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Red Internacional
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Mundo Obrero. Trabajadores del Puerto de Buenos Aires contra el impuesto al salario

Durante la semana pasada los trabajadores del Puerto de la Ciudad de Buenos Aires protagonizaron una serie de medidas en rechazo al “impuesto a las ganancias”, entre ellas asambleas diarias y la no realización de horas extras, lo que provocó un verdadero trastorno para las empresas navieras.
La Izquierda Diario dialogó con trabajadores portuarios que explicaron cuál es la situación actual y el estado de sus reclamos.

Sábado 7 de febrero de 2015

¿Qué es lo que están exigiendo con respecto al impuesto “a las ganancias”?

Nuestro reclamo puntual es la eliminación del impuesto a las ganancias. En cada terminal y gremio, los trabajadores están discutiendo distintas propuestas para que esto pueda concretarse, para que así nuestro salario no se vea afectado. Por ejemplo, una alternativa es que la empresa devuelva de alguna manera (o compense de alguna forma) el dinero que el Estado nos quita, mediante este impuesto.

La posición de las direcciones de los distintos gremios portuarios (Guincheros, Apuntadores, Capataces, Estibadores y Marina Mercante) es que ante la empresa no se puede reclamar y que hay que reclamarle solo al Estado. Pero nosotros sabemos que a la empresa hay que reclamarle, incluso muchas cosas más. Es así que comenzamos a organizarnos haciendo reuniones sin los delegados, que luego se convirtieron en asambleas, a las cuales tuvieron que venir las direcciones sindicales, obviamente a maniobrar y desviar el reclamo. Estas asambleas, se hicieron por gremio. Tendríamos más peso y sería más democrática hacerlas de conjunto, pero eso es algo que la burocracia hoy no está dispuesta a conceder.

Por otro lado, otro caballito de batalla de las direcciones sindicales actuales es el de que no hay que pelear, porque si no las empresas pueden irse y dejarnos en la calle. Hoy estas conducciones están divididas entre dos variantes políticas patronales, las que apoyan el proyecto de Scioli (Marina Mercante) y el de Massa (Guincheros y Capataces), pero a pesar de eso mantienen en común un discurso que intenta meternos miedo para paralizarnos.

La realidad es que ningún gremio portuario quiere dar pelea hasta el final. A pesar de que la burocracia pudo desviar la discusión central que es la de la cuarta categoría, por presión de los trabajadores y por la existencia de este proceso de organización que comenzó a darse, se logró imponer como parte de los reclamos hacia la empresa cuestiones como la equiparación de sueldo con otros gremios, rever la productividad y la efectivización de contratados y el mantenimiento de la asamblea y del trabajo a desgano hasta que se logren los reclamos.

¿Cómo es la situación de los trabajadores del puerto y sus condiciones de trabajo?

La situación de los portuarios sigue siendo la misma desde hace años, a pesar de la retórica kirchnerista, la década ganada no llegó al puerto de la Ciudad de Buenos Aires. Del total de trabajadores portuarios (unos 2000 aproximadamente), más de la mitad son contratados. Mientras las tres terminales portuarias han amasado fortunas en estos años (una sola terminal factura 12 millones de dólares por mes), sigue habiendo en el puerto una alto nivel de precarización laboral, no solo por la existencia de más del 50 % de trabajadores contratados, sino también por la existencia de jornaleros, es decir, trabajadores que tienen que esperar en sus casas el llamado de la empresa para ver si tienen que trabajar o no y que cobran por día trabajado.

¿Qué relación hay entre los efectivos y contratados?

La realidad es que los gremios y la patronal se encargan de dividirnos. Las diferencia en cuanto al salario son abismales, y eso sumado al miedo que mete la burocracia en los sectores contratados, hace que en estos momentos que hay procesos de asamblea, siempre pesen más los reclamos y las posiciones de los efectivos.
Hoy se dio un paso importante en la unidad de estos sectores, ya que logramos que se incluya en los reclamos de un gremio como el de Marina Mercante la efectivización de contratados.

Creemos que tenemos que se tiene que profundizar el camino de tomar formas de organización distintas a las de la burocracia, institucionalizar la asamblea como un órgano donde podamos debatir y votar democráticamente, desde nuestras demandas, hasta por ejemplo nuestros delegados paritarios. Basta de que los secretarios generales de los sindicatos sean eternos y no representen los intereses de los trabajadores.