Fue en mayo, la periodista Shireen Abu Akleh que estaba cubriendo y denunciando la represión creciente del Ejército Israelí sobre los palestinos en Cisjordania cuando le dispararon a quemarropa y directo a la cara.
Lunes 5 de septiembre de 2022 20:03
El Ejército de Israel reconoció por primera vez, lo que las organizaciones palestinas venían denunciando desde que sucedió el asesinato, que fueron los disparos de uno de sus soldados los que mataron en mayo pasado a la periodista palestino-estadounidense de Al Jazeera Shireen Abu Akleh.
Las autoridades israelíes habían rechazado en numerosas ocasiones las acusaciones de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la propia cadena de TV, llegando a la cínica explicación de que habían sido los propios palestinos lo que atacaron a la periodista.
El Ejército israelí reconoce del asesinato poniendo todas las excusas posible. "Hay una fuerte posibilidad de que la señora Abu Akleh fuera alcanzada accidentalmente por un disparo del ejército israelí, que apuntaba a sospechosos identificados como hombres armados palestinos", declaró esa fuerza armada en las conclusiones de su investigación, según informó la agencia de noticias AFP.
Más información: El Ejército de Israel asesinó a una periodista de Al Jazeera que cubría la represión a palestinos
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Según la versión del Ejército, la reportera de 51 años, recibió "accidentalmente" un disparo en la cabeza el 11 de mayo aunque Shireen Abu Akleh iba equipada con un chaleco antibalas con la palabra "prensa" estampada y con un casco. Supuestamente los soldados "apuntaban a sospechosos" cuando en realidad los periodistas cubría el operativo en el campo de refugiados de la norteña ciudad de Jenín, en la Cisjordania ocupada desde 1967.
Otras investigaciones efectuadas por Naciones Unidas (ONU) y otros medios arrojaron que la bala que mató a la reportera había sido disparada por las fuerzas israelíes.
El Ejército israelí primero sostuvo que fueron disparos de palestinos los que impactaron a la periodista, para luego sostener que resultaba "imposible" determinar cómo la periodista fue abatida. Contradiciendo las versiones de Israel, el productor de Al Jazeera que resultó herido, Samudi, dijo que no había palestinos armados en la zona cuando su compañera murió.
La represión israelí incluyó al funeral de la periodista palestina Shireen Abu Akleh. La policía israelí cargó contra los asistentes que querían llevar a hombros el ataúd, envuelto en la bandera palestina, algo que Israel prohíbe y castiga desde que ocupa la parte este de Jerusalén con la anexión de esa zona en 1980.
La muerte de Abu Akleh se dio casi un año después de que un ataque aéreo israelí destruyese el edificio en Gaza donde se encontraban las oficinas del canal qatarí y la agencia de noticias estadounidense AP.
Israel dijo en aquel momento que la torre albergaba oficinas de miembros claves del movimiento islamista palestino Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, territorio bajo bloqueo israelí.
La muerte de la periodista se produjo además en un momento de creciente tensión por la escalada de Israel en la represión, persecución y desalojo de la población de origen árabe de sus casas en Jerusalén Este y de sus tierras en la Cisjordania ocupada y cada vez más invadida. A esto se suma el bloqueo por tierra, aire y mar sobre la Franja de Gaza que ha convertido a ese fragmento de tierra en un lugar imposible para vivir y que muchos definen como la mayor cárcel a cielo abierto del mundo. Todas estas provocaciones de parte de Israel se incrementaron particularmente en los últimos meses.