Sábado 10 de febrero de 2018
Cinco días de huelga cumplen ya los trabajadores de la basura, pertenecientes al Sindicato Veolia, que presta servicios para la Municipalidad de la comuna de Rancagua. Desde la Izquierda Diario hablamos con el dirigente del sindicato, y con algunos trabajadores en huelga. Se trata de 82 trabajadores en huelga, que junto a sus familias, marcharon hoy desde la Plaza Los Héroes de la ciudad.
Dennis Catalán, Presidente del Sindicato Veolia, dice: “Hoy día estamos haciendo una marcha multitudinaria en apoyo de esta causa, esperamos que nos apoye toda la comunidad. Este movimiento que nosotros tenemos es por un sueldo digno, que nos paguen las horas extras y tengamos mejores tratos por parte de la empresa.”
Por su parte, un trabajador nos cuenta:
“Queremos un sueldo más digno, que nos paguen las horas extras y nos traten bien. Somos 82 trabajadores. Nosotros somos recolectores, andamos en los camiones de la basura, es una pega muy complicada y corremos muchos riesgos. Las jeringas, los vidrios, esas cosas. Una vez me enterré una jeringa y fui a la oficina para que me llevaran a la ACHS durante una semana, y nunca me llevaron. Tuve que dirigirme al domicilio donde me enterré la jeringa y hablar por mi propia cuenta con la señora de la casa, y gracias a Dios que la jeringa la habían ocupado por el tema de la diabetes. El Municipio no nos quiere tomar en cuenta, llevamos estos días en paro y no pasa nada.”
¿Cuál es la razón por la cual los trabajadores recolectores de la basura no están trabajando para el Municipio, y sí para una empresa externa, que les paga salarios de hambre y no les garantiza ni seguridad laboral, ni las medidas especiales de protección que requiere un trabajo tan complicado? Es parte de un Chile donde prima la subcontratación, la flexibiización laboral, la externalización y sus resultados: la precarización y desvalorización del trabajo.
Como otro trabajador ha planteado a La Izquierda Diario durante la marcha de hoy:
“Los sueldos están muy bajos, comparado con otras comunas que tienen a la misma empresa y hacen el mismo trabajo. El Municipio cada cuatro o cinco años va a licitación y se presenta una empresa. Lo que pasa es que ellos no valorizan el trabajo de la gente, se la dan de ’empresa que trae mejores equipos’ y es menos sueldo para la gente. Nosotros como choferes estamos sacando $418.000 para el bolsillo, y los recolectores están sacando $330.000 para el bolsillo.”
Los trabajadores recolectores de la basura, junto a sus familias, están en justa huelga. Las mujeres son también parte de la lucha: “estando aquí, marchando con ellos”, hasta el cumplimiento de sus demandas.
La lucha de los trabajadores recolectores de basura expresa, no solamente una lucha por los salarios, sino también el malestar que impone la flexibilización laboral (la existencia de empresas externas contratistas de forma temporal). Los partidos políticos de la Derecha y la Nueva Mayoría permitieron el trabajo flexiblizado, han legislado durante años para que esto sea una realidad en Chile. De hecho es durante el primer gobierno de Bachelet que se consolida la ley del subcontrato, con el argumento de "crear empleo".
Hoy los trabajadores de la basura se levantan para decir basta, basta de condiciones precarias y de contratos miserables. Organizaciones como el Partido Comunista piensan que la salida es que el alcalde Soto se haga cargo, con una mayor regulación a las empresas externas. Sin embargo esta propuesta tiene dos grandes contradicciones: creer que este alcalde (involucrado en casos de corrupción como teatro y el hospital) va a supervisar bien el servicio y que en en realidad la solución pasa por poner fin al trabajo externalizado y flexible. Tanto en la minería, como en el puerto, la industria y el resto de los servicios, los trabajadores deben ser operarios de planta.
