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Red Internacional
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Represión. Trabajadores denuncian fuerte despliegue policial en el Ingenio San Isidro de Salta

Desde este domingo a la noche, dentro y fuera de la empresa se encuentran policías armados. El Estado “custodia” los intereses de los empresarios del Ingenio. Los trabajadores reclaman, entre otras cosas, la reincorporación de despedidos y el pago de indemnizaciones adeudadas.

Martes 29 de junio de 2021 15:58

Desde el fin de semana pasado, el ingenio San Isidro, ubicado en el departamento de Güemes, está rodeado de efectivos de la Policía de Salta. El Gobierno del peronista Gustavo Sáenz responde así a los reclamos obreros ordenando la “militarización” de la planta, con despliegue de las fuerzas del orden (patronal) tanto al interior como en el exterior del Ingenio.

Militarizan la planta cuando los trabajadores, junto a sus representantes gremiales, reclaman la apertura de negociaciones paritarias, el cese de toda persecución y campañas de difamación contra los dirigentes sindicales, delegados y trabajadores en general del Ingenio San Isidro por parte de la patronal y sus colaboradores y la reincorporación de los trabajadores despedidos.

Ante los reclamos de los trabajadores, el gobierno peronista de Gustavo Sáenz delegó la “solución” al excoronel Mayor del Ejército Juan Manuel Pulleiro, titular del Ministerio de Seguridad de la provincia. El exjefe del Ejército salteño, es un defensor de la última dictadura militar y el Operativo Independencia en el denominado Combate de Manchalá.

La Policía de Sáenz reprimió a despedidos del Ingenio San Isidro mientras protestaban

Fraude empresarial

Este último conflicto entre azucareros y patrones, se remonta al mes de enero de 2018 -bajo el gobierno de otro peronista: Juan Manuel Urtubey-, cuando el Grupo Gloria que explota el Ingenio San Isidro, inició un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) fraudulento en el marco de un plan preconcebido para eliminar derechos laborales individuales y colectivos, que sirvió a la patronal azucarera para engañar, presionar y amenazar a los obreros del Ingenio, y despedirlos con reconocimiento de indemnizaciones menores a la mitad de la que por ley les hubiese correspondido, mediante el cierre unilateral del Ingenio en 2018.

Los despidos incluyeron a todos los miembros de la Comisión Directiva del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI) y a todos los delegados de la planta, según denuncian los representantes gremiales.

Las maniobras y negociaciones patronales prosiguieron a espaldas de los obreros, entre supuestos grupos empresarios, que tras el más absoluto secretismo, entre gallos y medianoche, habrían arribado a un acuerdo para el traspaso (supuesto o real) del Ingenio San Isidro. Pasó de las manos del Grupo Gloria, “...a un conglomerado de empresas o personas jurídicas entre las que se encontraban Los Balcanes (Rocchia Ferro) y el llamado Grupo Ruiz, ambos radicados en Tucumán”. Así lo expresa el comunicado emitido por el SOEASI.

El secretismo patronal y las supuestas “cláusulas de confidencialidad” del acuerdo de traspaso del ingenio, tienden a ocultar la maniobra patronal contra los obreros y su organización gremial. Los objetivos de los empresarios surgen de analizar los resultados provisionales que obtuvieron hasta ahora.

Los “nuevos propietarios” contrataron a los mismos trabajadores que habían sido “despedidos”: aproximadamente a la mitad de ellos, que pusieron nuevamente en funcionamiento el Ingenio bajo dirección de esta “nueva patronal” que siguió explotando al establecimiento del mismo modo que la “vieja patronal”, continuando con las exportaciones y la cartera de clientes previa, pero que comenzó a explotar a obreros con mayor precarización. De una manera más intensa y extensa, sin reconocimiento de la antigüedad ni categorías laborales.

Resulta clara la existencia de un plan patronal tendiente al despido de centenares de obreros y a los representantes gremiales y directivos del Sindicato, con el objetivo de continuar la explotación del ingenio con la mitad de los obreros, en condiciones de trabajo más precarizadas, con la organización gremial desbaratada, valiéndose para ello de maniobras fraudulentas y anti-sindicales que incluyeron el PPC trucho y las ya referidas negociaciones entre supuestos grupos patronales.

Los representantes gremiales, comunican qué sucedió desde que el Ingenio cambió de firma: “Una vez consumados estos atropellos que incluyeron el despido de todos los miembros de la Comisión Directiva del SOEASI y de todos los delegados, la empresa Los Balcanes se retiró del negocio, que quedó exclusivamente en manos del llamado Grupo Ruiz que explota el ingenio en la actualidad. Los dueños del Ingenio San Isidro prohibieron en los hechos la actividad sindical en la empresa y dejaron de pagar las cuotas sindicales al SOEASI”.

Los obreros y el sindicato reclaman la “apertura de negociaciones paritarias entre la patronal de las empresas que explotan el ingenio y sus representantes sindicales legítimos y legales organizados en el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI)”, el “cese de toda persecución y campañas de difamación contra los dirigentes sindicales, delegados y trabajadores en general del Ingenio San Isidro por parte de la patronal y sus colaboradores” y la “reincorporación de los trabajadores despedidos”, entre otras reivindicaciones.

Mariano Cuenca, secretario general del SOEASI, que representa a los trabajadores azucareros de la localidad norteña de Campo Santo, calificó a la actitud oficial como “una vergüenza” y agregó que “la complicidad del gobierno provincial con la patronal explotadora del ingenio comenzó hace tiempo y para ello usaron como operador de las maniobras para favorecer a la empresa al ministro de la Producción y Desarrollo Sustentable Martín de los Ríos, quien también es presidente del PRO salteño”.

El gobierno provincial peronista garantiza, hoy como ayer, el fraude y las maniobras ilícitas de las patronales. Es así que este fin de semana, ordenó la militarización de la planta, para que éstas consumen el ataque contra los trabajadores del Ingenio y su organización gremial, contra sus derechos laborales elementales, contra su libertad sindical.