El mundo lamenta 71 muertes. Condolencias de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). ¿Lágrimas de cocodrilo? ¿Por qué recomendó volar en una línea aérea de dudosos antecedentes como Lamia?
Miércoles 30 de noviembre de 2016
Foto: Agencia AFP.
La noticia estremeció al mundo entero y trascendió las fronteras del universo del fútbol: este martes comenzó con la desgarradora novedad de un avión estrellado en territorio colombiano con el plantel, directivos, empleados y periodistas del humilde club del sur brasilero Chapecoense, el que ya había entrado en la historia por consagrarse finalista de la Copa Sudamericana. Pero el sueño se esfumó y el mundo está de luto por la pérdida de 71 vidas en una de las peores tragedias relacionadas con el deporte.
Las muestras de solidaridad con familiares de los fallecidos y con simpatizantes del Chapecoense no se hicieron esperar: desde Diego Maradona, el “Kun” Agüero y Lionel Messi, pasando por el “Patón” Bauza o el ex tenista brasilero Guga Kuerten, hasta el DT de San Lorenzo –Diego Aguirre- que confesó apesadumbrado que pasó por su cabeza la chance de gol que el arquero Danilo le contuvo a Angeleri y que podía haber cambiado el destino.
Desde el Benfica de Portugal y el Racing Club de Avellaneda, entre muchos otros clubes, llegaron ofertas de préstamo de jugadores para poder reconstruir el plantel de Chapecoense; la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se puso a disposición con el mismo objetivo, algo sobre lo que seguramente ahora nadie está pensando en Chapecó. Tal vez la mayor muestra de solidaridad llegó desde la propia Colombia: el equipo rival en la final truncada, Atlético Nacional de Medellín, solicitó a la Conmebol (la federación sudamericana de fútbol) que declare campeón del certamen al Club Chapecoense.
Las muestras de dolor de hinchas y simpatizantes de Chapecoense son conmovedoras.
Video: Canal de Youtube de Agencia Télam.
La propia CONMEBOL, en palabras de su presidente Alejandro Domínguez, declaró estar de luto: “Estamos con el corazón roto”, expresó el titular del organismo. “Estamos cerca de las familias de las víctimas”, enfatizó. ¿Lágrimas de cocodrilo?
LAMIA: una línea aérea llena de turbulencias
Sin embargo, con el correr de las horas las miradas comienzan a apuntar hacia CONMEBOL. Si bien no existía formalmente ninguna relación comercial explícita ni contrato entre la Confederación Sudamericana y la empresa de aeronavegación LAMIA (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación), CONMEBOL “recomendaba” contratar los servicios de LAMIA a los distintos planteles de clubes y seleccionados nacionales que tuvieran que recorrer esas rutas aéreas. Las supuestas ventajas se reducían a vuelos charter relativamente económicos. Pero se trataba de una empresa de procedencia dudosa, equipado con apenas 3 aviones British Aerospace BAE-Avro146, naves que se fabricaron entre 1981 y 2001 (dejaron de fabricarse hace 15 años) y que tienen en su haber un saldo de 13 accidentes con un total aproximado de 200 muertos. Un currículum nefasto como para “recomendaciones” como las realizadas por CONMEBOL.
La empresa de capitales venezolanos nació en 2009 en el departamento de Mérida. Sin haber despegado ningún avión todavía, mudó sus bases a la isla venezolana de Margarita. Iba a ser la línea oficial de la isla, pero no llegó a cumplir ese rol. Como la empresa seguía “floja de papeles”, se estableció en Bolivia; allí consiguió permisos para funcionar como “pequeño operador aerocomercial”.
El directorio de LAMIA podría ser bautizado “los piratas del Caribe” si no fuera porque nada tienen de gracioso ni simpático y porque se reduce a una sola persona: el empresario español Ricardo Albacete Vidal, que fue elucubrando la fantasmagórica LAMIA en sociedad con distintos funcionarios venezolanos como los gobernadores de Mérida y de Nueva Esparta (donde se ubica la Isla Margarita).
Sin ninguna preocupación por la seguridad y las vidas de futbolistas y personas relacionadas con el fútbol, CONMEBOL recomendó a toda costa el uso de los charters de LAMIA, que en los últimos meses operaba con un solo avión, ya que tiene otros dos en reparaciones. Por el mismo avión de la tragedia (el LMI 2933) pasaron , las selecciones de Argentina, Bolivia y Venezuela, los clubes Atlético Nacional de Medellín (Colombia), Olimpia de Paraguay, The Strongest y varios clubes bolivianos. El pato lo pagaron los más humildes: el plantel del ilusionado Chapecoense que dejó sus sueños evaporados en el Cerro Gordo de Medellín.
En próximas horas se conocerán las grabaciones que guardan las dos cajas negras de la nave y se podrá dilucidar cuáles fueron las fallas técnicas que produjeron el accidente. Pero se puede establecer de antemano alguna responsabilidad, como mínimo indirecta: la CONMEBOL, organizadora de la Copa Sudamericana, que depositó confianza en una línea aérea llena de turbulencias.