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Red Internacional
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PANDEMIA EN EL HOSPITAL. Tres trabajadores contagiados y nueve aislados en la guardia del hospital Piñero

Los trabajadores del sector denuncian que se aplicó 48hs tarde el protocolo desde el primer contagio detectado y que la infraestructura del lugar no es apta para manejar casos sospechosos o positivos de coronavirus.

Lunes 6 de julio de 2020 22:31

El día miércoles 1 de julio se confirmó el primer trabajador de la Guardia contagiado con COVID-19. A pesar de ello, todos los trabajadores considerados “contactos estrechos” de la persona que dio positiva siguieron cumpliendo sus turnos laborales, atendiendo pacientes con y sin síntomas de COVID-19.

Recién dos días después, las autoridades decidieron el aislamiento preventivo de 9 trabajadores, entre médicos y enfermeros. Los trabajadores de la Guardia denuncian en las redes sociales que no se cumplió de esta forma con el protocolo para manejar este tipo de situaciones que implicaba el aislamiento de los contactos estrechos de manera inmediata para evitar propagar el virus. Así es cómo las autoridades destratan a los que deben cuidar y están arriesgando su vida en la primera línea de la atención.

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El día miércoles por la tarde se confirmó el PRIMER compañero enfermero DE GUARDIA contagiado con COVID-19, a pesar de ello los contactos estrechos tuvieron que seguir cumpliendo sus turnos laborales. Atendiendo pacientes con y sin síntomas de COVID -19, como se realiza en el hospital. 2 DIAS DESPUÉS , las autoridades decidieron el aislamiento preventivo, y evitar posible propagación del virus. Es así como se deben manejar frente a un caso confirmado del equipo de Salud con los contactos estrechos? Cumple el hospital con los reglamentos edilicios para estar habilitada la guardia para la atención de pacientes con y sin síntomas compatibles con COVID,-19? Preguntas que nunca serán resueltas . Así no nos cuidan ni los cuidamos , así esto no se termina.

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Un enfermero nos cuenta que, como siempre, quieren hacer recaer la culpa de los contagios sobre ellos. Pero para él y sus compañeros el foco debería estar puesto en si el hospital cumple con los reglamentos edilicios para habilitar la guardia para la atención de de pacientes con síntomas compatibles con COVID-19. Su respuesta es que no.

Para empezar, la guardia del Piñero cuenta aproximadamente con 21 lugares disponibles para internación en plena pandemia entre el shock room, las dos salas, la adaptación del quirófano y los boxes/consultorios. Los espacios no garantizan el correcto aislamiento entre un paciente y otro, las puertas de los boxes no cierran correctamente y, a veces, se abren solas; lo que es un problema si quien está dentro es un paciente portador de COVID-19.

Ni hablar de que, frente al alto nivel de demanda, muchas veces la guardia no da abasto y se termina internando pacientes hasta en catres, camillas y sillas sin poder garantizar el correcto distanciamiento. O se los hacina o se los rechaza, como pasó hace pocos días que debieron derivar a una persona con ACV en curso por falta de lugar disponible.
También nos cuenta que la guardia no tiene un sistema de ventilación con filtro como sería necesario para evitar la propagación del virus, que lo resuelven abriendo las ventanas y muriendo de frío ellos y los pacientes. A esto se suma que los espacios comunes de médicos y enfermeros tampoco son aptos para guardar distancia social.
La sala de estar de enfermería y la de los médicos es un el lugar muy pequeño donde almuerzan, toman un té, están los locker con sus cosas y el acceso al baño. Lo mismo el office donde tienen las computadoras que comparten los 12 médicos del servicio. Compartiendo espacios tan reducidos donde era previsible que tarde o temprano iba a propagarse el virus y que desde hace tiempo vienen exigiendo a los directivos del hospital que realicen reformas acordes.

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Con lo expuesto, desde este medio no nos queda más que acompañar la visión de los trabajadores de la guardia respecto de la imposibilidad de garantizar una correcta atención de pacientes con COVID-19 en el servicio. ¿Acaso el director del hospital esto no lo sabía? ¿Y el comité de crisis?

Y como si fuera poco, a los problema de infraestructura hay que agregarle la falta de elementos de protección personal (EPP) de calidad como los que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus protocolos, llegando al extremos de haber tenido que reutilizar camisolines porque les entregaban sólo uno por día sin ser siquiera hidrorepelente. La falta de EPP es algo que se replica en cada sector del Piñero y en los distintos efectores de la Ciudad, como en los hospitales a nivel nacional y en la PBA. También debieron afrontar la persecución por parte de directivos y jefes por reclamar lo que es justo, mientras se pone en riesgo la salud de los pacientes y de los que deben cuidar la salud de la población.

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De parte de los sindicatos mayoritarios, como Sutecba, Médicos Municipales o ATE no se ha conocido iniciativa alguna para dar respuesta a estas problemáticas, han llamado a un paro y plan de lucha en todos los Hospitales acorde a las respuestas a dar frente a esta crisis sanitaria.

No se puede continuar así. Los trabajadores de la Guardia refieren “es el momento de tomar medidas serias o terminamos todos infectados, que los directivos hagan algo y no la vista gorda, como siempre”. Vista gorda avalada por un discurso oficial unificado entre Larreta, Kicillof y Fernández para dar la falsa impresión de que se preparó al sistema de salud para dar respuesta en estos más de 100 días de pandemia, pero los hechos demuestran que no es así.

Desde la Asamblea de trabajadores y trabajadoras del hospital Piñero y área programática se relevó que del total de camas destinadas al tratamiento de covid el 80% ya se encuentra ocupado (65 camas) al 1/07/2020 y que la unidad de terapia intensiva cuenta con las mismas 8 camas que tuvo históricamente, ni una más y tan sólo 16 respiradores. Con eso pretenden dar respuesta al territorio inmenso del Bajo Flores y Lugano, donde la mayor parte de la población es dependiente del sistema público de salud porque carece de los recursos como para sostener una prepaga y no tiene empleo formal para tener obra social.

Desde la Asamblea de Trabajadores plantean la necesidad de poner a disposición los recursos del sistema privado para que no haya una salud de calidad para los que pueden pagarla y una salud “atada con alambres” para los que no tienen recursos, sobre todo en un país que llega al 40,1% de pobreza por ingresos en el primer trimestre del 2020, entre pandemia y crisis económica.

Conversamos con Melina Michniuk, psicóloga concurrente en el hospital y militante de la agrupación Marrón Salud (del PTS/FIT), quien nos dijo: “Desde principio de la cuarentena en el Piñero nos venimos organizando y realizando acciones para visibilizar la falta de EPP, testeos, protocolos, insumos, y todos los problemas que van surgiendo. Hoy sabemos que con todo lo que se destinó al pago de la deuda, se podría haber comprado los recursos suficientes para equipar a los hospitales con todo lo necesarios para hacer frente a un pico de contagio hipotético de 200.000 contagios ¿Por qué no se utilizó esta plata en lo urgente como la salud de todos?”.

Y agregó: “Pero creo que tenemos que retomar la idea de poner en pie comisiones de seguridad e higiene con representantes por sector que planteen una modalidad de trabajo acordes a los recursos e infraestructura existentes, que administren la entrega y adquisición de EEP, etc. Somos nosotros los que realizamos las tareas todos los días y conocemos los hospitales y sus instalaciones”.

Para finalizar, nos dijo: “Si logramos fortalecer la organización por sector, de manera independiente, sin jefes ni autoridades, vamos a estar en mejores condiciones para plantarnos cuando las medidas de cuidado no se cumplan para que no se exponga más la vida de nosotros, nuestros pacientes y nuestras familias; e imponer a los sindicatos medidas a la altura de la crisis sanitaria”.