Viernes 29 de septiembre de 2017

Imágenes de convoyes de la fuerza Aeronáutica y de la Marina saliendo de la favela fueron registradas por el canal televisivo Globo a partir de las 3:30 de la mañana. El enorme espectáculo televisado por Globo contó con 950 militares y al menos 14 blindados, cero presos en la comunidad y registros de un sinnúmero de abusos hacia los pobladores.
Los abusos de los militares incluyen la destrucción de casas, forzadas por los militares, pobladores agredidos verbal y físicamente e incluso la aprehensión (robo) de dinero, zapatillas y celulares. En la favela, que tiene más de 80.000 habitantes, más de 3.000 niños se quedaron sin clases y todos los puestos de salud en Rocinha funcionaron en tiempo reducido o no funcionaron durante la ocupación militar.
Los hombres del Ejército enmascarados con calaveras, armados hasta los dientes son expresión de la represión cotidiana vivida por los pobladores. El uso de las máscaras es símbolo de muerte, y tiene el objetivo de amedrentar aun más y esconder sus rostros, manteniendo segura su identidad frente al rechazo y consecuencias legales de sus actos.
La ocupación contó además con absurdos volantes tirados por el helicóptero del Ejército, con frases como “No basta que sea maravillosa, tiene que ser segura”, en una clara manifestación de un proyecto de ciudad para las élites, mientras al trabajador le falta no solo seguridad sino salud, redes cloacales, educación y empleo, una realidad con más de un millón de desocupados solo en el estado de Rio.
El intendente Marcelo Crivella también regaló a los pobladores de Rocinha un show de cinismo, mintiendo sobre la apertura de escuelas, que según él, abrirían las aulas desde el lunes 25, ignorando los abusos y la represión intensa a los pobladores, la falta de sanidad y otros problemas estructurales básicos. El ex obispo además afirmó que “es hora de darle un baño de shopping a Rocinha”.
Los pobladores de Rocinha son víctimas de la fallida guerra contra las drogas, que en la práctica sirve para legitimar el exterminio de la juventud negra mientras los verdaderos traficantes están muy lejos de las favelas, con helicópteros y aviones llenos de cocaína, como se vio en el caso impune del avión con 650 kilos de cocaína que salió de la hacienda del ministro de Temer, Blairo Maggi. Mientras eso ocurre, los pobladores son rehenes del intercambio de tiros constante entre la policía y el narcotráfico.
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