Siete empleados que trabajan arriba de los trenes fueron separados de sus cargos por reclamar medidas de higiene básicas para evitar el contagio. Trenes Argentinos hace la vista gorda con la ruptura del protocolo y el faltante de insumos, exponiendo a usuarios y trabajadores.
Viernes 27 de marzo de 2020 12:42
El pasado 20 de marzo los brigadistas de Murata protagonizaron un cese de actividades durante algunas horas para dirigirse a la gerencia en demanda de guantes, barbijos y alcohol en gel. Fueron recibidos por el gerente Yamil González, quien en medio de insultos y otro tipo de maltratos eligió a dedo a 7 de los allí presentes para amenazarlos con la baja del servicio. Al día siguiente fueron impedidos por la Policía Federal de ingresar a sus puestos habituales de trabajo.
Luego de presentarse durante días consecutivos en sus correspondientes puestos y ser expulsados por las fuerzas de seguridad y la empresa, los empleados fueron citados en el día de ayer por Recursos Humanos para ser ultimados con un cambio en la asignación de sus lugares de trabajo. En los hechos, una medida disciplinaria para separarlos entre sí, moverlos a lugares remotos y facilitar la persecución laboral y el despido. Fueron presionados para dar los nombres de los que estaban "a la cabeza" del reclamo, y al no ceder frente a los chantajes, amenazados con un despido inminente de no aceptar la relocalización.
Los trabajadores denuncian que luego de haber sido apartados fueron repartidos algunos guantes y barbijos de friselina (no aptos para evitar el contagio) en las cabeceras para armar un montaje. Sin embargo al día de hoy siguen faltando insumos básicos de prevención y hay personal mayor de 60 años trabajando, ya que de tomarse licencia sufre graves descuentos. Además, el módulo que los brigadistas utilizaban de vestuario-comedor ahora es utilizado para atender a pasajeros con síntomas de COVID-19, por lo cual se quedaron también sin lugar para comer y dejar pertenencias.
Container de los brigadistas utilizado para atender a pasajeros con síntomas de coronavirus.
Frente a este panorama, la empresa contratante Trenes Argentinos, que debe asegurar la seguridad de los usuarios y de sus propios empleados, hace la vista gorda, lo que implica exponer al personal sanitario que viaja diariamente en el tren a contagiarse durante el trayecto. Pone en riesgo además a los guardas que están arriba de la formación y también sufren el faltante de insumos, y al resto del personal en contacto con los miembros de la brigada.
Es importante que se avance de manera urgente con la prohibición de los despidos y que las suspensiones sean pagas al 100% en todo el país. Y también que los trabajadores de rubros esenciales puedan trabajar en condiciones seguras e higiénicas, con derecho a organizarse para garantizarlas en cada sector sin represalias.