y la difusión de la memoria colectiva de todas y todos los Argentinos.

¿En que se basa la nueva normativa que intento aplicar el M. de Modernización?

Eze: Partiendo de esta funcionalidad, lo que paso en el archivo es que a partir de Enero del 2016 intentaron desde el Gobierno transformar la funcionalidad y la morfología del funcionamiento del estado en su estructura, sus funciones y su rol social. Desde Modernización se empezaron a aplicar distintas reformas en todas las dependencias, donde obviamente estamos incluidos y a nosotros en particular nos atacaron desde nuestra función y el funcionamiento del documento electrónico en la gestión documental del Estado Nacional.
A partir de este proceso lo que se planteaba era una serie de recortes de funciones que llevamos adelante desde el AGN, que tiene que ver justamente con la gestión documental que como dije antes, implica garantizar el adecuado funcionamiento para la utilización de este archivo para la documentación de todas las actividades de la administración pública y que estén al alcance de la sociedad. Lo primero que intentaron aplicar fue el recorte de tareas sobre la injerencia del AGN sobre el análisis, el asesoramiento de la gestión documental en todas las funciones de la administración pública. Así empezó la avanzada. Buscaban anular nuestra acción sobre el tratamiento de la gestión documental y este recorte llevaba a que se produzca una alteración en la forma de realizar el trabajo. Sacan una resolución desde modernización, la N° 44, donde directamente definen que cualquier organismo de la Administración Pública decida que documentación se tira y cual no. El objetivo es la despapelizacion en la gestión documental para implementar el documento electrónico como forma de “modernizar” la tarea. O sea, todo el papel que existe digitalizarlo, lo ya archivado y lo nuevo a gestionar. Las consecuencias de esta resolución es que directamente lo que se encuentra hecho en papel no puede garantizarse la validez jurídica al digitalizarse y menos si se tiran los originales que representan el momento histórico y real de cuando se hicieron esos documentos.

Ale: Además no se aclara de qué forma se llevaría a cabo esa modernización, sin especificaciones, ni nuevas tecnologías, ni qué tipo de nube sostendría el archivo, sin brindar capacitación. Tiene muchas fallas la resolución. El plan de fondo era transformar el archivo en un mero receptor de documentación, entonces todas las funciones que tenían que ver con el control, clasificación, atesoramiento y cuidado se perdían y daba lugar a manipulación, ocultamiento y otras variantes que podían alterar las buenas prácticas dando lugar a posibles desfasajes.

¿Qué consecuencias traía esta transformación del Archivo y que medidas tomaron ustedes?

Eze: Nosotros no estamos en contra del desarrollo tecnológico en nuestras tareas, pero sí que por medio de estos “errores técnicos” se desarrolle cualquier desastre con la documentación y ponga en riesgo la triple función social que tiene nuestro archivo. Entonces ahí nos plantamos y comenzamos a denunciar como se estaba llevando adelante esta modernización ya que inducia a malas prácticas de archivo, inducia al error y construía las condiciones para justamente manipular la gestión documental. Empezamos a coordinar con distintos sectores, fuimos construyendo la unidad dentro del organismo, nos movimos gremialmente con distintos delegados de Ate, yendo a las asambleas de base, discutiendo con todas las compañeros de todos los departamentos y llegamos a una mirada común donde logramos avanzar sobre la postura de los propios funcionarios que querían aplicar esta “modernización” que son del Pro y les advertimos que si esto se desarrollaba ponía completamente en riesgo al organismo por la función social que tiene el AGN. Ganamos con esta postura y desde ahí fuimos avanzando sobre las demás dependencias conquistando que el Ministerio del Interior al cual dependemos, defienda esta posición ante el ministerio de Modernización. Esto no alcanzaba para que retrocedan pero nos sirvió para salir hacia afuera, que las demás dependencias y archivos defiendan nuestra postura y eso le dio mucha más visibilidad, no quedó en una rosca entre ministerios, sino que salimos afuera, ganando base social para que se entienda nuestra pelea en el AGN.
Nos vinculamos con la corporación de historiadores que tienen una estrecha relación con el archivo y se plegaron al reclamo, sacaron solicitadas en los principales diarios apoyando nuestro conflicto. También periodistas auto convocados, y organismos internacionales y de derechos humanos como el CELS nos permitieron salir en los medios de comunicación y hacer público nuestro reclamo. Con el gran apoyo que fuimos construyendo y la presión que generó tener estado público, llevó a que el director del archivo se pronuncie en Clarín, La Nación, donde tuvo que dar explicaciones y logramos que se retroceda desde Modernización y en el archivo recuperamos nuestras tareas que estaban amenazadas por esta normativa de cambios.
Ahora esto no es suficiente, somos conscientes que es un triunfo defensivo, pero nos deja objetivamente mejor parados, con otra relación de fuerzas para seguir peleando por todas las reivindicaciones que tenemos pendientes. Sobre todo porque el conflicto generó la solidaridad con otros organismos, con distintos archivos de la administración pública nacional, con trabajadores de Cancillería, del Ministerio de Defensa y trabajadores archivistas de la Biblioteca nacional, con los cuales no solo hay una afinidad política, sino que también queremos darle continuidad a nuestros reclamos y tenemos pensado hacer una charla para Mayo en ATE capital con todos ellos como parte de visibilizar nuestro conflicto pero sobre todo para hacer conocido cual es nuestro desempeño, de que se tratan nuestras tareas, el porqué de nuestra funcionalidad pública y social, la utilidad que tienen los archivos para el beneficio de la ciudadanía. Incluso hay una comisión de mujeres en el archivo que vienen preparando una actividad para el día “contra la violencia hacia las mujeres” y con todo el material que tenemos, fotográfico y audiovisual que manejamos cotidianamente, lo vamos a mostrar a la sociedad, darle una utilidad política y que se conozca que hacemos.

¿Luego de este importante paso, cómo continúa su lucha, que perspectivas tienen?

Eze: Haber sentado un precedente de lucha que freno este avance ahora nos deja en mejores condiciones para seguir peleando por las reivindicaciones pendientes, esa es nuestra perspectiva a partir de los avances conquistados, vamos a pelear por el reconocimiento de nuestras profesiones, que haya un nomenclador de funciones, que reconozcan y valoren nuestras especificidades y nuestra preparación profesional para las tareas que desarrollamos, la re categorización de muchos compañeros. Somos 120 trabajadores con salarios que van de los 10.000 a 13.000 pesos, donde la gran mayoría somos categoría “D” administrativos, Art. 9, 048 donde la modalidad es la renovación anual del contrato con relativa continuidad y estabilidad y los de planta permanente no superan la docena.

Ale: Esto significa que nuestras tareas no existen, no están reconocidas como tal, el trabajo archivístico, de conservación, donde muchos somos licenciados en historia, fotógrafos, técnicos audiovisuales, bibliotecarios que manejamos todo tipo de documentos que implican una preparación específica, capacitación específica para las tareas de conservación, clasificación, manipulación de todo tipo de documentos que son muy valiosos. No reconocer todo esto define que no tenemos presupuesto, hace que trabajemos sin materiales, con salarios muy bajos, que no podamos capacitarnos y actualizarnos con nuevas tecnologías.

Eze: Realizar el trabajo en las condiciones óptimas significa que primero reconozcan todo esto y desde ahí sí avanzar en transformar el archivo pero con la incorporación de cientos de archivistas, de más depósitos preparados para la conservación, nuevas tecnologías, que tengamos capacitación y formación continua, un mayor presupuesto acorde a las funciones, pero sobre todo que entiendan la triple función social que tenemos los trabajadores del AGN y en base a eso pensar un plan de conjunto para que satisfaga las necesidades de nuestra sociedad.
Mantener la precariedad, los bajos salarios, el no reconocimiento de nuestras tareas nos lleva a ir quedando cada vez más relegados y con una sumatoria de problemas que no puede hacerse bien el trabajo, más allá de nuestra voluntad, compromiso, conocimiento que tenemos, es necesario dar este importante paso, conquistar todas estas reivindicaciones para sostener realmente el Archivo General de la Nación a la altura de lo que demandan las nuevas prácticas y ponerlas al servicio de la sociedad en su conjunto. Con este enfoque, desde nuestra función social queremos conquistar todas nuestras reivindicaciones.