El Frente para la Victoria va por la sanción del nuevo Código. Rechazos de la oposición y decisión política del oficialismo ante una sesión que, se descarta, será en soledad.
Miércoles 1ro de octubre de 2014
Este miércoles el Frente para la Victoria buscará sancionar el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación en el Congreso en un trámite exprés cuestionado por gran parte de la oposición.
La sesión especial convocada para las 11.45 horas viene precedida de un enorme debate entre el bloque oficialista y la oposición por el trámite reglamentario con que es convocada la reunión. Pero también viene precedida por un inmenso acuerdo del Gobierno con el Vaticano en sancionar definitivamente un plexo normativo a la medida de la Iglesia. El acuerdo se selló en el encuentro en Roma entre Cristina Fernández y el papa Bergoglio el pasado fin de semana.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria hizo lugar en cuestión de horas al pedido presidencial y desempolvó el proyecto que dormía en los cajones desde noviembre del año pasado. Así decidió avanzar con un trámite exprés en el tratamiento de la polémica reforma y unificación del Código Civil y Comercial, luego de que obtuviera media sanción por parte del Senado el 28 de noviembre de 2013.
Ahora, apurado por el aliento papal pretende sancionar la norma sin discusión en comisiones en Diputados, en un trámite que la oposición cuestionó por antirreglamentario, ya que si bien fue dictaminado por una comisión bicameral de diputados y senadores en el año 2012, llega a Diputados sin debate luego de haberse introducido cambios en el tratamiento en el Senado y luego de la renovación de casi la mitad de los diputados, por lo cual muy pocos de los que actualmente tienen mandato pudieron participar de la discusión y del posterior dictamen que le permitió ir al recinto en la Cámara Alta.
Más allá de las disputas en torno al procedimiento de la sanción y del apuro del FPV, se trata de un proyecto que no solo trae conflicto entre oficialismo y oposición, sino también al interior de los bloques mayoritarios, aunque por motivos diversos. Dentro del bloque que conduce Juliana di Tullio (FPV), a pesar de que algunas de sus diputadas dicen defender el derecho al aborto legal, levantarán la mano sin chistar aprobando el reaccionario artículo 19 que impide la conquista del derecho al aborto para las mujeres. La disciplina de bloque y el acuerdo con la Iglesia serán el leitmotiv del kirchnerismo, sin fisuras.
Dentro de la oposición patronal también hay diferencias, ya que aunque todos los diputados critican por igual los procedimientos reglamentarios por los cuales llega el proyecto sin debate a la Cámara, tienen diferencias en cuanto a la valoración del nuevo Código. Es que sectores del radicalismo, del PRO y del Frente Renovador votarían con enorme entusiasmo un Código Civil y Comercial que no solo está hecho a pedido de la Iglesia, sino que también parece ser hecho a la medida de las patronales, ya que se establece toda una serie de figuras jurídicas que vienen a limitar sus responsabilidades frente a los trabajadores y a consolidar el fraude laboral. También aquí será más fuerte la disciplina de bloque y el enfrentamiento con el Gobierno que la profunda convicción vaticana y propatronal de muchos diputados de la oposición.
Anoche se realizó una reunión entre algunos integrantes de los bloques de la oposición, donde los mayoritarios consensuaron la presentación de una denuncia penal ante la justicia a Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, alegando que se violan normas constitucionales al llevar el tema al recinto sin previo debate en comisión. Por la tarde, la Justicia ya había rechazado un amparo presentado por Elisa Carrió para que se impida la sesión.
Desde la izquierda, una vez más, saldrá la única voz unitaria y clara de rechazo de este Código Civil y Comercial reaccionario. Consultado por La Izquierda Diario una vez finalizada la reunión, Nicolás del Caño, diputado del PTS en el Frente de Izquierda, anticipó el rechazo “al proyecto del Gobierno y del Vaticano, por reaccionario y antiobrero, porque viene a bloquear la posibilidad de conquistar el derecho al aborto, porque profundiza la legislación laboral noventista que legaliza el fraude laboral, porque a pesar de la diatriba oficial de ’patria o buitres’ establece la prórroga de jurisdicción en tribunales extranjeros, entre otros artículos”. En el mismo sentido Néstor Pitrola anunció su rechazo al denunciar que este nuevo Código Civil y Comercial constituye un retroceso jurídico y un avance clerical.