Esta mañana el ministro de Trabajo anunció que el bono de fin de año será sólo para los sectores de menores ingresos. Tras conocerse la noticia, hablaron los dirigentes de una CGT que no responde.
Jueves 6 de octubre de 2016 11:43
Perro que ladra no muerde. El famoso refrán es uno de los que mejor aplica para ilustrar la postura de los dirigentes de la CGT.
En un nuevo anuncio que parece una burla, el ministro de Trabajo Jorge Triaca anunció hoy que el tan esperado bono de fin de año sólo lo recibirán jubilados, beneficiarios de planes sociales y personas que reciben el salario mínimo. La respuesta de Triaca llega luego de la reunión que los jefes de la central sindical mantuvieron con el Gobierno, en donde prometieron no ir al paro a cambio de negociar una exención en el impuesto a las ganancias para el aguinaldo de diciembre y un bono de fin de año para todos los trabajadores.
Consultado en Radio La Red sobre qué opinión le merecían los dichos de Triaca, el secretario administrativo de la CGT, Omar Plaini, respondió: "Declaraciones de este tipo y alguna que escuché de Prat-Gay no coadyuvan a encontrar la mejor solución al tema". Pero como si aún no bastaran las declaraciones de Triaca, Plaini se mostró “prudente” ante la posibilidad de llamar al paro que tanto vienen anunciando: "El Gobierno tiene que hacer una oferta muy interesante, muy importante para que nosotros no pongamos en marcha la acción gremial".
Por su parte, Juan Carlos Schmid reclamó una "respuesta razonable" de parte del Gobierno a las demandas de los trabajadores y advirtió que “si van a ofrecer migajas es mejor no tener ninguna reunión” y en ese caso “la central tomará una decisión”.
El Consejo Directivo de la CGT se reunirá hoy en la sede de Azopardo 802, donde debatirán el resultado de la reunión que mantuvieron con el Gobierno la semana pasada y las declaraciones realizadas por Triaca durante el día de hoy. Allí los dirigentes que conducen la central deberán ver qué postura tomar frente al ninguneo por parte del oficialismo y una tregua que se vuelve acuciante para la inmensa mayoría de los trabajadores.
