En la provincia se producen más de 320 millones de litros de alcohol por año, pero los microkits que entrega el gobierno de Manzur entran en tres dedos. Avanzan los contagios en forma acelerada y desde los centros de internación llegan denuncias por pésimas condiciones para los pacientes.
Jueves 20 de agosto de 2020 17:23
Los contagios se multiplican en forma acelerada y el coronavirus golpea con virulencia en algunos barrios populares, como el barrio Juan Pablo II, donde el gobierno desembarcó con la policía para realizar un operativo de control de temperatura e hisopado a pacientes febriles.
El operativo incluyó la distribución de un micro kit (por casa) compuesto por un sobrecito de alcohol en gel que no llega a cubrir tres dedos, un jaboncito y un barbijo.
Desde el Frente Popular Darío Santillán, organización que sostiene comedores populares en la zona, aseguran que "en las barriadas populares y otros territorios a partir de la pandemia y la cuarentena de han profundizado las condiciones de desigualdad preexistentes".
La situación empieza a agravarse cada vez más en la provinicia. A una semana de reconocer la circulación comunitaria del virus, el gobierno de Manzur anunció que a los casos positivos asintomáticos se los enviará a realizar la cuarentena en sus domicilios para descomprimir los centros de internación que ya se encuentran con el 50% de la capacidad ocupada, según afirmó la ministra Rossana Chahla.
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En estos días también circularon por las redes las denuncias de amigos y familiares de los pacientes internados en el predio de la Sociedad Rural de Tucumán, donde los propios enfermos deben ocuparse de la limpieza y no cuentan siquiera con calefacción.
En todos estos meses la capacidad de internación del sistema sanitario avanzó muy poco, apenas se inauguraron algunas tiendas de campaña. Mientras tanto, las clínicas y sanatorios privados envían a los hospitales a los pacientes covid positivos, ya que no están dispuestos a reconocer la cobertura, poniendo en riesgo de colapso al sistema público.
Es necesario avanzar en una inmediata centralización de todo el sistema de salud, público y privado, en un sistema estatal único y de calidad, que incluya la capacidad de los laboratorios para realizar los test, y que la producción de alcohol de la provincia sea declarada de utilidad pública para su distribución gratuita en los barrios populares.
Ante el aumento de casos, el Gobierno centró toda la explicación en culpabilizar a la población. Pero esta es su respuesta ante la demanda de elementos de higiene en los barrios populares. Una burla en una provincia con industria sucroalcoholera y una política sanitaria criminal. pic.twitter.com/5ojvlv1tvY
— Alejandra Arreguez (@AleArreguezPTS) August 20, 2020