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Red Internacional
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Mundo Obrero. Trelew: turbia propuesta de Quilmes a los despedidos de Pepsi

Un ofrecimiento poco claro y que podría endeudar a los trabajadores de por vida. Es indudable el intento de la multinacional y el Gobierno provincial en dilatar la lucha en tiempos electorales.

Sábado 29 de julio de 2017 13:30

Ayer por la tarde en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se reunieron representantes de Cervecería y Maltería Quilmes con el intendente Adrián Maderna y el ministro de Producción Pablo Mamet, y ofrecieron un supuesto financiamiento para que los trabajadores despedidos por la Pepsi puedan levantar una cooperativa de envasado de agua y soda. Increíblemente (o no) les prohibieron la presencia a los obreros en la reunión.

La planta Pepsi, propiedad de Cervecería y Maltería Quilmes, que a su vez pertenece a AB InBev, cerró sus puertas el 29 de mayo, dejando en la calle, en complicidad con la conducción de Sutiaga, a 48 familias. Los trabajadores se autoorganizaron en asamblea durante dos semanas y desde el 20 de junio se encuentran acampando en los portones de la planta exigiendo el cobro total de las indemnizaciones y la conformación de una cooperativa de envasado de agua y soda.

Desde un comienzo los trabajadores vienen recibiendo el apoyo y la solidaridad del pueblo trelewense, que ve en ellos un ejemplo de resistencia ante los despidos y suspensiones en la zona. Recordemos que el conglomerado Trelew-Rawson registra un índice de desocupación del 8,4%, ubicándose primero en este triste ranking a nivel patagónico y en el séptimo lugar a nivel país.

De ahí que tras una gran marcha de más de 800 personas por las calles céntricas de Trelew el sábado 8 de julio, al Gobierno provincial de Mario das Neves y municipal de Adrián Maderna no le quedó otra que apurar los trámites y hacer una reunión con representantes de Cervecería y Maltería Quilmes el martes 11 de julio, donde también estuvo presente la conducción de la CGT del Valle Inferior del Río Chubut, en figura de su secretario General Luis Collio. El encuentro tuvo resultados negativos y acordaron volver a reunirse en diez días para discutir la posibilidad de un comodato de la planta.

Finalmente, no fueron 10 sino 17 los días que transcurrieron para que la multinacional aceptase reunirse nuevamente. En el medio se desarrolló un exitoso festival para más de 600 personas en los portones de la planta, expresándose una vez más el enorme acompañamiento a la lucha no solo de la comunidad trelewense, sino de alrededores como Rawson, Puerto Madryn, Gaiman y Dolavon.

El encuentro de ayer se efectuó en un lujoso hotel de Buenos Aires, a 1.500 kilómetros de donde se desarrolla la lucha, lo cual ya deja en claro que es la patronal la que le marca la cancha al gobierno provincial, que no ha dejado de ceder a los designios de la misma desde que decidió dejar en la calle a medio centenar de familias. Como si eso no fuera suficiente, la patronal también decidió que los obreros no pudieran estar presentes en la reunión, incumpliendo el acuerdo del 11 de julio pasado.

Según se pudo conocer por medios de comunicación locales, en representación de la empresa estuvieron presentes Pablo Querol, vicepresidente de Asuntos Corporativos; Gabriel Raele, director de Relaciones Laborales y Juan Mitjans, gerente de Asuntos Corporativos. Los directivos se negaron a dar en comodato las instalaciones y la maquinaria, y propusieron completar el pago de las indemnizaciones adeudadas y financiar la compra de nuevas máquinas para que los obreros levanten la cooperativa de envasado de agua y soda. Además, deberían buscarse un nuevo local donde desarrollar el emprendimiento.

Hasta donde se sabe, la propuesta de la multinacional no se plasmó en ningún papel, sino tan solo a nivel oral. Se desconoce si ese supuesto financiamiento deberá ser devuelto por los obreros, y en qué condiciones. Tampoco se sabe si los trabajadores deberán hacer uso de sus indemnizaciones para invertir en la propuesta.

Lo que sí se sabe es que las negociaciones con la Quilmes para la compra de maquinaria pueden llevar semanas, incluso meses. Más tiempo aun es el que se precisará para la instalación y puesta en funcionamiento de las máquinas en las nuevas instalaciones. Algunos cálculos indican que la cooperativa no podría comenzar a producir hasta el año próximo si se acepta esta propuesta. Es decir, después de las Paso y de las elecciones generales de octubre.

Los trabajadores corren el riesgo de endeudarse por el resto de sus vidas, y además utilizar el poco dinero que les queda de las indemnizaciones, al tener que adquirir la nueva maquinaria y el local, además del pago de los servicios. Y más allá que el Estado pueda subsidiar algunos de estos gastos, la cooperativa deberá competir en peores condiciones con el resto de las empresas.

Es claro que, si la decisión de los trabajadores es impulsar la cooperativa de envasado de agua y soda, la mejor opción es la expropiación sin indemnización de la actual planta de Pepsi, donde se encuentran acampando desde hace más de un mes. La inmensa mayoría de la comunidad ya dio muestras de apoyo a la luchar.

Uno de los límites de esta enorme batalla emprendida por los obreros es que aun siguen depositando confianza en el Gobierno provincial, que ya ha dado sobradas muestras de dilatar las negociaciones, apostando al desgaste de la lucha.

Un camino posible para triunfar es que los obreros continúen por la senda que emprendieron tras ser traicionados por la conducción de Sutiaga, y apostar a una orientación independiente del gobierno, con exigencia a las conducciones sindicales de un paro con movilización que sea el puntapié para retomar en las calles la lucha por la defensa de los puestos de trabajo y la expropiación sin indemnización de la planta, si es que deciden ir por la cooperativa de agua y soda. Como se dijo, la comunidad trelewense y provincial apoyan su lucha. El Gobierno lo sabe y por eso apuesta a descomprimir y evitar que miles de personas se expresen en las calles en plena campaña electoral.