Conversamos con trabajadoras y trabajadores del hospital sobre los bajísimos salarios que reciben las y los trabajadores de la salud pública, aún cuando su labor es clave para el bienestar de miles de pacientes cada día.
Viernes 13 de mayo de 2022
La discusión respecto al salario y el costo de la vida ha entrado al debate nacional. La inflación anotó su cifra más alta desde 1994 y el IPC subió 10,5% anual, empujado por alza en los alimentos. Todo esto mientras la CUT y el gobierno acordaron un Ingreso Mínimo Mensual bruto de $400.000 mil pesos, sueldo que está muy por debajo de la línea de la pobreza y que además es solo para el sector privado, dejando fuera a los trabajadores de la salud pública. ¿Es un salario que alcanza para vivir? ¿Qué sucede entonces con las y los trabajadores de la salud pública?
El salario en el sector público se rige según el Estatuto Administrativo y la llamada “Escala Única de Sueldos”, instaurada durante la dictadura y sin modificaciones hasta ahora.
En el Hospital Barros Luco el sueldo base de un auxiliar de servicio es de $160.000 mil pesos, a las que se suman asignaciones permanentes, llegando a un ingreso mínimo de $380.536 mil pesos para el grado 24 (grado de inicio de los Auxiliares en el Hospital).
Es decir, la escala de remuneraciones varía también en relación a los grados, lo cual para Auxiliares entran en grado 24 y terminan en el 16, Técnicos parten en grado 22 y terminan en el grado 11, el caso de Administrativos parten en el 22 y terminando en el grado 12, Profesionales no médicos empiezan en el 16 y pueden terminar en el grado 1 según la labor. Los grados 2 y 1 están reservados para los Directores de servicios y hospitales y subdirectores.
Para subir de grado, cada año hay que concursar para la “Promoción de la carrera funcionaria” en un proceso donde se acredita hacía contraloría, el “mérito”, que se traduce en calificaciones, antigüedad y capacitación, donde además, si no hay cupos, simplemente no puedes ascender.
Esta “Carrera Funcionaria” solo pueden hacerla trabajadores de planta: honorarios y contrata están excluidos de la posibilidad de “ascender”, y en el caso del hopsital Barros Luco, menos de un tercio de los trabajadores del hospital pueden ser parte de la carrera funcionaria.
Para ejemplificar, un Auxiliar en el Hospital que ingresa con el grado 24 (el más bajo), como dijimos, recibe una renta fija de $380.536 mil pesos, y el resto de su sueldo, lo hace en base a asignaciones de turno, de metas sanitarias, etc, es decir, gran parte de los ingresos que se reciben son variables, dependiendo de la sobrecarga laboral de las y los trabajadores, quienes hacen muchos turnos extras para lograr sacar un mejor sueldo. En la siguiente imagen podemos ver que una trabajadora tuvo que realizar ¡72 horas extras! para alcanzar los $600.000.
¿Qué opinan las trabajadoras y trabajadores del Hospital Barros Luco?
En el Hospital Barros Luco “los sueldos son muy bajos, ganas un sueldo de $380.000 mil pesos trabajando de 8 de mañana a 17hrs. Además muchas veces trabajamos 24hrs, 36hrs, y las horas extras se pagan super bajas” menciona una de las trabajadoras.
“Nosotros tenemos sueldos base, no tenemos sueldo mínimo. Nuestro sueldo base es $150.000, $160.000 y lo demás son artículos, entonces nos gustaría que nos subieran el sueldo, que pudiera partir desde el sueldo mínimo como todos los demás trabajadores. Sin quitarnos los artículos que nos corresponden” agrega otra funcionaria.
En relación a lo expuesto, nos mostraron una liquidación de sueldo que corresponde a una Auxiliar de Servicio, donde un trabajador recibió apenas $298.855 como remuneración liquida a fin de mes.
“Llevo 15 años de servicio, cuando entre acá eran $127.000 sueldo base y ahora ¿cuánto subió? $80.000 pesos en 15 años, !nada! muy poco! Acá para sacar $400.000 pesos, tienes que pasar de lunes a domingo prácticamente quienes trabajamos diurnos, no tienes vida familiar”, nos indico el trabajador que accedió a mostrarnos su liquidación de sueldo.
“Las jubilaciones aquí no son buenas, esta muy mal repartido todo, hay muchas diferencias, hay muchos trabajadores que llevan muchos años a contrata o pasan muchos años a reemplazo y después se van”, nos comenta una trabajadora que se desempeña como TENS. En el mismo sentido, nos planteó: “Llevamos mucha carga laboral, es estresante el trabajo. A mi me gusta lo que hago, a pesar del sueldo tan bajo, lo hago porque es lo que me gusta, pero es muy mal pagado. Pienso que todo lo que entregamos día a día, no es bien recompensado, el sueldo es muy bajo, falta personal, y lo que menos contratan es gente”.
La propuesta del gobierno y la respuesta de las y los trabajadores del Hospital Barros Luco.
En torno a la discusión del sueldo mínimo, el gobierno de Boric propone aumentar de aquí al final de su mandato -en cuatro años más- a $500.000, pero no está considerado el sector público, y es un debate importante que están dando las y los trabajadores del Hospital Barros Luco.
Sobre el acuerdo del gobierno respecto al sueldo mínimo, trabajadores mencionan:
“Aumentar un sueldo a 400 - 500 mil pesos, no es mucho lo que nos dará, porque ni con 500 mil pesos uno puede vivir. Hay medicamentos que son carísimos, un inhalador ya vale $70 mil pesos, para quienes tienen problemas bronquiales”.
Esto plantea la necesidad de que la discusión del sueldo mínimo, que debiera ser desde los $650.000 mil pesos, al sueldo base y modificando la Escala Única de Sueldos.
Desde la agrupación de trabajadoras, trabajadores y usuarios de la salud “Abran Paso”, nos disponemos a impulsar una gran campaña por el salario de las y los trabajadores de la salud, el cual debe partir por un sueldo mínimo base acorde a nuestras necesidades elementales, por un sueldo mínimo desde los $650.000 mil pesos.
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El actual gobierno de Gabriel Boric ha caminado por la vía de la “responsabilidad fiscal”, consiguiendo incluso el apoyo del Partido Comunista, han dicho que respetarán estrictamente este ajuste fiscal. Por tanto sabemos que para conquistar esas demandas no podemos confiar o depender de las negociaciones o de la buena voluntad de las autoridades, si no que de la capacidad de movilización de las y los trabajadores como fuerza organizada.
Las y los trabajadores de la salud sabemos que nunca nos han regalado nada, por el contrario, todo lo que hemos conseguido por nuestra fuerza, movilizados, y profundizando el camino de la unidad, enfrentando el localismo y divisionismos entre los diferentes gremios y asociaciones, donde cada uno de “rasca con sus propias uñas”.
Por años la FENATS Metropolitana, que dirige el Partido Comunista, convoca a movilizaciones solo de dirigentes, se quedan en entregar cartas al ministerio y esperar su respuesta, sin proponerse organizar a los trabajadores. Sus actuales dirigentes se han limitado a gestiones políticas y legales con autoridades, y de ver quienes se quedan con la “medalla” de lo poco que se obtenga, sin convocar a asambleas con sus bases de los hospitales y centros de salud, donde justamente es necesario levantar un plan de lucha en coordinación con los trabajadores de otros hospitales, mediante asambleas ínter hospitalarias, jornadas de discusión, difusión y movilizaciones en conjunto.
No podemos depositar nuestra confianza en negociaciones con parlamentarios y ministros del gobierno de Boric y de Apruebo Dignidad, siendo estos últimos quienes durante años han dirigido la CUT y las grandes centrales de trabajadores, desmovilizando y desviando nuestras luchas.
Hoy las dirigencias de las y los trabajadores a nivel nacional están en una tregua, confiando en el gobierno, en la Convención y en el parlamento, pero lo que hemos aprendido con los años, es que solo luchando, coordinados, en unidad y confiando en nuestra propias fuerzas vamos a conquistar nuestras demandas.
Si queremos conquistar estas demandas necesitamos movilizarnos en unidad y golpear con un solo puño; donde desde ya es necesario que la FENATS del Hospital Barros Luco convoque a preparar un plan ascendente de movilización, organizado desde las bases, votando delegados por servicio que puedan plantear las problemáticas de sus compañeros, enfrentando las divisiones que nos imponen.