Después de casi tres semanas de medidas de fuerza se conquistó un acuerdo salarial con un aumento del 45%, reincorporación de despedidos, cláusula de revisión, estabilidad laboral y sumas fijas que de conjunto suma más del 51% de aumento.
Jueves 15 de julio de 2021 21:13
Este lunes fue noticia de todos los diarios nacionales y regionales la suspensión de vuelos comerciales producto de medidas de fuerza protagonizadas por controladores de tránsito aéreo nucleados en ATEPSA. Sin embargo, las medidas de fuerza habían empezado dos semanas atrás con acciones progresivas que afectaban a vuelos privados y de carga. Un total de 20 vuelos de carga y más de 1600 de la aviación general.
Las y los trabajadores del sector consideran que fue una lucha histórica no sólo por el acuerdo conseguido y las medidas llevadas adelante, sino por cómo se fue construyendo la fuerza de las y los trabajadores desde las bases. Desde fines del año pasado se empezaron a desarrollar asambleas y reuniones de trabajadores autoconvocados de los principales aeropuertos del país expresando el descontento por la perdida del poder adquisitivo y el empeoramiento de las condiciones laborales. Cómo trabajadores esenciales, los controladores garantizaron los vuelos durante toda la pandemia pero esa tarea no fue reconocida por la empresa estatal EANA ni por el gobierno nacional.
El proceso de organización desde las bases se desarrolló junto a delegados independientes de la conducción sindical que eligieron a sus propios delegados paritarios ganando la votación a la conducción. Sin embargo, a principios de este año la conducción de ATEPSA firmó un acuerdo a espaldas de las bases que generó mucha bronca y un gran repudio, pero la traición del sindicato no pudo impedir que se mantuviera la organización desde abajo con reuniones y asambleas. La patronal quiso generar miedo con sanciones en aeroparque y Ezeiza junto al impulso de una "agrupación" que respondía a sus intereses. Nada de esto pudo amedrentar a los trabajadores que fueron acumulando bronca por el deterioro de sus condiciones de vida con una inflación por las nubes y un gobierno nacional que quiso imponer un techo salarial del 35% para la paritaria del 2021.
Un triunfo de la democracia de las bases y la fuerza de los trabajadores
Las asambleas de base en los principales aeropuertos, los delegados independientes y paritarios presionaron para la reapertura de la paritarias del 2020 que la empresa la unificó con la 2021. Con la experiencia de principio de año de la traición de la conducción de ATEPSA y la continuidad en la organización, los trabajadores impidieron que se vuelva a repetir la negociación y acuerdos a espaldas de las bases y terminaron imponiendo las asambleas nacionales y regionales que tuvieron que ser avaladas por la conducción. Desde estás organizaciones se planificaron y votaron las medidas de fuerza y se logró la unidad evitando que las campañas y ataques de la gerencia y su "agrupación" dividieran a los trabajadores. Las medidas fueron acompañadas por una gran campaña de difusión en medios, redes y aeropuertos con el protagonismo de los trabajadores que mantuvieron los reclamos a pesar de las distintas maniobras del ministerio de trabajo que dictó conciliaciones obligatorias ilegales. Mientras el resto de los sindicatos nucleados en FAPA sólo sacaban tímidos comunicados de apoyo a los controladores, estos empezaban una lucha que se convirtió en un ejemplo.
El gobierno y EANA se jugaron al desgaste pero durante las dos primeras semanas los trabajadores se mantuvieron firmes y organizados en asambleas, rechazando con su voto las propuestas que empezaba a realizar la empresa. Finalmente este jueves, luego de cuatro días de medidas que afectaron los vuelos comerciales, un plenario de delegados en consulta con los trabajadores terminó aprobando la firma de un acuerdo que contempla las distintas demandas que tenían los trabajadores.
El acuerdo se componen de un 45% (el 40% es hasta noviembre) de aumento remunerativo con cláusula de revisión, dos pagos fijos de 20 mil pesos cada uno en julio y septiembre, un 20% de aumento en viáticos y la trayectoria se comenzará a medir por porcentaje y no por suma fija. De conjunto representa un aumento de más del 51%. Junto con esto, se logró la reincorporación la trabajadora Norma Rotta de Comodoro Rivadavia y lo más importante es la estabilidad laboral para 600 trabajadores (el 30% de la planta) que aún no la tenían y para los nuevos trabajadores que ingresen.
Al finalizar el día había un clima de festejo entre los trabajadores, reivindicando la lucha que dieron y el rol de los delegados independientes y paritarios que siempre pelearon por la organización desde abajo y por la lucha para obtener sus demandas. Este proceso fue una gran experiencia no sólo de lucha, sino que también se expresó el descontento con un gobierno nacional que lejos de favorecer a los trabajadores busco evitar a toda costa que los controladores rompieran el techo del 35% que impusieron a todos los trabajadores estatales.
Las lecciones de este conflicto son muy importantes no sólo para los aeronáuticos sino para todos los trabajadores que están luchando contra el ajuste salarial y el empeoramiento en sus condiciones de vida. La organización democrática desde las bases e independiente de las cúpulas sindicales son las bases para impulsar una organización permanente de los trabajadores que pelee por recuperar el sindicato y unirse al conjunto de los trabajadores.