El mandatario fue internado por coronavirus el viernes en medio de un hermetismo extremo. Los medios estadounidenses y del mundo no dejan de especular sobre su salud.
Domingo 4 de octubre de 2020 18:44
Trump trabajando en la sala de conferencias del Hospital Walter Reed. EFE/EPA/JOYCE N. BOGHOSIA / THE WHITE HOUSE
Los médicos que atienden al presidente estadounidense, Donald Trump, aseguraron este domingo que su evolución es positiva y podría recibir el alta el lunes, aunque persisten los "altibajos" y señales preocupantes, como que el tratamiento que está recibiendo normalmente está reservado para casos graves.
En el parte médico de este domingo en el Hospital Militar Walter Reed, a las afueras de Washington, uno de los miembros del equipo médico que atiende al presidente estadounidense, Brian Garibaldi, aseguró que si Trump "sigue sintiéndose bien nuestro plan es que pueda ser dado de alta mañana y volver a la Casa Blanca, donde continuará su tratamiento".
El médico personal del presidente, Sean Conley, reconoció que hay "altibajos", pero el equipo que atiende al presidente está "extremadamente feliz" con los progresos desde la hospitalización.
Durante el primer parte oficial el pasado sábado, el médico personal del presidente, el Dr. Sean Comley esquivó varias veces la pregunta sobre si Trump había necesitado oxígeno suplementario en algún momento, lo que dio rienda suelta a todo tipo de especulaciones. Más tarde el mismo Comley debió blanquear que el presidente estuvo con oxígeno en por lo menos dos oportunidades.
"Como con cualquier enfermedad hay altibajos, especialmente cuando el paciente está siendo observado muy de cerca durante 24 horas", explicó Conley, quien reveló que han ampliado el tratamiento y desde ayer a Trump se le suministra el esteroide Dexametasona en respuesta a las caídas en la saturación de oxígeno, que nunca fueron inferiores al 90 %.
Conley, que el sábado sembró dudas con un parte médico confuso al que se sumaron declaraciones desde la Casa Blanca contradictorias, justificó su resistencia a confirmar que Trump había recibido oxígeno el viernes antes de ser trasladado al hospital porque no quería ensombrecer el mensaje de que el mandatario había experimentando una muy significante mejoría.
El presidente no ha mostrado dificultades respiratorias desde el sábado y no ha tenido fiebre, y según afirmó hoy Robert O’Briend, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, está "firmemente en control del Gobierno" y recibirá hoy informes de inteligencia y seguridad por videoconferencia.
En un claro intento por despejar las dudas, Trump subió un video a su cuenta de Twitter, en el que habla de los “excelentes reportes de los médicos” y agradece al equipo del hospital.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 4, 2020
La Dexametasona, que tiene efectos secundarios como ardores o dolores de cabeza, suele ser suministrada normalmente en casos graves de la COVID-19.
Del mismo modo, el antiviral Remdesivir, del que Trump recibe hoy su tercera dosis como parte de un tratamiento de cinco días, se aplica en casos de pacientes hospitalizados.
El Remdesivir, que ha sido autorizado de emergencia por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés), es normalmente combinado con anticuerpos monoclonales, como ha ocurrido en el caso de Trump. El cóctel de anticuerpos de Regeneron, que Trump recibió el viernes, y el Remdesivir atacan al virus y frenan su expansión.
Trump, de 74 años y con sobrepeso, es un paciente con especial riesgo de desarrollar una variante seria de la COVID-19, por lo que se le ha sometido también a escáneres pulmonares y a un control exhaustivo de las funciones cardíacas, hepática y en los riñones.
Los tratamientos que recibe el presidente son lo más avanzados disponibles pero, debido al sistema de salud casi completamente privatizado de EE. UU., solo se encuentran disponibles para la elite política y económica, mientras las amplias mayorías trabajadoras son las que sufren las consecuencias. El país tiene más de 200 mil muertos y el panorama está lejos de mejorar.