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Red Internacional
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Educación. Tras tres días de votaciones el Instituto Nacional sigue siendo sólo de hombres

La votación realizada en el IN abre el debate sobre la urgencia de una educación sin segregación por sexo, que sea efectivamente laica, no sexista ni heteronormativa.

Domingo 31 de marzo de 2019

Después de más de 200 años, en el Instituto Nacional se realizó una votación para que comenzara a ser mixto. A pesar de que docentes y estudiantes votaran a favor de esta propuesta, el resto de la comunidad educativa votó en contra, y se mantendrá el carácter actual del establecimiento que solo alberga varones en sus salas de clases.

En este contexto, el presidente del centro de alumnos Rodrigo Pérez señaló que “el día lunes se reevaluará el proceso de conteo, ya que cuenta con una serie de denuncias e irregularidades”.
Por otro lado, el alcalde de Santiago Felipe Alessandri señala que: “en mi opinión, todos los colegios que reciben fondos públicos deberían ser mixtos, pero siempre señalamos que somos muy respetuosos de las comunidades escolares”, estos dichos se contradicen con la moral conservadora que la derecha promulga y que de la mano de la Iglesia buscan profundizar a través del sistema educativo.

Sin duda, las declaraciones del alcalde no son más que palabras que buscan enmascarar la moral conservadora y represiva hacia la juventud que defiende. Fue este mismo acalde quien el año 2017 y 2018 puso al centro la política del rompe-paga, que consistía en responsabilizar a los padres cuando sus hijos menores de edad fuesen inculpados por daños realizados a los establecimientos durante procesos de movilización, los que muchas veces son ocasionados por las fuerzas policiales al reprimir a los estudiantes y al intentar entrar a la fuerza a los establecimientos para disolver las manifestaciones de los alumnos. También es un defensor del proyecto Aula Segura, que solo busca criminalizar a los y las estudiantes.

El pasado 8M, cientos de miles de mujeres se movilizaron a nivel nacional y es esta fuerza la que debemos usar para luchar junto a las y los trabajadores de la educación, por un sistema educativo que sea no sexista ni heteronormativo, con la moral de la Iglesia fuera de las salas de clases. Para que el sexo biológico deje de ser un filtro en la educación y que tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades de elegir el lugar de estudio y de acceder a una enseñanza de calidad.

Además, este debate nos hace poner al centro la necesidad de con la concepción arcaica de educación según sexo y cuestionar la existencia de colegios exclusivos para uno u otro sexo, avanzando a colegios mixtos, públicos y de calidad. Esto cobra una relevancia fundamental para que la diversidad sexual pueda desarrollarse plenamente en el ámbito educativo, ya que, especialmente la población trans, sufren una gran discriminación que incluso lleva a altas tasas de deserción escolar en las y los niños trans. Para que el caso de Arlén Aliaga, joven trans que se matriculó en el Liceo 1 de niñas a través de un “proceso de admisión especial”, dejen de ser casos puntuales y excepciones dentro de un sistema educativo profundamente sexista y heteronormado.

Es por esto que desde Pan y Rosas y Vencer vemos la necesidad de organizarse en asambleas de estudiantes, docentes y el resto de la comunidad educativa, para debatir y hacer consiente la necesidad de una educación de calidad a la cual puedan acceder todos y todas, sin ningún tipo de distinción ni segregación. Enfrentándose a la Iglesia y su moral conservadora que es sostenida en complicidad con la derecha para mantener su influencia en el ámbito educativo.