Con una resolución emitida por el juez Pablo Pullen Llermanos la dirigente social fue trasladada a un penal federal. No hicieron públicos los motivos del cambio en las condiciones de su detención domiciliaria.
Miércoles 8 de agosto de 2018
Desoyendo las recomendaciones de organismos internacionales como la CIDH de julio de 2017 que le indicaban al Estado argentino aplicar la prisión domiciliaria sobre Milagro Sala, el juez Pablo Pullen LLermanos decidió en el día de ayer enviar a la dirigente social a un penal federal de Salta ubicado en la localidad de Güemes.
Hasta este momento no se conocen los fundamentos de dicha medida por parte del juez jujeño involucrado en una de las causa por las que se juzga a Sala.
Recordamos que la prisión domiciliaria fue avalada por la Corte Suprema de la Nación en diciembre pasado, y se hacía efectiva en una casa de fin de semana a más de 30 Km de la ciudad capital.
La decisión del juez ocurre luego de una fuerte descompensación de Sala que la tuvo varios días internada en el hospital Pablo Soria.
Un hecho que precedió un nuevo escándalo de la jueza María Alejandra Tolaba una de las titulares del tribunal Tribunal Oral Criminal N°3 que juzga a Sala en la causa “pibes villeros”. Tolaba fue denunciada por haberse copiado en el examen para acceder a ese cargo en febrero 2017, y esta vez, tuvo otra denuncia por parte del semanario El Expreso que hizo público el plagio de párrafos enteros de un fallo de la Cámara de Casación Federal para justificar el rechazo a casi toda la prueba testimonial, documental y pericial que solicitó la defensa de Sala, así como de su pedido de nulidad de la elevación a juicio.
Ayer horas antes de la orden de traslado de Sala fue condenado el ex vicepresidente, Amado Boudou, y continúa la causa de los “cuadernos” por la cual se está encarcelando a empresarios ligados a la obra pública, funcionarios del gobierno anterior y se prepara una indagatoria de Cristina Fernández.
Haciéndose eco del juez Bonadío, su par Pullen Llermanos vendría en ayuda de otro hombre de Cambiemos, Gerardo Morales, quien está cada vez más necesitado de circo a falta de pan.
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