CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA SOCIAL. Tras un año preso en Bolivia, el periodista Facundo Molares podrá volver a Argentina
El mismo Poder Judicial boliviano que lo detuvo en un hospital y lo mantuvo con “prisión preventiva” en condiciones inhumanas, ahora autorizó que el reportero vuelva a su país. Había viajado a cubrir el golpe de Estado en octubre de 2019.
La Cancillería argentina fue informada en las últimas horas sobre el “cese de la prisión preventiva” del reportero gráfico Facundo Molares Schoenfeld, quien como viene informando La Izquierda Diario había sido detenido en Bolivia en noviembre de 2019 y desde entonces venía sufriendo un deterioro de su estado de salud.
Así, se hace firme la posibilidad de que Molares regrese a Agentina para estar con su familia, recibir atención médica y continuar trabajando.
Este jueves a la noche el Ministerio de Relaciones Exteriores difundió un comunicado en el que se informó que “el Tribunal Número 1 Penal de Sentencia de la ciudad de Montero autorizó que la prisión preventiva pueda ser sustituida por otras instancias”. Al mismo tiempo “resolvió el Tribunal que, en vista de los argumentos del abogado de Molares y del Consulado argentino en Santa Cruz de la Sierra, Molares reciba atención médica en la República Argentina”.
Pese a la muy tibia presión ejercida por el canciller Felipe Solá a lo largo de todo 2020 sobre la dictadura de Jeanine Áñez, la Cancillería en su comunicado intenta dar la idea de que esta buena noticia para Molares fue mérito más de ese ministerio que de la firme campaña del gremio de prensa argentino, de organismos de derechos humanos independientes del Estado y del deterioro objetivo de la salud del joven periodista.
Domingo 22 | La policía le saca las esposas a Facundo Molares en el Hospital de La Paz
“Según el Tribunal, la autorización para viajar a la Argentina, donde además de atender su salud Molares debería presentarse periódicamente ante el Consulado boliviano en Buenos Aires, responde a que por la salud delicada de Molares están dadas las condiciones para reemplazar otras instancias que el propio Tribunal consideró”, reconoce el comunicado de la cartera de Solá.
Molares continúa por el momento internado debido a su delicado estado de salud y allí mismo contrajo covid-19. En octubre del año pasado había viajado a Bolivia a cubrir las elecciones pero fue detenido tras el golpe que colocó en el Palacio del Quemado a Jeanine Áñez.
El reportero gráfico había tenido que ser internado de urgencia por una insuficiencia renal. En calidad de NN (tal como fichó el Estado boliviano) y estando bajo revisión médica fue detenido por las fuerzas represivas del país andino. Recién cuando tiempo después su padre viajó desde Argentina logró que sea identificado con su nombre y apellido.
Recién con la asunción del nuevo gobierno de Luis Arce (y con la salud de Molares en franco deterioro) la Cancillería argentina decidió intervenir con más insistencia. Solá se puso en contacto con las autoridades del nuevo Gobierno boliviano, presentó un pedido oficial para que se libere al periodista “de manera urgente” y denunció que el joven sufría una “situación de denegación de justicia”.
Ahora urge que Molares regrese a Argentina y que, lógicamente, sea sobreseído en una causa armada por el gobierno de facto de Áñez, que por el momento sigue abierta pese a un cambio de gobierno reciente.
La banca del diputado Nicolás del Caño del PTS en el FIT presentó, con el acompañamiento de la diputada Romina del Plá del Partido Obrero también del FIT, un Proyecto de Ley de preocupación por la situación de Facundo Molares Schoenfeld.
