El llamado a la huelga contra las tres automotrices de Detroit obtuvo el 97% de los votos. Los 150.000 afiliados al sindicato UAW se disponen a paralizar la producción desde el 15 de septiembre si las empresas no dan respuesta a sus demandas de salario, pensiones, reducción de la jornada laboral y sindicalización.
Viernes 25 de agosto de 2023 15:57
Los afiliados de United Auto Workers (UAW) han aprobado de forma masiva autorizar al sindicato la convocatoria de huelgas en General Motors (GM), Ford y Stellantis en EE.UU. en caso que no se llegue a un acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo.
Según los datos provisionales facilitados por el sindicato, un 97 % de los trabajadores que votaron apoyaron autorizar la convocatoria de huelgas en caso de que las negociaciones en marcha con los tres grandes fabricantes estadounidenses no terminen en acuerdo antes del 14 de septiembre, cuando finaliza el actual convenio.
The votes are in, and the results are astounding: 97% of Big Three members voted YES to authorize a strike if the automakers don't give us a fair deal.
Get strike ready: https://t.co/gbtJCcQMwN pic.twitter.com/ZZ6IwbHUqs
— UAW (@UAW) August 25, 2023
El presidente del sindicato, Shawn Fain, declaró este viernes que "todo lo que intentamos hacer con esto es preparar a todos en caso de que tengamos que actuar para obtener un convenio justo".
A mediados de julio UAW inició negociaciones con GM, Ford y Stellantis para la firma de un nuevo convenio colectivo que regirá las relaciones laborales de unos 146.000 trabajadores durante los próximos cuatro años.
Según dijo Fain, tras años de concesiones en los que los Tres Grandes de Detroit (como se conoce a las tres automotrices) han obtenido centenares de miles de millones de dólares de beneficios, UAW no cederá en sus peticiones de mejoras salariales y garantías laborales.
Fue efectivamente la dirección del sindicato la que, con negociaciones a la baja, ha venido cediendo ante las empresas durante años y entregando conquistas y derechos de sus trabajadores. Lo hicieron con la excusa de mantener los puestos de trabajo, pero eso no impidió que las empresas redujeran sus plantillas al mismo tiempo que precarizaban las condiciones de trabajo.
Hoy, tras la pandemia de covid en la que los empleados siguieron trabajando aún en condiciones inseguras y con una inflación sin precedentes en las últimas décadas, los 146.000 trabajadores han ejercido una presión sobre el sindicato para obtener mejoras que se expresan en la abrumadora votación por ir a la huelga si la empresa no acepta los reclamos.
Así, UAW ha iniciado las negociaciones con una petición de suba salarial del 46 % en cuatro años, la instauración de nuevo de pensiones tradicionales (que habían sido eliminadas en negociaciones previas), la reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de producción de baterías.
La UAW tiene más de 825 millones de dólares en su fondo de huelga, lo que alcanza para pagar a sus 150.000 miembros 500 dólares por semana durante casi tres tres meses.
Se trata de un buen respaldo inicial para que los trabajadores vayan a la huelga con fuerza. Para tener una idea, en 2019 una huelga de 40 días contra GM provocó una pérdida de producción de 300.000 vehículos y 3.600 millones de dólares en ganancias.