La política de "tolerancia cero" impulsada por Trump tenía a más de 2500 niños, hijos de inmigrantes, en jaulas a la espera de las resoluciones judiciales contra sus padres. Estos hechos fueron denunciados públicamente y fueron repudiados por millones de personas en EEUU y el mundo.

Antonio Paez Dirigente Sindicato Starbucks Coffe Chile
Jueves 21 de junio de 2018
Durante la jornada de ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump dio pie atras en su política de "tolerancia cero" con la migración que habilitaba al gobierno norteamericano a separar a las familias que fueran detenidas por cruzar ilegalmente la frontera entre México y EEUU.
A través de una orden ejecutiva Trump habilitó a que los menores, separados de sus padres, puedan ser reunidos mientras los tribunales fallan las ordenes de expulsión del país.
Si bien esto representa un retroceso en su política inicial, donde la separación serviría como "disuasivo", ahora los menores deberán enfrentar junto a sus padres las mismas condiciones de encierro.
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Según Trump con esta orden ejecutiva “aseguramos que tenemos una poderosa y fuerte frontera, pero mantenemos a las familias juntas. Estamos trabajando fuertemente en temas de inmigración”, pero según la cadena internacional de noticias CNN la decisión habría sido empujada por el profundo rechazo nacional e internacional que tiene la medida.
El debate abierto en EEUU: ¿Republicanos y democratas contra Trump?
Aunque la política antimigración de Trump consita un amplio rechazo en EEUU, no es menos cierto la hipocresía con la que tanto republicanos como demócratas han enfrentado la situación.
Trump defendió su propuesta en leyes y decretos que fueron aplicados también por las administraciones de Bush y Obama, por lo que no estaría haciendo algo muy diferente a gobiernos anteriores.
Además, el rechazo transversal ha apuntado a la separación de las familias y no al endurecimiento más general de la política de controles fronterizos con México. De hecho como explicabamos aqui: "Tanto demócratas como republicanos están de acuerdo en defender los mecanismos represivos del capital (el ICE y la policía), tienen acuerdo en que EE.UU. debe “defender la frontera” cuando realmente lo que quieren es defender el sistema capitalista. Es un sistema que necesita de fuerzas represivas para defenderse a sí mismo y a sus repulsivas injusticias." hace solo unas semanas la senadora democrata Kamala Harris apareció en varios medios explicando por qué los americanos debían fortalecer las policías fronterizas y defendió el accionar del ICI (Servicio de Inmigración y control de Aduanas)
Kamala Harris defends ICE's existence #AbolishICE pic.twitter.com/QjzI1Nq3n2
— Brett Banditelli (@banditelli) 9 de marzo de 2018
Pero al contrario de lo que uno pudiese creer desde Latinoamérica o Europa, la mayoría de la población en EEUU ha rechazado con fuerza las políticas que buscan criminalizar la migración, sea esta por cuestiones religiosas o de nacionalidad.
Aunque el discurso xenófobo de Trump ha calado en algunos sectores, la mayor parte de los norteamericanos son contrarios a la idea del cierre fronterizo y las deportaciones.
Miles de americanos han salido a manifestarse en las calles junto a las comunidades latinas o afroamericanas quienes son las más afectadas por la persecución policial.
La xenofobia y el racismo lo pagan los trabajadores pobres
Finalmente las políticas antimigración son una muestra clara del desprecio con el que la burguesía norteamericana mira al resto del mundo. Aun cuando la comunidad latina representa casi un tercio de la población en EEUU, estos están obligados a vivir en precarias condiciones.
EEUU es un sistema que permite al 1% más rico tener el 43% de la riqueza mientras que el 80% de la población sólo posee el 7%. Los capitalistas se enriquecen del libre movimiento de bienes de las maquilas, donde los obreros ganan menos de U$5 diarios en compañías estadounidenses donde los trabajadores apenas ganan el salario mínimo.
Aunque los bienes se puedan mover con libertad, la gente muere en el desierto tratando de cruzar la frontera, y cuando lo logran, las familias son divididas y los niños son encerrados en prisiones. Cuando los migrantes pueden entrar en los EE.UU. trabajan en empleos de salario mínimo con pocas prestaciones mientras no tienen ninguna protección contra el abuso de los patrones. Es, como dijimos, para garantizar las ganancias capitalistas.
Es por esto que hoy más que nunca se hace necesaria la solidaridad internacional con la situación que sufren los migrantes, sean en EEUU, Europa o Chile.