El gobernador de Puerto Rico (estado libre asociado a EE.UU.), Ricardo Rosselló, extendió hasta el domingo el toque de queda que rige en todo el país desde el miércoles tras registrarse saqueos.
La Izquierda Diario @izquierdadiario
Sábado 23 de septiembre de 2017
Rosselló hizo el anuncio en su primera rueda de prensa oficial tras el paso del devastador ciclón el pasado miércoles y tras registrarse varios saqueos en un país donde la pobreza alcanza al 50% de la población. El toque de queda rige entre las 18 y las 6 hora local.
Las fuerzas de seguridad, que patrullaban con armas largas las principales avenidas de la capital San José, informaron de varias detenciones a raíz de asaltos a comercios.
El huracán ha dejado hasta el momento siete personas muertas según datos oficiales, aunque se sabe que la cifra aumentará en los próximos días. Todo el país quedó sin servicio de luz y agua, además de amplias zonas, muchas de ellas urbanas, completamente inundadas.
De las siete personas fallecidas, dos murieron ahogadas en Toa Baja, municipio norteño, después que las autoridades abrieran las compuertas del embalse Lago La Plata, según dijo el secretario de Asuntos Públicos y Política Pública del Gobierno de Puerto Rico, Ramón Rosario.
"De momento, de tener los niveles aptos, subió dramáticamente y de manera incontrolada", dijo por su parte el gobernador, quien increíblemente agregó con total cinismo que evaluará si se cumplió o no con protocolos de notificar a la población para desalojar a los residentes del municipio.
Rosselló dijo que en el futuro se construirá un mecanismo que permita alertar a las comunidades, porque solo suena la alarma en el embalse.
También se informó que tres hermanas fallecieron en Utuado (centro-oeste) cuando un alud sepultó la vivienda en la que se habían refugiado.
Debido a las intensas lluvias los embalses de agua han aumentado peligrosamente, poniendo en riesgo a los residentes de las zonas.
Ante esto, varios municipios situados en las proximidades de la presa de Guajataca, al noroeste de Puerto Rico, han sido desalojados por temor a que se rompan sectores de la estructura.
Las autoridades locales indicaron que varios vehículos y autobuses están desalojando a los habitantes de ambas localidades, cercanas a la presa que se ubica entre los pueblos de Quebradillas e Isabela.
El Servicio Nacional de Meteorología (SNM) advirtió que la situación es "extremadamente peligrosa" y que los ciudadanos deben salir "ahora". La institución también dijo que el desalojo se realiza "todo lo rápido que se puede" y con el apoyo de la Guardia Nacional.
El gobernador dijo además que hasta el momento hay 15.000 personas alojadas en refugios, pero la cantidad "podrían aumentar" en los próximos días debido a la devastación de cientos de residencias en toda la isla.
Además del corte total de agua y luz, el paso de María provocó grandes fallas en las telecomunicaciones. Sandra Torres, de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, sostuvo que solo el 15 % de las 1.600 torres de telecomunicaciones que hay en la isla funcionan.
Cinismo de las autoridades y lenta recuperación
La representante de Puerto Rico ante el Congreso en Washington, Jennifer González, sostuvo que se reunió con directivos de la Guardia Costera de EE.UU. y que le dijeron que hay cientos de embarcaciones hundidas, por lo que verificarán que no haya derrame de aceite y proseguir a traer ayuda vía marítima.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y la congresista puertorriqueña Nydia Velázquez, llegaron hoy a la isla para ayudar a la recuperación de la isla.
"Hemos visto las noticias... El dolor, la angustia y la ansiedad", dijo Cuomo, cuya Administración trasladó dos aviones llenos de generadores de electricidad, sábanas, comida, ropa, entre otros recursos, así como brigadas de electricidad de varias compañías de energía.
"Nuestra meta es de reconstruir un mejor Puerto Rico de lo que fue antes. Habrán fondos suficientes y mucha reconstrucción", afirmó.
Hacia la tarde del viernes se había restablecido el servicio de agua en solo un 25%. Devolver el suministro de agua "va a tomar tiempo", advirtieron las autoridades sin especificar los días o semanas que tardará.
Algunos pequeños comercios reabrían progresivamente sus puertas al público de forma limitada. La gente se agolpa en los pocos lugares donde se ofrecen víveres y comienza a sentirse, aunque lentamente, la sensación de desabastecimiento.
El Gobierno espera ahora que vaya llegando la ayuda desde Estados Unidos, que comenzó hoy con el arribo de una embarcación con bienes de primera necesidad.