Trabajadoras y trabajadores que habían sido despedidos por la empresa están siendo reincorporados y vuelven a sus puestos de trabajo. Se concreta así el triunfo obrero luego de una lucha persistente.
Martes 19 de noviembre de 2019
Entre ayer y hoy se irán concretando las reincorporaciones de las trabajadoras y trabajadores que habían sido despedidos en el marco del conflicto que mantuvieron con la empresa, que en ese momento estaba bajo el control de PETROBRAS.
Luego de varios meses de lucha, que incluyeron huelgas de hambre y movilizaciones, además de todas las muestras de solidaridad, obtuvimos un contundente triunfo: no solamente la empresa se comprometió a levantar las suspensiones concretadas como revancha por el control obrero, también a reincorporar a los despedidos, sino que terminamos de expulsar a la multinacional brasileña del mercado uruguayo en el marco del incumplimiento de varios de sus compromisos contractuales y el vaciamiento de Montevideo Gas. La empresa así pasó a manos del Estado – reconociendo que se trata de un servicio público y revirtiendo el proceso de privatización – y hoy se encuentra en la órbita de ANCAP.
Más allá de que no se ha podido concretar la posibilidad de que la empresa pase a manos públicas pero que pueda ser gestionada por sus propios trabajadores - que sabemos perfectamente cómo hacerlo – sin supervisores ni directivos, todo el conflicto y su resultado marcan un enorme jalón de experiencia obrera: de cómo hay que pararse frente a una patronal con tanto poder y cómo hay que luchar sin dejar que nos dividan y en tener que negociar con los compañeros afuera.
Las compañeras y compañeros de Montevideo Gas podemos transformarnos en un ejemplo de lucha para el período que vendrá, y tenemos que estar preparados y preparadas.
En esta nota repasamos los antecedentes de la resistencia de nuestro sindicato.
Larga lucha
En octubre de 1992 el gobierno de turno de Luis Alberto Lacalle, convocó a Referéndum proyectando una reforma para la desmopolización de las Empresas Públicas del Estado, en su intento de privatizar todo con su lineamiento neoliberal. Pero recibió un duro revés y una derrota ante tal iniciativa, a la que el pueblo dijo NO el 13 de diciembre de ese mismo año.
Pero nosotros, La compañía del Gas, quedamos fuera de la prerrogativa popular por devenir de una empresa privada inglesa, que abandonara el servicio en 1971 y desde entonces, a pesar de contar con más de veinte años de intervención estatal, quedamos librados a ser enajenados o puestos a concesión de cualquier trasnacional.
Por esta razón se dio en concesión al servicio de distribución de gas por cañería a la empresa Multinacional Gas de France, por treinta años, 1995-2025, que la llamó GASEBA.
Desde entonces fue dura la pelea por conservar los puestos de trabajo. Ellos usaron la metodología de los despidos incentivados y la de causal jubilatoria para diezmar la plantilla laboral.
Pero nosotros no nos quedamos quietos. Fueron fuertes las confrontaciones y las medidas que tuvimos que utilizar.
Después de 11 años, Gas de France transfiere a otra multinacional, Petrobras, la concesión del servicio por el período 2006-2025. Y la situación no fue mejor. Seguimos con nuestra lucha incansable con algún breve período de “paz”.
Pero esta Empresa, que el objetivo que buscaba no era brindar un servicio digno a la población, sino precarizar el suministro con el único fin de obtener grandes ganancias y establecer un puente conectivo hacia el Brasil atravesando el territorio uruguayo. Y de esta forma establecer un vínculo energético con un gasoducto, desde los yacimientos en Argentina hasta su país, vio frustrada su iniciativa, demandando al Uruguay por más de 150 millones de dólares.
Para nosotros la situación fue cada vez más tensa. Desde junio del 2017 comenzaron con mandar al Seguro de paro a decenas de nuestros compañeros con el objetivo de reducir al mínimo la plantilla laboral, aduciendo problemas económicos para después entregarla a otras manos, e irse con los bolsillos llenos.
En estos dos últimos años fue más difícil aún. Se tensó más la confrontación ya que Petrobras pretendía intimidar creando incertidumbre en muchos, amenazando con despidos masivos de 57 de nosotros. Despojándonos de nuestros derechos y nuestras conquistas tan caramente logradas.
Fue necesario realizar en estos años, tres huelgas de hambre por 25 y 30 días, paros coordinados, varias ocupaciones, y una instancia de Control Obrero. Una Huelga General por más de un mes, con carpas instaladas en la vía pública, en las inmediaciones de la Plaza Independencia, en las puertas de Petrobras, en la Plaza Matriz a metros del MIEM, y otra vez en la Plaza Independencia, pero esta vez sobre el pasaje principal, a medio camino entre las oficinas de Petrobras y el edificio de la Torre Ejecutiva. Decenas y decenas de Asambleas, de reuniones tripartitas con el MIEM, el MTSS, la Empresa y el Sindicato. Siempre llevando la posición democrática vertida por la Asamblea General.
Tras arduos meses de lucha y de presión, cuando finalmente el Poder Ejecutivo decide tomar cartas en el conflicto concertando una entrevista con el presidente de Petrobras Brasil, reunión que se llevó a cabo coincidiendo con una Cumbre Internacional que se daba por esos días en la República Argentina.
Y el 16 de julio de 2019 nos llega la noticia: Triunfamos. Tras el acuerdo de gobiernos Petrobras se iba, y Montevideo Gas y Conecta pasaban a la órbita del Estado bajo la égida de ANCAP, consolidándose el traspaso, el 1 de octubre pasado.
Pero la victoria no era completa, teníamos siete compañeros despedidos, por acumulación de suspensiones tras el control obrero y medidas de orden gremial.
Por tanto, siguieron las deliberaciones ya que la Jefatura de la Empresa, como la Dirección de ANCAP, se negaban a retomarlos.
Pero nosotros teníamos que hacer cumplir el compromiso del PE de que en esta transición no se iba a despedir a nadie. Debieron pasar cuatro meses más para que después de muchas reuniones con el MIEM, con el MTSS, y ANCAP, se cristalizara nuestra demanda.
En los últimos días fueron muchos los aplazamientos de reuniones con estos Ministerios, y muchas las Asambleas postergadas esperando una respuesta favorable. Hasta que el viernes 15 de noviembre en la mañana nos juntamos nuevamente. La resolución de la Asamblea votó la última medida a tomar antes del acto eleccionario nacional, dándole como último plazo para definirse los días lunes y martes de la semana siguiente. De lo contrario, el miércoles 20, nos presentaríamos en las oficinas del Plaza Mayor con los compañeros despedidos, para que se hiciera efectivo su reintegro. Y si seguían las negativas, el jueves 21, ocuparíamos las instalaciones de ANCAP.
No fue necesaria tal medida. El mismo viernes a la tarde en una reunión tripartita, previamente concertada por un lado con MTSS, Jorge Mesa, por la Empresa M. Busquet y F. Pérez Tabó, y por nuestra parte, la Comisión del Sindicato; se reúnen, después de deliberar por veinte minutos, se resuelve la reincorporación de los siete compañeros.
Podemos reflexionar, que esta fue una lucha ejemplar, y ejemplarizante, que se puede defender las fuentes laborales, ¡manteniendo en alto la Dignidad Obrera!
Es imprescindible destacar y agradecer toda la Solidaridad de los compañeros de Clase, todos los gremios, todas las instituciones, todos los grupos humanos que, con su aporte, con su apoyo moral, nos fortalecieron. A la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas, con la organización de un Festival Cultural Solidario, a las colectas en las Facultades, a los aportes en dinero y comestibles para sostener la Huelga, también a los vecinos. Y a todos los que estuvieron siempre a nuestro lado ofreciendo su mano fraternal y solidaria.