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Red Internacional
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México-Estados Unidos. Trump, sin fondos para pagar el muro

La construcción del muro de Trump no podrá iniciar con "fondos y recursos existentes" de Estados Unidos, pues son insuficientes.

Viernes 3 de marzo de 2017

A pesar de que los pasados días Donald Trump declaró que la construcción del muro se iniciaría "antes de lo previsto", la agencia británica Reuters publicó, que según un documento oficial al que tuvieron acceso, el Departamento de Seguridad Nacional únicamente ha identificado 20 millones de dólares entre el presupuesto que puede ser destinado a iniciar la construcción.

Para agilizar la construcción del muro, Trump había afirmado que se iniciaría con "fondos y recursos existentes" sin embargo, se ha revelado un gran limite financiero pues los 20 millones existentes resultan una mínima parte de los 21.600 millones de dólares que el Departamento de Seguridad ha estimado como presupuesto para su instalación.

La rápida construcción de la barrera fronteriza con México es una de las principales promesas de campaña de Trump y desde el inicio de su gobierno no ha dado marcha atrás en sus propuestas xenofobias y racistas, mencionando día a día ésta como el límite para el ingreso de los "tipos malos" a Estados Unidos.

Aunque el mandatario estadounidense en un comienzo había afirmado que sería México quien pagaría a cualquier costa el precio del muro, tuvo posteriormente que moderar su discurso estableciendo que sería el gobierno de Estados Unidos quien pagaría su construcción inicialmente y tendría que ser reembolsado por México.

Hoy la promesa del magnate se encuentra en encrucijada pues ante la ausencia de recursos Trump tendría que convencer al Congreso de que el financiamiento para esta medida sea parte del próximo presupuesto federal, en una cantidad que supera cuatro veces lo destinado en su totalidad a la seguridad de esa frontera. Algunos republicanos ya manifestaron su negativa a avalar una propuesta así.

El alto presupuesto necesario para la construcción del muro implicaría forzar a elegir entre el aumento del déficit, la aprobación de un incremento en los impuestos o el recorte de programas sociales. Todas ellas resultan, en primer lugar, un golpe para los millones de trabajadores -legales o migrantes- que día a día sostienen la economía de este país, lo cual implicaría también una posición desfavorable para los votantes de Trump que restaría popularidad a su promesa.

La última opción, que seguramente se daría a la par con alguna de las anteriores, implica una política más agresiva hacía México para asumir los gastos de la construcción. De cualquier forma volverán a ser los trabajadores de ambos países quienes paguen las políticas racistas que únicamente buscan dividir las reivindicaciones que unen las fronteras.