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Red Internacional
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SAN PABLO – 27 DE MAYO. PARO DEL TRANSPORTE. Trabajadores del subte van a la huelga el mismo día que los ferroviarios

Las posibilidades de que San Pablo - la ciudad más populosa de Brasil – se paralice completamente la semana entrante parecen cada vez más ciertas. Además de los trabajadores del subte, los trabajadores de la CPTM (Compañía Paulista de Trenes Metropolitanos) - que como el subte es una empresa estatal – salen al paro el mismo día. Los tres sindicatos de los ferroviarios decidieron en asambleas parar el miércoles.

Viernes 22 de mayo de 2015

Los trabajadores del subte de San Pablo entrarán en huelga el miércoles 27 de mayo, votado por unanimidad en su asamblea del pasado lunes 18. Los trabajadores también resolvieron adherir al Día Nacional de paros y manifestaciones contra la tercerización que tendrá lugar el próximo viernes 29, organizado por las centrales y sindicatos en todo el país.

Los trabajadores responden a la intransigencia del gobierno del Estado de San Pablo, que se niega a considerar las demandas y reivindicaciones de los distintos sectores. Además de negar un aumento real, las empresas ofrecieron reajustes por debajo muy lejos de lo planteado por los trabajadores: la CPTM ofreció el 6,65% y el subte ofreció un 7,21% - mientras que, según los datos del DIEESE, la inflación acumulada en el último año fue de 8,24%.

Sobre la adhesión al Día Nacional de paralizaciones y manifestaciones, que busca eliminar el Proyecto de Ley Complementaria 30/2015 (conocida como “Ley de la Tercerización”, fue aprobado el Proyecto de Ley 4330/2004 en la Cámara de Diputados y ahora sigue su curso en el Senado), los trabajadores harán una nueva asamblea para confirmar su participación.

Así como hizo en toda la campaña salarial, la empresa de subterráneos intentó intimidar nuevamente a los trabajadores. Durante la asamblea la presión de la empresa vino de la mano del Poder Judicial: el juez Mauro Vignotto exigió que un oficial de justicia presenciase toda la asamblea, acatando el pedido de la compañía. El juez también exigió un plan de contingencia frente a las medidas. “Por cautela, desde ahora queda determinada la participación de un Oficial de Justicia… en la asamblea de los trabajadores… a fin de determinar la conducta de los dirigentes sindicales, informando, incluso, el resultado, de la asamblea en cuanto a la resolución o no del paro”, afirmó el magistrado en un documento entregado a la dirección del sindicato antes de la actividad.

El plan de contingencia es una especie de “medida auxiliar” durante las huelgas. Sin contar con condiciones operacionales, el subte pone a funcionar el sistema con burócratas y personal jerárquico. Esta estrategia pone en riesgo la vida de los usuarios pues los trenes funcionan sin el servicio de los trabajadores de mantenimiento.

Esta estrategia ha sido impuesta por el Poder Judicial para debilitar los paros del gremio. Al imponer, como hace el juez, que el “100% de la operación” funcione en los horarios pico (entre las 6 y 9 hs y entre las 16 y las 19 hs), elimina el efecto práctico de la huelga, haciéndola inútil para el trabajador.

“El subte no quiere huelgas políticas” afirman pero nos preguntamos ¿atacar nuestros derechos no es una medida política? El despido de dos de nuestros colegas ¿tampoco fue político? Es hora de fortalecer la movilización, la lucha contra la tercerización no puede desligarse de las reivindicaciones salariales. Es necesario convocar a una asamblea unificada, con el resto de los sectores del transporte con el objetivo de discutir una acción en común, unificando las pautas y la lucha.

La intransigencia ha sido el principal sello de la empresa de subte en esta campaña salarial. Además de no responder a ninguna de las reivindicaciones presentó propuestas que reducen los derechos como duplicar el plazo mínimo para tener acceso a la gratificación por tiempo de servicio, de cinco a diez años, y el fin del vale por alimentación, entre otros.

Más allá de los índices económicos, los trabajadores exigen la reincorporación inmediata de los despedidos de la huelga de 2014, aumento del plantel de trabajadores, equiparación salarial (personas con la misma función reciben salarios diferentes), plan de carrera entre otros.