Casi un centenar de niños indios fueron encontrados este viernes en un taller de pulseras en la India, en la ciudad sureña de Hyderabad. Miles de niños son esclavizados y puestos a trabajar en talleres textiles, fábricas de ladrillos y otros lugares, cada año.

Josefina L. Martínez @josefinamar14
Sábado 31 de enero de 2015
Fotograía: Reuters / Jitendra Prakash
El canal de noticias NDTV informó este viernes que en una redada de la policía fueron encontrados 87 niños, algunos de sólo 6 años, trabajando en un taller de pulseras.
La mayoría de ellos eran varones, y estaban hacinados en las instalaciones precarias de una habitación donde trabajaban y dormían.
Hace unos días en otro operativo se encontró a otros 220 niños, en otra zona de la ciudad.
Los niños contaron ante los periodistas que trabajaban allí durante todo el día, desde las 09:00 hasta las 22:00 horas.
"Trabajamos desde la mañana hasta la noche. No nos dejan jugar. Quiero irme a casa y decirle al empleador, pero dijeron que no me dejarían ir a casa", fueron las palabras de uno de los niños rescatados.
Miles de niños y niñas de India, en su mayoría proveniente de áreas rurales pobres, son traficados por bandas que los buscan entre las familias más pobres, a las que ofrecen llevarlos y enviarles a cambio sus salarios. En la mayoría de los casos sus familias no vuelven a verlos.
En su mayoría, los niños terminan trabajando en casas particulares, como empleados domésticos, en fábricas de ladrillos o talleres textiles.
El portal Spiegel On Line recogía la historia de la niña Durga Mala, nacida en Calcuta, que fue esclavizada después de la muerte de sus padres. Tenía 11 años cuando fue liberada, y su piel estaba cubierta de heridas. Contó que sus empleadores le habían tirado aceite caliente encima como castigo, porque estaba trabajando muy lento.
Un informe de la BBC News tomaba el caso de Lakshmi, una niña de 13 años que fue secuestrada de su aldea rural y obligada a trabajar limpiando casas particulares. El “agente” que arreglaba sus empleos se quedó con todos sus pagos. Lakshmi relató que fue violada por los dos hombres que la llevaron de su aldea, bajo la amenaza de que si contaba todos se enterarían y su honor quedaría mancillado para siempre.
Los niños suelen ser obligados a trabajar jornadas larguísimas, en pésimas condiciones. Muchos ni siquiera reciben un pago a cambio. Muchas de estos niñas y niños son entregados a redes de trata sexual.
Constantemente aparecen denuncias a empresas textiles europeas o norteamericanas, como GAP, Zara y otras, por su utilización de talleres subcontratistas que utilizan trabajo infantil o esclavo.
Según el Índice Global de Esclavitud del 2014, en la India hay más de 14 millones de víctimas de trata de personas.

Josefina L. Martínez
Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.