El municipio a cargo del intendente de Juntos por el Cambio, Francisco Ratto, ofrece un 20% en cuatro cuotas llevando el salario básico promedio apenas a los $32 mil. Las y los trabajadores junto al gremio ATE, vienen realizando paros, movilizaciones y cortes en reclamo de un 35% de aumento, como parte de una recomposición salarial.
Lunes 8 de agosto de 2022 18:00
Fotos: Andrea Vigil
Trabajadoras y trabajadores municipales de San Antonio de Areco perciben uno de los salarios más bajos de toda la Provincia y, ante la crisis que se profundiza con inflación y las medidas de ajuste, decidieron poner en pie un reclamo urgente por su recomposición salarial. El municipio a cargo del intendente de Juntos por el Cambio, Francisco Ratto, ofreció a las y los municipales un aumento miserable del 20% en cuatro cuotas, que llevaría el básico en promedio a unos $32.000.
"Estamos peleando por un salario digno, porque hoy una trabajadora que es auxiliar o una enfermera cobra $24.000, con un régimen de 30 horas semanales. Es lamentable. Yo cobré $38.000, y hay compañeros que cobraron $31.800 y el alquiler era $31.200, o sea que el primer día ya no tenían plata directamente. Y no es una situación que le toca a uno, sino a un montón. La mayoría están en $30.000, algunas compañeras hacen doce horas por 50 lucas, 40 lucas, es insostenible", cuenta a La Izquierda Diario uno de los trabajadores que lleva adelante el reclamo.
"Lo que pedimos, acompañados por ATE, es entre un 30% y un 35% en una sola cuota y el compromiso de acá a septiembre u octubre volver a discutir paritarias nuevamente, y que el Ejecutivo se comprometa a dar un nuevo aumento", explica el trabajador municipal. En la vereda de enfrente, los gremios UPCN y el Sindicato de Empleados Municipales firmaron a favor de la propuesta del gobierno municipal.
Y en este contexto de bronca generada por los salarios de hambre se suma otro hecho que aumenta la indignación entre las y los trabajadores. Porque recientemente los funcionarios de gobierno se aumentaron un 50% sus sueldos. "Se aumentaron más de lo que nos ofrecen a nosotros, pero además lo hicieron con retroactividad a principios de año, con lo cual también incorporaron los anteriores aumentos. El municipio tiene $100 millones en un plazo fijo y no los quieren tocar, o sea que plata hay, pero lo que no hay es voluntad política", señala el trabajador a La Izquierda Diario.
Las y los municipales denuncian también que recibieron aprietes por parte de la policía local. "La policía nos persigue a todos lados, nos saca fotos. El Grupo de Acción Distrital (GAD), que es una fuerza especial estuvo con armas largas en un momento de la marcha donde estaban todas las enfermeras", relata el trabajador.
El conflicto continúa abierto y con nuevas medidas de fuerza en los próximos días, mientras el Ministerio de Trabajo no dicte la conciliación obligatoria.