Donald Trump, afirmó este lunes que solo se reuniría con Maduro, para conversar para "discutir una cosa, su salida pacífica del poder", poco después de afirmar en una entrevista que estaba abierto a mantener ese encuentro. Pero al mismo tiempo emite declaraciones que no pueden más que interpretarse como un distanciamiento con respecto a Guaidó.
Lunes 22 de junio de 2020 16:38
El presidente estadounidense había afirmado el viernes en una entrevista el diario digital Axios que "Quizá sí pensaría en ello. A Maduro le gustaría reunirse (conmigo). Y yo nunca me opongo a reunirme, muy pocas veces me opongo". Así respondió Trump a la pregunta de si se entrevistaría con el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
La entrevista se viralizó en las redes sociales por lo que Trump salió a aclarar sobre tales afirmaciones y escribir por Twitter que: "Al contrario de la izquierda radical, yo SIEMPRE estaré en contra del socialismo y con el pueblo de Venezuela. ¡Mi Gobierno siempre ha estado del lado de la LIBERTAD y contra el régimen opresor de Maduro! ¡Solo me reuniría con Maduro para abordar un tema: una salida pacífica del poder!".
Unlike the radical left, I will ALWAYS stand against socialism and with the people of Venezuela. My Admin has always stood on the side of FREEDOM and LIBERTY and against the oppressive Maduro regime! I would only meet with Maduro to discuss one thing: a peaceful exit from power!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 22, 2020
No es la primera vez que Trump hace este tipo de afirmaciones. En septiembre del 2018, mientras se desarrollaba la Asamblea de la ONU, Trump dijo que estaría abierto a reunirse con Maduro "si eso ayudaba a Venezuela". Ante tales afirmaciones Maduro realizó inmediatamente un imprevisto viaje a Nueva York con la esperanza que tal encuentro se realizara, pues su asistencia ya había sido descartada. Llegó a afirmar, con la esperanza de tal reunión que “A pesar de las inmensas diferencias históricas, ideológicas y sociales, yo estoy dispuesto a estrechar la mano de Donald Trump y a sentarnos a hablar sobre los asuntos de nuestra región”. Pero se llevó un portazo por parte de la Casa Blanca, cuando los voceros de Washington dieron por descartada dicha posibilidad.
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También en agosto del 2019, Trump aseguró que su Gobierno mantenía contactos con el chavismo "a muy alto nivel", aunque no quiso aclarar si se refería a conversaciones con el considerado "número dos" del oficialismo en Venezuela, Diosdado Cabello, como apuntaron informaciones de prensa. Trump vino a ratificar que las reuniones secretas existían, afirmando que la Casa Blanca mantiene contactos "a muy alto nivel", cuando le preguntaron por las informaciones sobre un diálogo entre Washington y Diosdado Cabello. "No quiero decir con quién, pero estamos hablando con ellos a muy alto nivel", remarcaba Trump en ese momento.
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¿Soltándole la mano a Guaidó?
Pero lo más llamativo en todo esto, al menos por el momento, está en lo que sostiene Trump sobre Juan Guaidó. Consultado en esa entrevista por si se arrepentía de su decisión de respaldar a Juan Guaidó como “presidente interino” de Venezuela, Trump dijo al principio que "no particularmente", pero luego añadió: "Podría haber vivido con ello o sin ello, pero estaba muy firmemente en contra de lo que está pasando en Venezuela".
"Yo creo que no estaba necesariamente a favor: a alguna gente le gustaba, a otra gente no. A mí me parecía bien. No creo que fuera muy significativo en ningún sentido", agregó Trump. Una manera de minimizar el importante reconocimiento que le brindó a Guaidó apenas se autoproclamara “presidente encargado” de Venezuela, y lo que ahora se ha interpretado como un desaire.
Hace apenas unos meses, a principios de febrero, Guaidó había sido uno de los invitados de honor de Trump para su discurso anual sobre el estado de la nación ante el Congreso. "Esta noche hay a un hombre muy valiente que lleva con él los sueños, las esperanzas y las aspiraciones de todos los venezolanos", dijo Trump, al presentar a Guadió, quien recibió una ovación de pie de todo el Congreso.
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Esto viene en cierta manera a reconfirmar lo escrito por el que fuera exasesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, en su nuevo libro “The Room Where it Happened” (“La habitación donde sucedió”), de que Trump quiso retirar su apoyo a Juan Guaidó solo 30 horas después de reconocerle como “presidente interino” de Venezuela por considerar que proyectaba una imagen de "un chico". “A este muchacho [Guaidó] nadie lo conoce”, habría afirmado Trump de acuerdo a Bolton, frente a la "dureza" de Maduro.
Las últimas declaraciones insinúan la posibilidad de prescindir de Guaidó y entenderse directamente con Maduro. Lo cual es subproducto del fracaso de la estrategia golpista y de agresión, así como del control que viene logrando Maduro. Tales afirmaciones de Trump sobre Guaidó, incluyendo que se reuniría con Maduro, aunque sea que lo planteara para negociar una “transición pacífica del poder”, llega en un momento más que complicado para la oposición, completamente dividida una vez más luego del estruendoso fracaso de las tentativas golpistas de la mano del imperialismo durante buena parte de 2019. El poder de Maduro no depende de que lo reconozca Trump, en cambio el de Guaidó sí.
Si bien Estados Unidos no ha parado con su ofensiva de presión sobre Venezuela, intensificando su política de hacer cumplir las sanciones económicas, sobre todo en el área petrolera, obligando empresas internacionales, así como a transnacionales del hidrocarburo, a no permitir ni el abastecimiento de gasolina, buscando ahogar económicamente al país, de manera de forzar la salida de Maduro. Un entendimiento directo con Estados Unidos y el Gobierno de Maduro, sea para una negociación de la salida del poder u otro tipo de pactos, pone a la oposición tras sus fracasos, en una situación que solo hará aumentar sus fuertes crisis internas y divisiones.