El día lunes 31 de enero , el tribunal de justicia de Santiago fallo en contra de los imputados por el ataque al cuartel de la PDI, el cual ocurrió en noviembre del año 2014.
Domingo 5 de febrero de 2017
El día lunes 31 de enero , el tribunal de justicia de Santiago fallo en contra de los imputados por el ataque al cuartel de la PDI, el cual ocurrió en noviembre del año 2014. Las dos mujeres, fueron puestas en libertad por insuficiencia de pruebas en su contra.
La fiscalía metropolitana oriente, condeno a los tres hombres restantes a cinco años cada uno, luego que las pruebas acreditaran su autoría del caso, sin embargo fue desestimado el ilícito de porte de artefactos explosivos o incendiarios. Volver a línea automática. El fiscal Felipe Sepúlveda a cargo del caso propone una condena de 15 años de presidio, de lo cual se decreto la sentencia para el día 24 de febrero.
Solidaridad activa con los presos políticos. Por un gran movimiento en defensa de las libertades democráticas
Este caso no es aislado, si no que es parte de una serie de acciones de persecución política a amplios sectores de la población que cuestionan la herencia de la dictadura y también enfrentan en la calle las políticas neoliberales impulsada por el gobierno de la nueva mayoría, que como hemos visto hasta el momento , sus ilusiones posibilistas de salvaguardar el régimen a través de sus reformas han retrocedido y solo se ha fortalecido los mecanismos de violencia y represión por parte del Estado.
A pesar de esta cruda situación familiares, amiga/os y compañeros de distintas casas de estudio han apoyado a las y los imputados a lo largo de todo este proceso, con ventas de rifas, comidas solidarias, actos públicos y concentraciones, donde también declaran la lentitud del tribunal de justicia en la investigación del caso, como medida de amedrentamiento a la juventud que lucha y cuestiona toda herencia de la dictadura, pero esto es insuficiente, ya que es necesario que los organismos principales de Derechos Humanos, como del movimiento estudiantil , como el CONFECH y las distintas organizaciones sociales, se pongan a la cabeza y organicen un gran movimiento por los derechos de la juventud y las libertades democráticas, contra la represión y la criminalización de la protesta.