En una base de la policía de fronteras en Yuma, en el desierto de Arizona, Donald Trump presiona con sus declaraciones sobre el muro que está intentando que le financie el Congreso de Estados Unidos.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 22 de agosto de 2017 22:34
A su llegada, el mandatario estadounidense realizó una visita al Cuerpo de Infantería de Marina, cercana a la frontera con México en donde tenía previsto ver en funcionamiento del drone Predator de vigilancia para patrullar la región, donde también se hallaran miembros de la policía de fronteras y el Ejército.
Con diferentes protestas a favor y en contra de su gobierno, Trump agradeció el recibimiento en las instalaciones aduaneras en Yuma, Arizona, uno de los condados fronterizos que brindó su voto al partido republicano, aunque con un corto margen de diferencia. Se estima que por lo menos hubo media docena de manifestaciones convocadas contra Trump durante este martes.
La región de Yuma se caracteriza además por ser uno de los lugares más peligrosos para cruzar 3 mil kilómetros de frontera, donde resalta la efectividad en la vigilancia del muro fronterizo.
Como señala el diario El País, un artículo publicado este martes en USA Today, la secretaria interina de Seguridad, Elaine Duke, asegura que Yuma estaba “acosada por el caos por un flujo sin fin de inmigrantes y drogas por la frontera”. Gracias a la construcción de un muro a partir de 2006 y la ampliación del número de agentes, argumenta Duke, las detenciones están hoy en una décima parte de las 800 anuales que tenían los agentes de este sector en 2005. Duke afirma que “las lecciones de Yuma son claras y obvias y se deben aplicar al resto de nuestra frontera”.
En medio de la tensión por diferentes protestas, Trump intenta nuevamente que el Congreso apruebe el financiamiento del muro con México con un costo estimado de 22 mil millones de dólares y cuya construcción debería haber empezado ya según sus planes. Hasta el momento, solo ha conseguido que la Cámara de Representantes apruebe 1.600 millones para iniciarlo. Pero esta visita vuelve a tener como objetivo una oportunidad para argumentar sobre unos de los principales temas que caracterizaron su propuesta de campaña.
En una ciudad ampliamente cuestionada por la opinión pública por su apoyo a los supremacistas blancos, aumenta la tensión por tener que acoger su primer evento con público después de las declaraciones en relación a las acciones neonazis en Charlottesville hace 10 días.
