A continuación reproducimos un pronunciamiento contra la subcontratación de trabajadores y ex-trabajadores de esta ONG, que dice defender derechos medioambientales, pero viola sistemáticamente derechos laborales y humanos.
Sábado 27 de marzo de 2021
Participa en la Consulta Nacional por la Prohibición del Outsourcing y por el Rescate de la Soberanía Energética (19 - 24 de abril del 2021), dando clic aquí.
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Nosotros somos trabajadores y ex trabajadores de Greenpeace México, organización internacional no gubernamental que, a pesar de promover discursivamente un mundo justo y verde para todos, ha caído en prácticas de despidos injustos, precarización del trabajo y hostigamiento.
Nosotros somos trabajadores y ex trabajadores de Greenpeace México, organización internacional no gubernamental que, a pesar de promover discursivamente un mundo justo y verde para todos, ha caído en prácticas de despidos injustos, precarización del trabajo y hostigamiento.
Hace aproximadamente 7 años, sus directivos comenzaron a cambiar la forma en la que nos contratan, recurriendo de manera injusta y descarada a la subcontratación del trabajo, también conocida como outsourcing.
Quienes trabajamos en Greenpeace México, somos, en su mayoría, jóvenes reclutados con promesas de crecimiento dentro de la ONG. Además, se aprovechan del amor que tenemos por las causas ambientales para que no cuestionemos los bajos salarios que nos pagan, sobre todo quienes trabajamos en la recaudación de fondos en las calles, exponiéndonos a todo tipo de peligros, Aunque por las circunstancias actuales no se realiza en este modo, no dudamos que Greenpeace vuelva a exigirnos laborar en las calles para traer recursos a la organización.
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Casi el 70% de los recursos que ingresan mensualmente a la organización los conseguimos quienes tenemos el sueldo más bajo, que apenas rebasa el salario mínimo; mientras el Director General gana más de 100 mil pesos al mes solo por reportar nuestro trabajo, situación sumamente injusta.
Mediante estrategias de manipulación, y amedrentamiento directo, los directivos de Greenpeace buscan contrarrestar nuestro desacuerdo con el outsourcing, los bajos salarios, la falta de prestaciones y demás derechos laborales que violan constante y vilmente. Se aprovechan de nuestra fuerza y ánimo, sobre todo de los compañeros y compañeras más jóvenes, de quienes por lo regular es su primer empleo.
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Utilizando prácticas demagógicas como recordarnos que “no estamos ahí por el salario, sino por la causa”, “que tenemos que tener bien puesta la camiseta”, “que no cualquiera tiene un trabajo así de bonito” y demás frases, intentan normalizar la precarización laboral.
Cuando nos quejamos, nos hostigan, cargándonos más las actividades laborales e incluso nos despiden injustificadamente, como ocurrió recientemente con más de una docena de compañeros, dejándonos sin seguridad laboral y financiera, en medio de la Pandemia.
Desde que Greenpeace empezó con el outsourcing, se perdieron algunas prestaciones internas como, caja de ahorro, préstamos, seguro de gastos médicos mayores, licencias médicas, cursos de inglés, capacitaciones, integración con el resto del staff, cuenta de correo organizacional, además de todo vínculo de relación laboral directa con la ONG.
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La primera subcontratadora fue con GINGroup (2014) grupo que actualmente maneja bajo esta modalidad (outsourcing) a más de 4,500 empresas (alrededor de 250 mil trabajadores mexicanos), cuyo presidente Raúl Beyruti (mejor conocido como “el Rey del outsourcing”) hoy enfrenta denuncias penales por presuntos delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
Cabe mencionar también que con esta subcontratación los compañeros de Greenpeace comenzamos a sufrir pagos a destiempo y no se nos entregaban recibos de nómina, violando sistemáticamente el artículo 88 de la Ley Federal del Trabajo.
Al demostrar cierto descontento por tal situación, en 2016 la ONG decidió cambiar a otra subcontratadora, ManPower, empresa que terceriza el trabajo a nivel mundial, con quienes la experiencia tampoco fue grata por las mismas situaciones de violaciones continuas a nuestros derechos laborales mínimos.
En el 2017, Greenpeace decide brincar a otra subcontratista. Con dos cambios previos, el conveniente discurso de la organización era decirnos que buscaban que su personal estuviera en las mejores manos. Intentando así, invisibilizar que el problema central era que Greenpeace había recurrido al outsourcing precisamente para volvernos desechables y quitarnos los mínimos y justos derechos laborales.
En esta ocasión recurrieron a Personnel Experts Solution o Evolution, ahí descubrimos que el nuevo “patrón” cambiaba de nombre y tenía varias razones sociales, además de darnos de alta y de baja del IMSS cada cierto tiempo, igualmente nos percatamos que no teníamos pagos reportados al INFONAVIT y al cuestionar sobre ello, tuvimos que esperar casi un año en lo que se iniciaba el proceso de “investigación”.
¿Cuál fue la solución de Greenpeace? Brincar nuevamente, en 2020 recurrió a BHRS Value quien ofrece la elaboración de contratos, el proceso de la nómina, pagos, manejo de personal y una amplia cobertura legal en caso de conflictos laborales.
Como vemos, el problema del outsourcing es económico, político e ideológico y uno que sobre todo nos pega a nosotros los trabajadores en nuestra estabilidad no solo económica, sino familiar y hasta emocional.
Como vemos, el problema del outsourcing es económico, político e ideológico y uno que sobre todo nos pega a nosotros los trabajadores en nuestra estabilidad no solo económica, sino familiar y hasta emocional.
En nuestro caso, mientras Greenpeace salta de empresa en empresa para subcontratar trabajo, va creando una narrativa de que lo hace por “nuestro bien”, lavándose las manos como la principal responsable de nuestra incertidumbre laboral, además de obstaculizar nuestra organización colectiva, pues ante nosotros ha aparecido no uno, sino más patrones: Greenpeace, GINGroup, ManPower, Personnel Experts Solution y BHRS Value.
Como trabajadores y ex trabajadores de Greenpeace México, nos pronunciamos en contra del outsourcing, exigimos su prohibición y total erradicación. Demandamos plenos y justos derechos laborales para las y los trabajadores, todos, y que nos permitan acceder a una vida digna.
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