×
×
Red Internacional
lid bot

Consejo Nacional del oficialismo. Tregua y promesa de unidad: así definirá Morena candidato

Un mensaje de López Obrador conjuró las posibles divisiones alrededor de los postulantes. El espejo de la derrota en Coahuila, provocada por las disputas en torno a la elección del candidato a gobernador y la ruptura de la alianza con el PVEM y el PT tal vez haya sido otro disuasor.

Martes 13 de junio de 2023

La orden de unidad de López Obrador consiguió apaciguar las rivalidades entre Claudia Sheimbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal. Sobre todo después de conjurar una importante victoria en el Estado de México, bajo la dirección AMLO y dónde se impuso acatar la directriz política de la campaña electoral.

En el consejo partidario del domingo se acordó la renuncia de los aspirantes a sus cargos públicos, una exigencia del hasta ahora secretario de Relaciones Exteriores, y con que la jefa de gobierno de Ciudad de México se vio obligada a anunciar su renuncia este lunes.

Claro que afuera del hotel donde sesionaba el consejo no todo era miel sobre hojuelas: simpatizantes de Ebrard y Monreal exigieron a Sheimbaum a viva voz “¡piso parejo, piso parejo!”. Ella contestaba con un grito solitario: “¡Unidad!”, la palabra que más que una idea se ha vuelto un karma al interior del partido del gobierno.

¿Qué, cómo y cuándo se elegirá al candidato?

El partido oficialista llevará a cabo una encuesta nacional abierta a toda la población entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre. Ésta contemplará distintas preguntas que indagarán sobre la percepción respecto a las cualidades de los aspirantes.

Será la Comisión de Encuestas del Morena la encargada de elaborar el sondeo cuyos resultados se informarán el 6 de septiembre próximo y no se podrán apelar. Esta encuesta se complementará con otras cuatro organizadas por los cuatro postulantes del partido guinda, que pueden proponer cada uno dos encuestadoras privadas que deben ser aprobadas por el Morena, y las autoridades de este partido sortearán las empresas a cargo de esta investigación del mercado político.

El compromiso es que quienes no salgan elegidos como candidatos apoyarán al triunfador durante toda la campaña y ya tienen apartados “premios consuelo”: quienes obtengan el segundo y tercer lugares coordinarán el partido en el Congreso o un cargo en el gobierno de quien suceda a López Obrador. Alfonso Durazo, gobernador de Sonora y quien estuvo encargado de la conducción del Consejo Nacional del Morena, dio a conocer también que el resto de los aspirantes tiene un lugar asegurado como legisladores plurinominales.

La foto al cierre de la jornada, con los cuatro aspirantes de Morena y los dos extrapartidarios Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, de manos alzadas y al grito de “¡Unidad!” busca crear una imagen fuerte para los sucesores de López Obrador en el poder.

¿Qué podemos esperar de la elección morenista?

Más allá de la demagogia de la encuesta para la elección del candidato presidencial, que en otras ocasiones arrojó figuras impresentables como la de Armando Guadiana en Coahuila, es cierto que Morena necesita mantener la unidad a su interior y con sus aliados electorales. Esa es la realidad para la mayoría de los nuevos progresismos latinoamericanos, aunque claramente AMLO goza de una hegemonía que Gabriel Boric de Chile y Alberto Fernández de Argentina no tienen.

Lo cierto es que ninguno de los postulantes es una figura fuerte como la del presidente: todos pueden ser ubicados como más a derecha del discurso progresista de López Obrador. Incluso el presidente ya anunció que después de su gobierno, se viene un giro al centro de la 4T.

El futuro de quien ocupe Palacio Nacional se avizora complejo, porque las aguas están agitadas en el plano internacional. Desde la posible recesión en el imperialismo estadounidense, la continuidad de la guerra en Ucrania, crecientes tensiones geopolíticas en el mar de China y la disposición a la lucha de sectores de la clase obrera internacional, como el caso de Francia donde las y los trabajadores rechazan la reforma de pensiones de Macron y exigen aumento salarial ante la creciente inflación, o en Argentina como el magisterio de la norteña provincia de Jujuy contra una reforma reaccionaria de la constitución provincial que ataca la protesta social y el derecho al voto y por aumento salarial.

Ahora, mientras el presidente está abocado a avanzar en la construcción de la infraestructura para un despliegue del nearshoring a lo largo y ancho de México, a costa de los derechos de comunidades enteras sobre distintas partes del territorio, la violencia de la militarización y el crimen organizado sigue zumbando en las calles de muchos estados de la república.

Las ejecuciones extrajudiciales por parte de militares, las deportaciones y el hostigamiento contra los migrantes, las operaciones de los cárteles del narcotráfico, la falta de sensibilidad y de respuesta ante la exigencia del fin de la violencia contra las mujeres -tan cuestionados por la derecha hipócrita creadora de todos estos problemas estructurales que continúan durante el gobierno actual- y la precarización laboral son los aspectos más críticos y serán parte de la herencia. Los planes sociales, las concesiones como los aumentos al salario mínimo o el de los días de vacaciones, que tantas expectativas crearon en amplios sectores de la clase trabajadora también. ¿Hasta qué punto esto podrá sostenerse en el sexenio porvenir?

Si hace eclosión abierta una crisis de la deuda internacionalmente, la exigencia de los grandes capitales y del imperialismo estadounidense será honrar más que nunca los compromisos financieros y mantener el equilibrio fiscal al costo que sea, lo cual potencialmente puede llevar al recorte del gasto público.

López Obrador prometió gobernar para ricos y pobres, una utopía reaccionaria que siempre termina privilegiando los intereses de magnates y grandes empresarios por encima del bienestar de la mayoría de la población. En un contexto internacional más complejo será difícil, por no decir imposible, para el próximo gobierno mantener siquiera en el plano discursivo el mismo tono de su antecesor.

Ante este panorama, se agudiza la necesidad de que los sectores más perspicaces de la clase trabajadora, la juventud y el movimiento de mujeres cuenten con una herramienta política independiente de los partidos del congreso, un partido anticapitalista, socialista e internacionalista que luche contra la subordinación al imperialismo estadounidense y a los dictados del gran capital.