Estados Unidos le impuso el jueves sanciones a ambos países por la compra de armamento militar por parte de China a Rusia. Un juego con fuego que recalienta la geopolítica mundial.
Viernes 21 de septiembre de 2018 13:10
Rusia y China respondieron este viernes a Estados Unidos con una advertencia tras las sanciones que les aplicó el jueves por la compra de armamento militar.
Mientras que China pidió a Estados Unidos que se retracte en forma inmediata, Rusia aseguró que las sanciones contra individuos y empresas rusas, que han afectado a un compañía militar china, tendrán "consecuencias" para "la estabilidad global".
Horas después de que EEUU anunciara la imposición de nuevas sanciones a individuos y compañías por sus lazos con el Kremlin, Moscú y Pekín señalaron que se trata de una medida "irracional" destinada a "imponer" las condiciones del Gobierno que preside Donald Trump.
El vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, le dijo a Washington que deje de "jugar con fuego" y no se olvide de conceptos como "la estabilidad global", que está socavando con sus acciones contra Rusia, en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
A su vez, el portavoz chino de Exteriores, Geng Shuang, anunció que Pekín ha presentado una queja formal por lo que consideran una violación de las normas internacionales que afecta a las relaciones entre ambos países.
"Pedimos enérgicamente a EEUU que solucione este problema y retire estas sanciones", afirmó Geng en rueda de prensa, antes de advertir de que "de lo contrario, tendrá que soportar las consecuencias".
EEUU impuso el jueves sanciones contra 33 individuos y compañías por sus lazos con el Kremlin, entre los que figura el empresario Yevgeny Prigozhin, acusado por la prensa occidental de ser el artífice de la campaña de desinformación contra EEUU en internet.
También han resultado afectadas la compañía militar china Equipment Development Department (EDD), y su director, Li Shangfu, por comprar cazas rusos Sukhoi Su-35 y misiles S-400 a la empresa estatal rusa Rosoboronexport, ya sancionada por Washington.
Socios estratégicos
Se trata de la tanda de restricciones "número 60" que EEUU aplica a Rusia desde 2011, indicó Riabkov, lo que hace pensar que las sanciones se han convertido en un "entretenimiento nacional".
En opinión del "número dos" de la diplomacia rusa, cada nueva ronda de sanciones certifica la falta del efecto de la anterior y las "numerosas listas negras de EEUU se repiten cada vez más".
Para Riabkov, los autores de las sanciones contra Rusia esperan "imponer sus condiciones, ejerciendo un poquito más de presión", pero "nunca y nadie lo va a conseguir", aseveró.
"Recomendamos a los operarios de la maquinaria de sanciones en Washington a echar un breve vistazo a nuestra historia y dejar de hacer ruido inútilmente", señaló.
Por su parte, el portavoz chino defendió que Pekín y Moscú son "socios estratégicos" y que sus intercambios, incluidos los relacionados en defensa nacional, se basan en la confianza mutua y en el cumplimiento de las normas internacionales.
EDD ha sido amonestada por adquirir en 2017 aviones de combate Su-35 y, en 2018, equipos relacionados con el sistema de misiles tierra aire S-400, según el Departamento de Estado de EEUU.
Ahora, la compañía responsable de las armas y el equipo del Ejército chino tendrá prohibido hacer transacciones financieras en EEUU, no podrá exportar productos a territorio estadounidense y todas sus propiedades serán embargadas.
Aunque, el senador ruso Franz Klintsevich, que calificó las nuevas sanciones como "competencia desleal", se mostró "convencido de que los contratos se cumplirán en los plazos acordados".
Respecto a las sanciones a EDD, un funcionario de EEUU insistió en que, en realidad, "no tienen la intención de socavar las capacidades de defensa" de China, sino que "están destinadas a imponer costes a Rusia en respuesta a sus actividades malignas".
Guerra comercial
Las sanciones y el intento de separar a Rusia y China se dan en el marco de la brutal guerra comercial desatado por Trump contra China que escaló en la última semana con aranceles por más de 200.000 millones de dólares.
Pekín devolvió el golpe imponiendo aranceles a productos estadounidenses valorados en 60.000 millones de dólares.
Trump, sin embargo, dijo estar dispuesto al diálogo, y mientras tanto alterna aranceles y sanciones para negociar bajo sus condiciones. Lo hace además a poco más de un mes de las elecciones de medio termino en Estados Unidos en las que está en juego la mayoría republicana en el parlamento.
Los sobresaltos de Trump en política exterior son utilizados como parte de su discurso de campaña con los que, junto a una situación económica favorable, busca retener a gran parte de la base electoral que lo llevó a la presidencia en 2016. Todavía no está dicho que lo pueda lograr, y tampoco cuanto sus brabuconadas puedan escalar las tensiones internacionales más allá de lo pensado.